Competitividad Internacional
México se encuentra entre los grandes exportadores del mundo y las perspectivas a futuro son altamente positivas. Parte importante de las empresas nacionales que exportan están integradas a las cadenas globales de valor y otras realizan exportaciones directas. Un aspecto crucial para México es que dichas compañías generen cada vez más un mayor valor agregado nacional. Por ello es relevante analizar el perfil idóneo de una firma para lograr una integración exitosa en el sector exportador.
Por: Sergio Martín Moreno y Jesús Ruiz

Abordaremos particularmente el tema del tamaño de la empresa, no por ser una característica que en sí misma garantice la capacidad de exportar, sino porque las firmas medianas y grandes tienen cualidades que incrementan la probabilidad de insertarse exitosamente en el proceso exportador; en contraste, las pequeñas carecen de varios de estos atributos, lo que reduce su probabilidad de convertirse en exportadoras. Esto no implica que las empresas exportadoras sean o tengan que ser medianas o grandes para ser exitosas, sino que la probabilidad de serlo se incrementa; sin duda, a nivel global existen casos de empresas pequeñas exportadoras de éxito, ya sea integradas a cadenas globales de valor o en la exportación directa.

En este sentido, queremos dilucidar las razones por las que las empresas medianas y las grandes tienen mayores probabilidades de ser exportadoras en comparación con las pequeñas. No obstante, también presentamos opciones en las cuales estas últimas se pueden integrar exitosamente a la exportación, a pesar de su tamaño.

 

¿Por qué las empresas buscan exportar y pueden hacerlo?

 

Las empresas generalmente incursionan en el comercio exterior después de haber alcanzado un cierto nivel de penetración en el mercado doméstico y una vez que disponen de la capacidad de negocio para acceder a otros mercados. Esta expansión tiene la ventaja de reducir los costos en función del tamaño de su planta y de aumentar la producción, lo cual implica obtener economías de escala y mayores ganancias.

Por ello creemos que el perfil competitivo a nivel internacional está relacionado con el tamaño de la firma. El planteamiento es que las empresas grandes o medianas tienen mayores posibilidades de éxito en el comercio exterior. ¿Por qué? Estas empresas logran alcanzar economías de escala que minimizan costos, disponen de acceso a financiamiento a un menor costo, cuentan con un personal más especializado, su percepción de riesgo es menor sobre los mercados extranjeros y, generalmente, tienen un departamento de marketing para lograr la introducción de su producto.

La lógica que sugiere la necesidad de establecimientos mayores para competir en el sector externo la sostienen distintos estudios al respecto. Sin embargo, existen otros que arguyen que la relación entre el tamaño de la empresa y su desempeño como exportadora es limitada o no existe. Respecto a este desacuerdo, una reseña de la literatura indica que la disparidad de los resultados se puede deber a que en la demostración empírica de este tema no se haya encontrado una forma adecuada de reflejar el tamaño de la empresa a través de variables como el volumen de ventas, el número de trabajadores, la inversión en investigación y el desarrollo. Por último, en la literatura pueden encontrarse estudios que sugieren diversos niveles de participación en el sector exportador y solo aquellas empresas que tienen una mayor internacionalización corresponden a las más grandes; en niveles donde la internacionalización es menor las empresas pequeñas pueden sobrevivir.

Las empresas generalmente incursionan en el comercio exterior después de haber alcanzado un cierto nivel de penetración en el mercado doméstico y una vez que disponen de la capacidad de negocio para acceder a otros mercados

En conclusión, los resultados de la literatura sugieren que sí existe una relación directa entre el tamaño de la empresa y su capacidad para exportar, aun cuando empíricamente esto no se haya demostrado contundentemente.

 

¿Cuál es el perfil del exportador exitoso?

 

El perfil competitivo de una empresa está ligado a su tamaño, ya que solo una firma de gran escala puede asumir los costos hundidos del proceso de internacionalización, y estos pueden resultar muy altos para las pequeñas empresas. Existen otras variables como las situaciones particulares de los mercados a los cuales se va exportar, así como las condiciones domésticas que pueden representar un mayor obstáculo para las pequeñas compañías.

