Asia captura la atención por su creciente protagonismo en la escena internacional. La apertura a la inversión extranjera y una estrategia orientada a las exportaciones son factores decisivos para su crecimiento económico. China en particular, pero también Japón e India, son el centro de una red de producción asiática, que amplía las oportunidades de negocios para otros países tanto del continente como de fuera de la región.