Gansos Voladores es el nombre del modelo de crecimiento económico adoptado en la década de los setenta por varias naciones de la región Asia Pacífico y que remite a la interacción económica entre varios países, cuyo líder dispone de los medios necesarios para invertir capital y transferir tecnología más allá de las fronteras nacionales.
En épocas más recientes, aparecen referencias al nuevo modelo de desarrollo asiático, orientado fundamentalmente a estimular la competencia en los ámbitos global y regional “[...] no sólo en las esferas de los bienes y servicios tradicionales, sino también [...] en la de los bienes y servicios tecnológicos, en la producción industrial basada en los derechos de propiedad intelectual, marcas, patentes y derechos de autor, en los flujos de inversión globales [...], en los asuntos monetarios internacionales y en los procesos de integración regionales”.1
Corea del Sur presenta un conjunto de características particulares que la convierten en una suerte de síntesis de ambos modelos. Una cadena de valor integrada a economías como la de Japón —e incluso la de Estados Unidos—, que le confieren un carácter transpacífico y global, además de un conjunto de políticas para el desarrollo científico y tecnológico que, en el contexto de la Guerra de Corea, se pusieron en marcha de la mano de grandes conglomerados empresariales conocidos como chaebol.
Al igual que Japón, Corea del Sur transitó por las fases clásicas de imitación, adaptación e innovación de los procesos productivos. En la década de los sesenta, y como parte de su estrategia de sustitución de importaciones, instrumentó un conjunto de políticas orientadas a expandir la industria ligera y promover el desarrollo de la industria pesada.2 Impulsó, asimismo, una reforma administrativa con el propósito de fortalecer la competitividad de su industria.
En 1966, se creó el Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología (KIST, por sus siglas en inglés) para aglutinar los esfuerzos de investigadores especializados en el campo de la tecnología industrial. Un año más tarde, en 1967, se instituyó el Ministerio de Ciencia y Tecnología, con la misión de generar un entorno propicio para que sus investigaciones incidieran de manera más determinante en los avances tecnológicos y en la competitividad de las industrias.3
También en la década de los sesenta se creó el Instituto Coreano Avanzado de la Ciencia, con el propósito de repatriar a los posgraduados coreanos —ofreciendo mejores salarios— y con su talento apuntalar la estructura productiva del país. En el ámbito interno, la oferta universitaria creció en forma consistente y, actualmente, existen alrededor de 221 instituciones de educación superior, entre las que se encuentran el Korea Advanced Institute of Science and Technology, Seoul National University y Pohang University of Science and Technology, catalogadas entre las mejores 50 universidades de Asia y las 350 del mundo.4
Dada la importancia estratégica que el gobierno confirió a la industria del acero dentro de sus planes de expansión industrial, entre 1964-1971, se construyó la Pohang Steel Coorporation (Posco), la cual se convertiría con el paso de los años en una de las principales acereras del mundo.5 Internamente, Posco se transformó en la proveedora de acero de la industria coreana, coadyuvando al crecimiento y al mejoramiento de sus procesos productivos y de su competitividad. Para acompañar el desarrollo de esta industria, el gobierno coreano estimuló las industrias pesada y química con el propósito de superar rezagos económicos y tecnológicos.6
En los años setenta y ochenta, Corea del Sur consiguió elevar la eficiencia de sus procesos productivos y, de esta manera, afianzar su ventaja competitiva frente a terceros países. En 1974, se creó la ciudad científica de Daedock, concentrando ahí la mayor parte de los centros de investigación. Se promulgaron dos de las legislaciones más importantes en el ámbito de la tecnología: la Ley de Promoción del Desarrollo Tecnológico y la Ley de Promoción de Servicios de Ingeniería, con el objetivo de impulsar la formación de recursos humanos especializados en la materia; asimismo, entre 1978 y 1988, se liberaron las importaciones de tecnología.7 También se creó el Centro de Información de Importaciones de Tecnología, con la misión de promover y difundir tecnologías foráneas, además de asesorar empresas locales en la selección y compra de la tecnología más adecuada para los negocios. Los nuevos productos creados con tecnología propia en Corea a lo largo de los ochenta y noventa, dan testimonio del impulso otorgado a la difusión de la tecnología y la innovación.8
De esta manera, la instrumentación de políticas científicas, tecnológicas y educativas logró colocar a la industria del acero como soporte de la construcción de barcos y automóviles, así como del despegue de la electrónica, los semiconductores y la nanotecnología. Sobre esta base, creció la presencia de bienes coreanos con mayor contenido tecnológico en los mercados internacionales.