De forma específica, los costos de entrada a mercados extranjeros son aquellos destinados a investigación y desarrollo (I&D), área de marketing y capacitación del personal. Esto debido a que el producto que se va a exportar debe ajustarse a los nuevos consumidores y a los requerimientos técnicos de cada mercado para poder venderlos; asimismo, el personal debe estar calificado para desenvolverse en un ambiente internacional en materia de cultura e idioma. Es común que las firmas con cierta escala tengan departamentos dedicados a I&D y de marketing, por lo cual el costo de implementación de estos podría ser menor para estas empresas. Además, al ser firmas con una mayor cantidad de recursos financieros y humanos, tienen la posibilidad de tener ejecutivos más especializados y con preparación internacional.

Ahora bien, estos costos hundidos pueden ser financiados por las instituciones bancarias, sin embargo, esto depende normalmente de la información cuantitativa de las empresas, la cual es generalmente insuficiente en las de menor tamaño. A falta de dicha información existe la opción de que el análisis de riesgo sea guiado por otras variables, como la relación entre la firma y el banco. Sin embargo, la pequeña empresa no tiene acceso a financiamiento o lo consigue a un mayor costo. En este punto podemos añadir que, aun cuando el financiamiento exista, el periodo de maduración de la inversión puede ser muy prolongado e incierto, lo que puede provocar que las evaluaciones de crédito generalmente no sean positivas.

Con respecto a las condiciones domésticas, existe evidencia que pone énfasis en la idea de que las empresas entran al comercio exterior a partir de que han alcanzado un cierto nivel en el mercado interno, de ahí la importancia del tamaño del mercado doméstico y de las economías de escala alcanzadas. El nivel de producción con el cual se logran las economías de escala adecuadas permite exportar a costos medios más bajos.

También es importante que las empresas tengan acceso a financiamiento doméstico para poder fondearse. Igualmente, debe existir un ambiente de políticas públicas propicio en el cual las empresas no encuentren barreras para exportar e importar sus insumos a costos competitivos internacionalmente, la existencia de programas o acuerdos comerciales que impulsen el comercio exterior, así como las reglas necesarias que establezcan un marco para mejorar la práctica comercial.

Las condiciones de los mercados internacionales dependen del país al cual se desea exportar. Algunos Estados pueden imponer barreras técnicas con el objetivo de limitar la entrada de productos extranjeros, por lo que hay que tener la capacidad de enfrentarlas a través de las autoridades del país al que pertenecen las empresas que quieren internacionalizarse o de la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero también debe existir la capacidad de tener o de acceder a un despacho que pueda llevar adelante el proceso legal. Hay diferentes ejemplos de estas barreras: requerimientos de etiquetado, de empaque y certificados. Estos obstáculos pueden representar un mayor esfuerzo para la pequeña empresa dada su falta de recursos financieros, administrativos y legales.

El perfil competitivo

de una empresa está ligado a su tamaño, ya que solo una firma de gran escala puede asumir los costos hundidos del proceso de

internacionalización, y estos pueden resultar muy altos para las pequeñas empresas

La pequeña empresa tiene los límites impuestos por su propia naturaleza, los cuales constituyen importantes desafíos para exportar, así como para incrementar su nivel de ventas en el extranjero en el caso de que hayan comenzado a hacerlo. En este sentido, las características que hacen diferentes a las pequeñas empresas de las de mayor escala determinan su capacidad de desarrollarse internacionalmente.

 

¿Cómo pueden las pequeñas empresas participar exitosamente en el comercio internacional?

 

El reto que representa la carencia de las características que incrementan la probabilidad de éxito del exportador puede superarse si la pequeña empresa aprovecha las tendencias que tiene el comercio internacional en la actualidad. Específicamente, las empresas pueden exportar de manera indirecta al ingresar como proveedores a una cadena de valor global (CVG), en la cual se producen diferentes bienes o servicios a nivel internacional para formar parte de un producto final. Asimismo, la pequeña empresa puede desarrollarse junto con otras a partir de un modelo de organización comandado por una empresa líder, la cual puede ser una empresa con un tamaño relevante, lo que implica disponer de las características deseables de las empresas exportadoras. O también puede ser el caso de una comercializadora que provea un marco de coordinación logístico, administrativo y técnico dirigido a la exportación.

