Dame una plataforma y moveré al mundo
Con un promedio de 60 millones de traslados diarios, Didi se ha consolidado como la compañía de servicios de movilidad más grande del mundo. Surgió en China hace apenas unos cuantos años y desde entonces no ha dejado de ampliar su cobertura geográfica y su portafolio de servicios. De los orígenes de la compañía, de la elección de México como punto de arranque de su proceso de internacionalización, de sus experiencias y evolución en el país, así como de las actividades y proyectos de la empresa en este año tan complejo, conversamos con Juan Andrés Panamá, quien recientemente fue promovido a la dirección general de la compañía en México.
Por: Susana Sáenz Arelle

Didi es una empresa joven y de amplia proyección internacional. Compártanos algunos hechos relevantes de su historia.
Didi nace en China en 2012 como una empresa de taxis en línea. Con el paso del tiempo fuimos incorporando otros servicios de transporte y movilidad hasta conformar un portafolio muy robusto que va desde el alquiler de bicicletas y carros de lujo, hasta el diseño de estrategias de movilidad basadas en el análisis de macrodatos, pasando por la entrega de comida a domicilio. Actualmente, realizamos un promedio de 60 millones de viajes diarios, lo cual nos ubica como la compañía de movilidad más grande del mundo. Superamos a cualquier sistema de transporte público y duplicamos tanto los viajes que realiza toda la industria aérea como los de nuestro competidor más cercano. Didi es una empresa grande y robusta con un proceso de internacionalización relativamente reciente y ahí es donde comienzo a contarte nuestra historia en México. Llegamos en abril de 2018 a Toluca, lo que constituyó nuestra primera incursión fuera de China y ahora estamos en 35 ciudades del país. A la par de esta acelerada expansión en territorio mexicano, iniciamos operaciones en países como Chile, Colombia, Australia y Japón.

¿Cuál es la dimensión actual de la compañía y cuáles son sus líneas de negocios con mayor proyección?
Considerando a los conductores que están incorporados a la plataforma, ofrecemos más de 500 mil oportunidades de empleo a nivel global y estamos presentes en países como Australia, Costa Rica, Japón, Chile, Colombia, México y Brasil. Participamos en mercados muy competidos, donde ampliamos nuestra gama de servicios conforme identificamos oportunidades de inversión. Destacaría aquí las distintas iniciativas que hemos desarrollado para apoyar las estrategias de movilidad en las grandes ciudades; particularmente, la más relevante de ellas que denominamos Smart transportation. Este proyecto que inició en China, consiste en una plataforma que nos permite analizar los macrodatos de la circulación vial en las ciudades y proponer soluciones a los gobiernos —como los sistemas de semáforos inteligentes o los carriles reversibles—, para mejorar la movilidad. Recientemente lo llevamos a Guadalajara y pretendemos ampliar tanto la cobertura geográfica como el portafolio de este segmento de negocios.

Regresemos a la internacionalización de Didi, ¿qué razones explican la elección de México como punto de arranque de dicha estrategia?
Estamos comprometidos con la mejora continua de la movilidad, tanto en las ciudades chinas como en las de otros países. Iniciamos en México nuestro proceso de internacionalización por varias razones: primero, porque las grandes ciudades mexicanas y otras de América Latina —digamos Monterrey, Guadalajara, Sao Paulo o Río de Janeiro—, se parecen mucho a las de China. Sus mayores problemas de movilidad se concentran en la periferia, donde la gente tiene un menor poder adquisitivo y debe desplazarse grandes distancias para llegar a su lugar de trabajo. El portafolios de productos que desarrollamos para China atiende este tipo de dinámica, de ahí que el arribo a México lo consideramos un paso natural. Lo segundo es el atractivo del mercado mexicano por la dinámica de su demanda interna y, finalmente, porque representa una plataforma estratégica para sustentar nuestra expansión al resto de América Latina.