De acuerdo con Kim y Kim, el florecimiento de las capacidades tecnológicas de Corea perdió impulso en los noventa.9 Por ello, el gobierno se dio a la tarea de realizar estudios de prospectiva, a partir de los cuales logró identificar tecnologías emergentes, así como programas educativos, de investigación y desarrollo adecuados para reencauzar la dinámica de innovación. De esta manera, se privilegió la inversión en semiconductores, redes de servicios, datos integrados, la televisión de alta definición, la nueva medicina, los agroquímicos, los sistemas avanzados de producción, así como la investigación de nuevos materiales en informática, electrónica, energía, sistemas de transporte, biomateriales e ingeniería ambiental. Un año después, se emprendió un nuevo estudio que permitió identificar 1,200 líneas temáticas para guiar la exploración de nuevas tecnologías con potencial de demanda.10 En 2003, se desarrolló un tercer ejercicio de prospectiva al 2030, impulsado por el Instituto de Ciencia, Tecnología, Evaluación y Planeación de Corea (KISTEP, por sus siglas en inglés).11
En el marco de estos esfuerzos para asimilar y apropiarse de los avances vinculados a las tecnologías del futuro, se construyó New Songdo City, una ciudad ubicua o ciudad U, siguiendo las directrices de la cuarta revolución industrial: el internet de las cosas y la robótica. Entre sus propósitos, New Songdo City pretendía sensibilizar a la población del alcance de las nuevas tendencias tecnológicas globales, además de allanar el terreno para acrecentar la competitividad global de los servicios urbanos.
En marzo de 2008, como parte de las medidas de política pública para estrechar los vínculos entre la educación, la ciencia y la tecnología, se fusionaron los Ministerios de Educación y Formación de Recursos Humanos, y de Ciencia y Tecnología, para dar paso al Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología (MEST, por sus siglas en inglés). Con esta iniciativa se reafirmó el importante papel conferido a la educación en la construcción de un país avanzado y de primera clase.
“El Ministerio de Ciencia y Tecnología se fundó para coordinar la política tecnológica y generar un entorno propicio para que sus investigaciones incidieran de manera más determinante en los avances tecnológicos y en la competitividad de las industrias”
Cinco años más tarde, en marzo de 2013, dicha estructura organizativa se transformó en el Ministerio de Ciencia, TIC’S y Planeación del Futuro, con la misión de contrarrestar la pérdida de empleos esperada por el advenimiento de la cuarta revolución industrial y la tecnificación de los procesos de producción, uno de los desafíos más relevantes del desarrollo científico y tecnológico.12 Con este fin, se exploran alternativas para fortalecer la participación del talento humano en tareas únicas y emotivas, al tiempo que se reservan a las máquinas las labores simples y repetitivas. También corresponde al nuevo ministerio la tarea de promover la investigación e incrementar el número de referencias bibliográficas de autores coreanos en publicaciones científicas internacionales; apoyar la industria del software; ampliar las zonas públicas conectadas a wifi; impulsar las conexiones a la internet de alta velocidad, disminuir los costos de la telefonía móvil y fortalecer la ciencia como filosofía entre niños, adolescentes y adultos.13
“El nuevo modelo de desarrollo asiático está orientado fundamentalmente a estimular la competencia en los ámbitos global y regional”
Como estrategia adicional para preservar la competitividad global y en el marco de la economía creativa, se anunció el lanzamiento de un programa de financiamiento directo para promover el desarrollo de nuevas fuentes de crecimiento asociadas a la inteligencia artificial, la realidad virtual y la realidad aumentada. Se busca fundamentalmente apoyar tecnologías de movimiento facial y gestos; sensores y tecnologías relacionadas con la seguridad; vehículos sin conductor; materiales livianos con incremento de la demanda en la industria aeronáutica y automotriz; ciudades inteligentes; medicina de precisión; captura y almacenamiento de carbono; manejo de partículas y cuestiones relacionadas con la contaminación; la biomedicina, y productos farmacéuticos biológicos.14
Así, se da paso a una nueva era encabezada por el presidente Moon Jae-in (2017- 2021), cuya estrategia se orienta a reforzar la ciencia y tecnología coreanas de tal manera que le permitan al país anticiparse a las exigencias de la competencia por los mercados globales, sobre la base de una estructura productiva que se renueva permanentemente.