La CVG representa una opción para compartir riesgos y costos, y aquellas empresas que ingresan en una cadena aumentan su capacidad de operación, producen eficientemente, construyen prestigio y obtienen acceso sostenible al comercio internacional. Con esto, los límites de la empresa pequeña antes mencionados se reducen. Adicionalmente, existe el beneficio potencial de la transferencia tecnológica a la pequeña empresa que también puede mejorar su posición en el mercado interno.

Otra forma de ingresar a los mercados externos, compartiendo costos y riesgos, es a través de una red o unión de productores. La estructura es diferente a una CVG dado que dentro de una red no hay una empresa líder; las decisiones se toman en grupo y todos producen un mismo tipo de bien o servicio. Dentro de estas asociaciones es fundamental el trabajo colectivo bajo la dirección de los miembros con mayor experiencia que permita alcanzar los niveles de producción requeridos para la comercializalización internacional.

Ambas opciones de ingreso al comercio internacional requieren de un ente coordinador (empresa o asociación) que pueda delinear una estrategia para emplear de mejor manera los atributos de cada una de las firmas que integran la sociedad. Adicionalmente, la coordinación debe establecer —principalmente en el caso de la CVG— los requerimientos que deben cumplir las diferentes empresas para poder ingresar, con base en las necesidades de la industria y del diseño de la estrategia.

Un aspecto importante es el posible apoyo de programas gubernamentales que impulsan el comercio exterior, pero debido a su alcance y complejidad es fundamental que no se dirijan a la empresa individual sino a la incorporación de la pequeña empresa en alguna de las estructuras establecidas de comercio exterior. De esta manera quedan definidas las opciones que tienen las pequeñas empresas para poder ingresar al sector externo y reducir el riesgo de exportar directamente.  

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1 Joachim Wagner, “Exports, Firm Size, y Firm Dynamics”, Small Business Economics.

2  Entre estos artículos están Arndt, Buch y Mattes (2010), Wagner (1995), Bonaccorsi (1992) —en este artículo la relación del tamaño de la empresa solo es positiva con respecto a la probabilidad de exportar—, y Becchetti y Santoro (2001), que encuentra que la relación es positiva en una muestra de pequeñas empresas.

3 Calof (1994) encuentra resultados positivos entre el tamaño y la propensión a exportar de las empresas, pero limitados; Brouthers y Nakos (2005) y Reuber y Fischer (1997) no encuentran relación.

4 Carlos M.P. Sousa, Francisco J. Martínez-López y Filipe Coelho, “The determinants of export performance: A review of the research in the literature between 1998 and 2005”, International Journal of Management Reviews.

5 Constantine S. Katsikeas et ál., “Perceived Export Success Factors of Small and Medium-Sized Canadian Firms”, Journal of International Marketing.

6 Leonardo Becchetti y Maria I.M. Santoro, “The Determinants of Small and Medium-Sized Firm Internationalization and Its Relationship with Productive Efficiency”, Weltwirtschaftliches Archiv.

7 Sukhpal Sing, “Organic Cotton Supply Chains and Small Producers: Governance, Participation and Strategies”, Economic and Political Weekly.

8 Pontus Braunerhjelm, “Sunk Costs, Firm Size, and Internationalization”, Weltwirtschaftliches Archiv.

9 Katsikeas et ál.

10 Fergal McCann y Tara McIndoe-Calder, “Firm Size, credit scoring accuracy and banks’ production of soft information”, Applied Economics.

11 Allan Riding, Barbara Orser, Martine Spence y Brad Belanger, “Financing new venture exporters”, Small Business Economics.

12 Andrea Bonaccorsi, “On the Relationship between Firm Size and Export Intensity”, Journal of International Business Studied.

13 Jill E. Hobbs, “Technical barriers to trade”, Handbook on International Trade Policy.

14 Gary Gereffi y Karina Fernandez-Stark, “Global Value Chain Analysis: A primer”, Center on Globalization, Governance & Competitiveness.

15 APEC, “Integrating SMEs into Global Value Chains: Policy Principles and Best Practices”, Issues Paper.

16 Carmen Díaz-Mora, David Córcoles y Rosario Gandoy, “Inserción en cadenas globales de valor y probabilidad de dejar exportar: Un análisis empírico con datos de empresas”, Universidad de Castilla/La Mancha.

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