¿Cuál es su evaluación del desempeño general del TLCAN tras 26 años de historia? ¿Cuál es el balance de sus resultados para la región norteamericana?
Sin duda, el TLCAN ayudó a crear un mercado regional económicamente importante y competitivo que está sumamente integrado e interconectado. La zona económica de América del Norte es la más grande del mundo: un mercado de más de 490 millones de consumidores y con un PIB combinado de más de 23 billones de dólares estadounidenses, que representa más de una cuarta parte del PIB mundial. El comercio entre nuestros tres países se ha cuadriplicado desde 1993 y hoy en día comerciamos más de un billón de dólares por año. En general, el TLCAN ha hecho de la región de América del Norte la más competitiva del mundo, en la que ya no solo comerciamos bienes, sino que producimos cosas juntos para tener productos de más calidad y más competitivos en el mundo. El TLCAN también permitió a Canadá consolidar una relación importante con un aliado estratégico en América Latina.
¿Cómo incidió el TLCAN en la relación bilateral entre Canadá y México?
El TLCAN sin duda fue el parteaguas para la relación comercial y de inversión entre Canadá y México. El comercio bilateral entre nuestros dos países pasó de valer apenas 4 mil millones de dólares estadounidenses en 1993, a valer 44 mil millones en 2019. En promedio es un crecimiento de cerca de 10% por año desde que entró en vigor el tratado. México es el tercer socio comercial más importante de Canadá. De igual manera, la inversión canadiense en México ha crecido de manera significativa, y en 2018 Canadá fue el tercer inversionista más importante en México, solo detrás de Estados Unidos y España. Sin embargo, creo que es justo decir que el TLCAN sirvió como motor para construir una relación bilateral verdaderamente amplia, integral, profunda y estratégica, a partir de algo que en un inicio era meramente formal y diplomático. Hoy en día, además de nuestra profunda relación comercial, disfrutamos de una relación de estrecha cooperación y diálogo político en muchas áreas, como migración, derechos humanos y asuntos multilaterales, defensa y seguridad pública, medioambiente, pueblos originarios y cultura.
¿Cómo ha impactado la forma en que Canadá y México interactúan con los Estados Unidos y entre sí?
La realidad es que nuestro comercio bilateral con el vecino en común era siempre más importante tanto para México como para Canadá. Antes del TLCAN, Canadá estaba muy enfocado en el mercado de Estados Unidos, para el que estaban destinadas (y siguen estando) casi el 75% de nuestras exportaciones. En México pasaba lo mismo. Nuestro comercio bilateral con nuestro vecino de al lado era siempre más importante. A través de los años, y gracias en gran parte al TLCAN, se han establecido cadenas de valor regionales sumamente importantes para ayudarnos a seguir siendo competitivos en un mundo cada vez más conectado y globalizado. Canadá y México también nos enfocamos en otras áreas de colaboración en la región de América del Norte, y en conjunto con nuestro vecino común, Estados Unidos. A través de mecanismos como la Cumbre de Líderes de América del Norte, nuestros países trabajan conjuntamente en áreas como la seguridad, la competitividad y el medioambiente para crear una economía norteamericana más integrada, sostenible y competitiva globalmente. Un ejemplo claro de esta cooperación trilateral es que actualmente estamos trabajando los tres países en contra de la pandemia del COVID-19.
Durante esos años, además del TLCAN, ¿qué otros fenómenos incidieron en la relación bilateral?
Los lazos entre nuestras poblaciones son muy fuertes, con más de 2.3 millones de canadienses viajando a México en ese año, ya sea para negocios o placer. Además, un número sustancial de canadienses, particularmente los jubilados, ha comprado propiedades en México y pasan varios meses en el país. Y también Canadá ha visto un incremento de visitantes desde México. De acuerdo con Statistics Canada, aproximadamente 470 mil mexicanos visitaron Canadá en 2019.
No hay que olvidar que en 2019, más de 27 mil trabajadores agrícolas viajaron a Canadá bajo el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales, que es un programa citado frecuentemente como modelo para acuerdos de movilidad laboral.
México es también el país de origen número once para Canadá en cuanto a estudiantes internacionales (la segunda de América Latina), con aproximadamente 20 mil estudiantes mexicanos en Canadá en 2019. Los lazos académicos y culturales son componentes esenciales para nuestra relación. Canadá fue el invitado de honor del Festival Internacional Cervantino en octubre del año pasado, marcando los 75 años de nuestras relaciones diplomáticas. En el mismo año tuvimos la visita de la orquesta sinfónica de Montreal, un festival de cine canadiense, ¡y mucho más!