*Profesor investigador del Centro Universitario de Estudios e Investigaciones sobre la Cuenca del Pacífico/ Facultad de Economía de la Universidad de Colima.
1 Juan González García y Martha Loaiza Becerra, “Nuevo Modelo Asiático de Desarrollo para el Siglo xxi. Una Estrategia Regional de Competitividad Global”, Tiempo Económico, núm. 26, vol. VIII, primer cuatrimestre de 2014, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
2 Jungho Yoo, The industrial policy of the 1970s and the evolution of the manufacturing sector in Korea. Korea Development Institute, octubre de 1990, y Hak Chung Choo, “Korean economic development in a changing world”, Korea and word affairs. A Quarterly Review 10th Anniversary Issue Korea ́s Coming Challenges, vol. XI, núm. 1, spring 1987, Ed. Research Center for Peace and Unification of Korea, pp. 116-136.
3 Francisco García-Blanch Menárquez, Crecimiento económico en Corea del Sur (1961-2000). Aspectos internos y factores internacionales, Ed. Síntesis, Madrid, 2000.
4 Ángel Licona Michel y José Ernesto Rangel Delgado, “Inversión en investigación y desarrollo. Los casos de la República de Corea y México”. Portes, vol. 6, núm. 12, julio-diciembre de 2012.
5 Wonhyuk Lim, “The emergence of the Chaebol and the origins of the Chaebol problem”, en Stephan Haggard, Wonhyuk Lim y Euysung Kim eds., Economic crisis and corporate restructuring in Korea, Cambridge University Press, 2003, y Joseph Manuel Brañas i Espiñeira, El crecimiento económico de Corea del Sur: 1961-1987. Aspectos sociológicos. Tesis doctoral. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Autónoma de Barcelona.
6 Chae Soon Park, Democracia y regionalismo en Corea del Sur: su percepción en Argentina. Tesis de doctorado en Ciencia Política, Escuela de Graduados de la Universidad Argentina John F. Kennedy; B. Lee, Growth factors of the korean economy and the role of industrial policy, Korean Economic Research Institute, Seúl, 1998, y Hak Chung Choo, op. cit.
7 Shick Chung Chae, Joo Sangyoung y Yong Yang Doo, Foreign exchange market liberalization: The case of Korea, Korea Institute for International Economic Policy, 2000.
8 Antonina Ivanova Boncheva, Ángel Licona Michel, et al., “Las Políticas Gubernamentales de Ciencia y Tecnología en el Asia Pacífico en la Posguerra: Los Casos de Japón y Corea del Sur”, Portes, vol. 10, núm. 20, 2016.
9 K. Kim y J. Kim, “Korean Economic Development: An Overview”, en Dong-Se Cha, Kwang Suk Kim y Dwight H. Perkins, Eds., The Korean economy 1945-1995: performance and vision for the 21st Century, Korea Development Institute, 1997.
10 Ivanova, op. cit.
11 Byeongwon Park, Prospectiva tecnológica para el planeamiento de la ciencia y la tecnología de largo plazo: ejercicio de prospectiva tecnológica de Corea del Sur en el 2003, 2005,http://www.concytec.gob.pe/prospecta/prospecta2004/presentaciones/congreso/06_Res_BPark.doc.
12 Ministerio de Ciencia y TIC de Corea, Finding a Path to Future Jobs. Future Trends Human Competencies an Innovation of System. For Jobs in the 4th Industrial Revolution, 2016.
13 Ivanova, op. cit.
14 Iouchung Chang, El gobierno surcoreano da a conocer proyectos nacionales estratégicos. Recuperado el 22 de agosto de 2016, http://spanish.korea.net/NewsFocus/Policies/view?articleId=139520.