A más de dos años de iniciar operaciones en México, ¿cómo ha sido su evolución en el mercado mexicano frente a la competencia de firmas como Uber, Cabify y Beat?
Las comparaciones son complicadas porque no hay suficiente información. Lo más que llegamos a disponer para estos propósitos son los reportes públicos de Uber. Pero lo que sí podemos constatar es la buena recepción que hemos tenido de conductores y usuarios mexicanos. En el último trimestre de 2019, crecimos 250% respecto al mismo periodo del año previo, una evolución impresionante. Este año, la pandemia modificó nuestras proyecciones, pero estamos confiados que seguiremos adelante apoyados en una propuesta de negocio que compagina mayores ganancias y seguridad para los conductores, con precios más accesibles y mayor seguridad para los usuarios.

¿Cuál fue el comportamiento del servicio de entrega de alimentos a domicilio?
Sin duda 2020 fue un año atípico. Las solicitudes de viaje se vieron afectadas por las restricciones a la movilidad impuestas por la autoridad sanitaria. En algunos lugares y en ciertos momentos la reducción llegó al 50%. Sin embargo, el significativo incremento en el servicio de entrega de alimentos a domicilio nos ofreció una muy buena oportunidad para ampliar la gama de nuestros servicios e incorporar una oferta de valor agregado que es bastante atractiva en estos tiempos. Con este propósito, pusimos en marcha una estrategia agresiva que nos permitió ampliar la cobertura de cuatro a 15 ciudades, considerando la que se habilitó en octubre. Paralelamente instrumentamos varias acciones para estimular las ventas de los restaurantes locales y, de esta forma, ayudarles a mejorar su flujo de efectivo. Con la promoción “Estamos contigo”, si el restaurante estaba dispuesto a ofrecer un 10% de descuento a sus clientes, nosotros aportamos un porcentaje similar. Esto ayudó a incrementar tanto el volumen de pedidos como el valor del ticket promedio. También observamos un aumento significativo en las solicitudes de registro de repartidores, prácticamente se duplicaron ya que representa una buena oportunidad de empleo en estos tiempos de crisis.

En comparación con otros países de Latinoamérica, ¿cómo ha sido su proceso de desarrollo y expansión en México?
Nuestra presencia en México y el conocimiento del mercado que hemos acumulado en este tiempo ha resultado fundamental para incorporar nuevos productos y continuar nuestra expansión al resto de América Latina. Por los buenos resultados registrados en el segmento de movilidad, México fue el primer país al que llegó el servicio de Didi Pool. También fue el primer punto de América Latina en el que habilitamos Didi Taxi, una plataforma similar a la de Didi Express con la que damos acceso a los taxistas para que reciban solicitudes de viaje. Este servicio está disponible en Cuernavaca y en Oaxaca; en esta última, la experiencia fue muy relevante porque fuimos la primera plataforma de tecnología para el transporte en la ciudad.

¿México es un mercado importante para la compañía? ¿Qué lugar ocupa?
Por mucho, China es el mercado más importante para la compañía. Le sigue a distancia Brasil, país en el que adquirimos la empresa 99, de amplia trayectoria en Latinoamérica y que contribuye con una parte importante de nuestra operaciones globales. Luego está México, con operaciones relevantes y un símbolo emocional para la compañía al representar el punto de arranque de nuestra aventura global.

¿Qué medidas han instrumentado para enfrentar la emergencia sanitaria y sus secuelas económicas?
Básicamente nos sumamos a las medidas desarrolladas por el equipo de Didi a nivel global. La primera de ellas fue la conformación de un fondo de 10 millones de dólares, con el que se apoyó hasta con 28 días de ganancias a los conductores y repartidores que dieron positivo a la prueba de la covid-19, así como a los que, por razones sanitarias, fueron confinados por las autoridades. Otra porción de este fondo lo recibieron los conductores y repartidores con familiares de primer grado enfermos de la covid-19. Buscamos apoyarlos para que permanecieran en casa y cortar así la cadena de trasmisión de contagios. El último de estos programas se ideó para proteger al personal de más de 65 años. Durante sus dos meses de vigencia, este grupo de personal tenía la posibilidad de permanecer en casa y recibir como contraprestación el 75% de las ganancias semanales.

Esa fue la primera vertiente; la segunda, se enfocó a la protección de colaboradores y clientes durante los traslados. Con este propósito, se colocaron divisiones plásticas entre las partes frontal y trasera del vehículo, y se instrumentó un programa bastante robusto para que los conductores conocieran las medidas sanitarias y de higiene que deberían aplicar antes, durante y después de los traslados. También desarrollamos una aplicación para constatar que los conductores usen el cubrebocas en forma apropiada.