Nuestra colaboración académica es fundamental. Muestra de ello son los más de 300 memorandos de entendimiento entre nuestras instituciones académicas, que sirven para facilitar los intercambios educativos.
¿Considera que ambas naciones han aprovechado por completo su proximidad y sus tratados? ¿Cuáles son las áreas de oportunidad?
Como resultado de nuestra proximidad y como vecinos de Estados Unidos, la economía norteamericana ha desarrollado una plataforma de producción integrada que maximiza nuestras capacidades y que hace que nuestras economías sean más innovadoras y competitivas. Hemos desarrollado cadenas de suministro regionales y continentales, que han abierto nuevas oportunidades globales de exportación para nuestras compañías.
Otra oportunidad que vemos actualmente es atraer más inversiones a Canadá. Hasta ahora, ha habido poca inversión mexicana en Canadá. Estamos trabajando en eso tomando en cuenta la estabilidad y diversidad de la economía canadiense.
La emergencia de poderes económicos nuevos, así como la creación de regiones comerciales y el incremento en la competencia global, están transformando la dinámica de la economía mundial. A su vez, esto ha presentado retos nuevos a la prosperidad futura de América del Norte.
Debido a nuestra proximidad geográfica, los tres países enfrentamos asuntos comunes relacionados con la sustentabilidad ambiental, desastres naturales y pandemias. Además, nuestras fronteras continentales compartidas traen consigo riesgos de seguridad, como el flujo de drogas ilícitas, crimen trasnacional y terrorismo.
La cercana colaboración entre los gobiernos de Canadá, Estados Unidos y México es crítica para enfrentar estos retos de seguridad y de medioambiente. Esta colaboración se basa en valores democráticos comunes, respeto para la aplicación de la ley y principios de libre mercado.
Más allá del bloque de América del Norte, los tres países trabajamos juntos para fomentar la prosperidad y seguridad. Colaboramos dentro de la Organización de Estados Americanos, la Organización Mundial de Comercio y el G20 con el objetivo de reforzar la efectividad de estos cuerpos internacionales para enfrentar retos globales.
¿Cómo fue la relación bilateral durante el proceso de negociación del T-MEC?
Como toda negociación hubo momentos buenos y momentos difíciles, pero eso es completamente normal, especialmente en una negociación tan importante. Desde el inicio, en 2017, Canadá trabajó de manera cercana con Estados Unidos y México para lograr avances en todas las áreas. Aunque hubo cambios en el camino, y a veces pensábamos que la salida era distante, mantuvimos nuestra determinación y enfoque. Durante todo el proceso, México demostró su compromiso para renovar nuestra relación trilateral y su voluntad de alcanzar un resultado positivo. Y, trabajando juntos, pudimos regresar la estabilidad y la predictibilidad a nuestra relación comercial en beneficio de todas nuestras empresas y ciudadanos.
¿Qué opinión tiene del tratado resultante? ¿Tenemos uno mejor que el TLCAN?
Cuando nos pidieron la renegociación del TLCAN, estábamos decididos a mejorar el acuerdo, refinarlo y modernizarlo para el siglo XXI. Esto es exactamente lo que logramos. El arribo del T-MEC subraya un importante entendimiento renovado entre los tres países sobre la importancia de nuestra relación comercial mutua. El nuevo acuerdo mantiene el acceso de mercado que teníamos antes; es decir, no hay nuevos aranceles.
Un resultado muy importante fue la modernización del TLCAN, y ahora contamos con un acuerdo de última generación que incluye temas como el comercio electrónico, pymes y buenas prácticas regulatorias. También es un acuerdo más moderno porque incluye el tema de género, temas laborales y de medioambiente.
En términos generales, el nuevo acuerdo moderniza de manera significativa varios capítulos, y también incluye varios capítulos modernizados y capítulos nuevos que responden a un mundo muy diferente de lo que era hace casi 30 años.
Cuando entre en vigor, este acuerdo será el acuerdo comercial más progresista que Canadá jamás haya negociado.
¿Cuánto se ha acercado el gobierno canadiense a la actual administración del gobierno de México? ¿Cómo perciben el acercamiento del gobierno mexicano?
Canadá está trabajando con la administración de Andrés Manuel López Obrador para seguir fortaleciendo nuestra cooperación en temas de interés común. En octubre de 2018, durante el periodo de transición, recibimos en Canadá a una delegación de siete secretarios y secretarias designados, encabezada por el ahora secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que sirvió para renovar y guiar nuestras relaciones hacia adelante en temas diversos, desde medioambiente y recursos naturales hasta comercio.
