Sweetwell tiene una trayectoria de crecimiento e innovación constantes. ¿Cómo inicia esta historia de éxito?
La historia se remonta a Bélgica, país donde arranca la investigación para obtener endulzantes bajos en calorías y donde se registraron las patentes. Fueron varios años en los que se mezclaron ingredientes para lograr lo que yo llamo una “azúcar mágica”.
Tanto uno de los inversionistas belgas como yo, que ya contaba con una larga trayectoria de trabajo con bienes de consumo en Latinoamérica, percibimos el potencial de la investigación y decidimos que era necesario sacar provecho de las bondades del producto e introducirlo en el mercado. Se tomó la decisión de trasladar la casa matriz de la empresa a Costa Rica y poner a prueba los productos en este mercado. En 2010 empezamos a desarrollar productos de forma gradual y a fabricar diferentes tipos de alimentos dulces.
La maravilla de Sweetwell es que el consumidor no percibe la diferencia entre nuestro producto y uno elaborado con azúcar. Los productos de Sweetwell son bajos en calorías pero tienen el mismo sabor. Mientras que los alimentos hechos con los sustitutos tradicionales de azúcar dejan un pequeño residuo de sabor en el paladar, los de Sweetwell no. Esto es lo que hace la diferencia y nos ha ganado la fidelidad del consumidor.
¿A qué atribuye el éxito de los productos de Sweetwell?
La manera más sencilla de explicar el producto es decir que se trata de un endulzante hecho para cocinar, para hacer galletas, merengues, chocolates, mieles, mermeladas, etcétera. A diferencia de los demás productos en el mercado, consiste en una mezcla compleja proveniente de ocho productos, como remolacha, endivia y maíz.
Lo interesante del desarrollo de nuestro proyecto es que el mercado nos marcó el camino para ofrecer productos elaborados y no la venta de la materia prima. Así, hacemos productos nuevos con especialidad: merengues, galletas y chocolates que, a su vez, tienen distintas variantes. Por ejemplo, merengues sabor café, galletas con almendras y chocolates con arándanos. Además de usar Sweetwell, empleamos los mejores productos, como café real o fresa natural.
Una vez tomada la decisión de elaborar productos con la materia prima sustituta del azúcar, era necesario darlos a conocer y tener una imagen, una identidad. Por ello, empezamos a trabajar en la comunicación, presentación y patente de los productos. Nos tomó varios años ponerles el “vestido” para competir con los gigantes alimentarios a través de la imagen.
Iniciamos vendiendo los sobrecitos de endulzantes para cocinar. Crecimos e incursionamos en panadería con merengues y nos expandimos y compramos la fábrica de chocolates, jaleas y siropes. Actualmente estamos en ocho categorías, pero principalmente en snacks.
Ensamblamos en Costa Rica con 400 materias primas provenientes de 22 países diferentes, incluso de México, de donde importamos cacao. En 2011 empezamos a vender en Costa Rica a través de supermercados. Tuvimos una enseñanza: si bien nuestro objetivo e interés es global, Costa Rica, al ser un país pequeño, es nuestro mercado de prueba.
Con presencia en Walmart Costa Rica, empezamos a crecer. Walmart México y Centroamérica es una sola empresa, lo que nos abrió las puertas al mercado mexicano. Primero enviamos producto de exportación, pero luego nos dimos cuenta de que para hacerlo bien, la única manera que teníamos era fabricar en México.
Conscientes del tamaño del mercado, de la necesidad de atender un tema de salud pública, así como del interés de las personas en cuidarse, decidimos capitalizar la empresa. En 2016 se inició la fabricación en México. Mediante terciarización, se emplea a entre 150 y 200 personas, pero también contamos con nuestro propio equipo. Ha sido un crecimiento gradual.
Para una empresa que ha crecido en Costa Rica, acceder a un mercado mucho más grande parece complicado. ¿Qué perspectivas tienen en México y cómo se benefician otras empresas costarricenses?
Nuestro interés es abarcar todo el mercado mexicano. Tenemos ahora 15 productos en Walmart y próximamente entraremos en las diferentes tiendas de La Comer, Chedraui y Soriana. En resumen, estamos en conversaciones avanzadas con todos los supermercados. La recepción y el interés por ofrecer nuestros productos han sido estupendos. Lo estaban buscando y no hay nada igual.
Con la presencia de Sweetwell en México, atraemos a otras empresas de Costa Rica que exportan indirectamente a través de nosotros. Por supuesto, mis proveedores se benefician ya del aumento de mi demanda. Además, se empiezan a adaptar a mercados más exigentes, ya que compramos productos premium que les van a permitir ser más competitivos internacionalmente. Si yo crezco, mis proveedores crecen conmigo.
¿Qué tipo de requisitos se enfrentan en México para comercializar productos alimenticios?
Cuando trabajas en la industria alimentaria tienes que aceptar que estás sujeto a un enorme número de regulaciones, en cualquier país. La mayoría de las regulaciones están plenamente justificadas porque tienen que ver con la salud humana, pero hay unas cuantas que son un poco rebuscadas y responden a otros intereses. Lo bueno es que el consumidor quiere eliminar las que no le sirven.
En México hay muchas regulaciones, pero llegamos bien entrenados desde Costa Rica, donde hay más. México aplica un impuesto a los alimentos con calorías, que es la forma más transparente de promover la salud y un modelo para otros países. De igual manera, México es muy exigente con el etiquetado, pero son requisitos que tienen sentido. Tenemos que indicar los ingredientes que llevan los productos, un ejemplo de las reglas en las que México está más avanzado; me gustaría que Costa Rica siguiera en la misma dirección.
Todo se puede lograr con paciencia. No se trata de barreras infranqueables, sino de requisitos que apoyan al consumidor y que nos han hecho aprender.
¿Qué dificultades enfrenta una empresa mediana de Costa Rica para tener éxito en el mercado mexicano?
Un punto difícil es el acceso al crédito. Para una empresa pequeña o mediana hay pocas posibilidades de crédito accesible, tanto en México como en Costa Rica. En México, la empresa tiene que llevar varios años de existencia para tener acceso a recursos. Las empresas innovadoras de países más desarrollados, como Estados Unidos, tienen mejores opciones de acceso a capital. Espero que en Costa Rica y México se ofrezcan mejores apoyos a las Pymes innovadoras.