La tercera vertiente tiene que ver con el apoyo a la comunidad y se aplicó de dos maneras. Una: rastreando e informando a toda la cadena de contactos cuando se recibía la notificación de un conductor con prueba positiva a la covid-19. Y dos: lanzamos el programa de Didi Hero para ofrecer viajes gratuitos o con descuento a los trabajadores de la salud, incluyendo aquí a los médicos y enfermeros, así como al personal administrativo, de limpieza de hospitales y de cualquier compañía vinculada al sector. Durante su vigencia, proporcionamos más de dos millones de viajes gratuitos o con descuento, lo que equivale a transportar a poco más del total de habitantes de la ciudad de Guadalajara, por ejemplo. Fue una manera de contribuir con un granito de arena a la importante labor realizada por el personal de salud. Un programa voluntario donde los conductores decían “sí, yo quiero apoyar”, y nosotros nos sumamos a este esfuerzo aportando la parte correspondiente a la tasa de servicio.

Además de la emergencia sanitaria y económica, sabemos que algunas organizaciones se han manifestado en contra del servicio que brindan plataformas como la suya. ¿Cómo van con ese tema?
Lo más importante es que, antes de entrar a cualquier mercado, entablamos pláticas de colaboración y entendimiento con los distintos actores locales. Buscamos identificar las opciones con que cuenta una ciudad para mejorar su movilidad y de ahí empezamos a construir soluciones. Oaxaca es un buen ejemplo de esta dinámica de trabajo. Vimos la oportunidad de llegar a la ciudad con el producto de Didi Taxi y fue así como, en colaboración con el gobierno, logramos registrar a la mayor cantidad de taxis para iniciar el proyecto. Si tú vas a la ciudad de Oaxaca, puedes abrir la plataforma de Didi y pedir un taxi que esté registrado ante el gobierno y con la seguridad y eficiencia que caracteriza a nuestra empresa. Venimos con la mentalidad de colaborar y mejorar la movilidad en todas sus vertientes, esto incluye al servicio de taxis.

¿Cuáles son sus planes de expansión? ¿Tendrán nuevos lanzamientos?
Vamos a llevar a buen puerto los planes y proyectos que anunciamos el pasado mes de julio. Una oferta que se enfoca en tarifas más accesibles y altos estándares de servicio. Recientemente, lanzamos un producto nuevo que se llama Didi Economy con el que ofrecemos una reducción de tarifas de entre 10 y 20 por ciento en los horarios de menor demanda. Con este programa, los usuarios tienen acceso a mejores tarifas y los conductores un flujo más regular de servicios a lo largo de su jornada de trabajo. Se trata de una estrategia ganarganar. Respecto a la calidad del servicio, en alianza con Unilever estamos lanzando el programa Didi Protect, destinado a mejorar los estándares de higiene en la industria. Este programa contempla la desinfección de las áreas focales en los vehículos —manijas, cinturones y volante, entre otros— antes y después de cada viaje, y el uso de antibacteriales para manos. Está previsto que los usuarios que decidan limpiar ellos mismos los asientos o las manijas tengan a su disposición estos productos.

¿Cómo esperan cerrar el año?
Buscamos tener mejores tiempos de llegada, mejorar año con año y también expandirnos dentro de las ciudades donde ya tenemos presencia, buscar llegar a las periferias que no tienen acceso a conductores, robustecer la oferta y tener los mejores precios del mercado que ahorita manejamos.

Finalmente, ¿cómo calificarían la relación que mantienen con los distintos niveles de gobierno tanto en México como en China?
Del lado mexicano, en las 32 entidades federativas encontramos muy buena disposición para abrir espacios de diálogo e intercambiar puntos de vista sobre los problemas de vialidad y sus posibles soluciones. Un buen ejemplo de este tipo de experiencia, es el proyecto Smart transportation de Guadalajara. Del gobierno chino recibimos una muy buena orientación para estructurar nuestros planes de expansión internacional: los destinos más favorables e información sobre las peculiaridades de cada mercado