Desde entonces, hemos podido mantener buen acceso a la administración actual y hemos podido discutir temas complejos como son las preocupaciones de inversión de compañías canadienses, por ejemplo, en los sectores de minería y energía.
En 2019 se cumplieron 75 años de relaciones diplomáticas entre Canadá y México, y esperamos con agrado seguir tejiendo lazos para el futuro a través de nuestros valores compartidos y nuestro compromiso con un mundo seguro, próspero, incluyente y democrático.
Canadá y México estamos unidos en nuestro deseo de combatir el cambio climático, de fomentar la equidad de género, de promover los derechos de los pueblos indígenas, así como la inclusión y la diversidad, y de construir economías que funcionen para todos.
¿Qué le espera a la relación bilateral?
Canadá se ha comprometido a mejorar y expandir sus relaciones con México. Desde 2004, la Alianza México Canadá (AMC) ha servido como el mecanismo clave para la cooperación bilateral. Es un catalizador para la acción concertada entre nuestros gobiernos, sectores privados y socios no gubernamentales para lograr objetivos comunes y prioridades mutuamente beneficiosas.
Canadá y México también cooperan en asuntos de seguridad a través de diversos canales oficiales, incluyendo consultas bilaterales de seguridad anuales, consultas de militares a militares, y el recientemente creado Diálogo sobre Seguridad Pública.
También establecimos recientemente un diálogo anual sobre derechos humanos y uno sobre asuntos multilaterales para también compartir puntos de vista y posturas en estos temas. Con el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores y otros integrantes del gobierno de México, hemos compartido experiencias canadienses de nuestra política internacional feminista, tanto como políticas de análisis basado en género (GBA+), para asegurar equidad de género en nuestro gobierno. Y a través de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales también hemos compartido experiencias canadienses con respecto a consultas con los pueblos originarios, y con participación de pueblos indígenas de ambos países.
En lo que se refiere a la parte comercial, hay que notar la participación tanto de Canadá como de México en el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TIPAT o CPTPP, por sus siglas en inglés). Tenemos muchas oportunidades de seguir trabajando. Asimismo Canadá ha sido un miembro muy activo en la Alianza del Pacífico, en donde estamos trabajando para llegar a un acuerdo comercial, además de varios proyectos de cooperación.
Canadá y México también estamos comprometidos en el área multilateral, en donde trabajamos conjuntamente en las propuestas de reformas a la Organización Mundial de Comercio.
Finalmente, ¿en general, cómo prevé que impacte el COVID-19 al área de libre comercio de Norteamérica?
En nuestro mundo global de comercio interconectado, el COVID-19 sin duda alguna afecta la manera en que nuestras compañías operan. El impacto económico se está sintiendo ciertamente en la economía global, en América del Norte y en Canadá. Aunque a consecuencia de la contingencia, Canadá y Estados Unidos decidieron restringir temporalmente los viajes no esenciales a través de nuestras fronteras durante 30 días (a partir del 21 de marzo), reconocemos la importancia de preservar nuestras cadenas productivas. Estas cadenas aseguran que comida, combustibles y medicamentos lleguen a la gente de ambos lados de la frontera. Las cadenas de producción, incluyendo el transporte de mercancías, no son afectadas por esta medida.
Estados Unidos y México tomaron medidas parecidas como muestra de colaboración para tratar de limitar la propagación de la infección.
Canadá está trabajando con sus socios internacionales para mantener las cadenas de producción abiertas y conectadas durante la pandemia, para asegurarse de que las compañías canadienses puedan continuar entregando bienes esenciales a la gente que más los necesita.
Uno de los aspectos más importantes del comercio es que nos da un sentido de “propósito compartido” a través de nuestras fronteras, trabajando para necesidades comunes durante las circunstancias más extraordinarias.
Canadá está comprometido a apoyar a exportadores canadienses y al libre flujo de bienes y servicios por nuestras fronteras internacionales. Esto incluye garantizar que nuestros exportadores tengan la información y los consejos del Trade Commissioner Service, así como de Export Development Canada, además de acceso a fondos para ayudar a las empresas en mercados globales.
Ministros canadienses y otros oficiales están en contacto regular con sus contrapartes mexicanas y estadounidenses para compartir sus puntos de vista, discutir retos comunes y encontrar maneras de colaborar por un beneficio mutuo en estos momentos tan inciertos. La relación de América del Norte es fuerte y estoy seguro de que juntos podremos mitigar los impactos del COVID-19 y superar esta coyuntura tan difícil.