Entrevista con el Embajador de México en Francia, Agustín García-López Loaeza
Por: Norma Garibayy

Foto: Efrén García García, consejero de prensa de la Embajada de México en Francia¿Cuál es la situación de la relación México-Francia, con énfasis en el aspecto comercial y económico?

La relación de México con Francia descansa en valores y principios compartidos, es fuente de gran admiración y respeto mutuo, y se caracteriza por profundos vínculos culturales, intelectuales, sociales y económicos que se remontan al siglo XIX. Hoy en día, se expresa en una gran voluntad política al más alto nivel, un intercambio académico creciente, nuevos y fructíferos ámbitos de cooperación, así como un volumen comercial y de inversiones cada vez más importante. En esta etapa, Francia reconoce que tanto las recientes reformas estructurales como la ejemplar apertura comercial de México enriquecen las numerosas oportunidades de inversión como socio estratégico.

La relación económica bilateral goza de un sólido marco jurídico, constituido, en primer lugar, por la firma del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea en el año 2000, el cual favorece la exportación de diversos productos agrícolas y manufacturados de nuestro país. Actualmente, el Gobierno de México ha obtenido el respaldo decidido de Francia para impulsar la revisión de este importante tratado comercial con sus socios europeos. Asimismo, México y Francia han implementado otros instrumentos jurídicos que favorecen un in-tercambio económico aún más profundo; a saber, el Acuerdo para Evitar la Doble Imposición e Impedir la Evasión Fiscal en materia del Impuesto sobre la Renta, el Acuerdo de Asistencia para Fraudes Aduanales, así como el Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones.

El auge del comercio y la inversión, en los últimos 15 años, subraya el excelente estado que guarda nuestra relación bilateral. Con una tasa de crecimiento anual promedio de 20%, el intercambio comercial se ha duplicado desde 2004 y hoy representa más de 5 mil millones de dólares anuales. Cabe destacar que, en el mismo periodo, las exportaciones de México a Francia se han cuadruplicado y consisten primordialmente en dispositivos médicos, productos de manufactura en el sector de las telecomunicaciones, el energético y, con creciente importancia, el aeronáutico. De cara al futuro, el presidente Enrique Peña Nieto y su homólogo francés, François Hollande, se comprometieron —en el marco de la visita de este último a México, en abril de 2014— a dar un fuerte impulso a la relación comercial con la ambiciosa meta de aumentar los intercambios entre ambos países para alcanzar 7 mil millones de euros en 2017.

Más allá de promover el intercambio comercial, los mandatarios han expresado su voluntad para generar una verdadera asociación estratégica mediante la cual Francia se convierta en la puerta de entrada de México a Europa y, a su vez, México lo sea para Francia en el continente americano. Lo anterior se tradujo en la creación, en 2013, del Consejo Estratégico Franco-Mexicano (CEFM), el cual integra a grandes empresarios, importantes figuras del mundo cultural y actores clave del ámbito legislativo. Su cometido consiste en estrechar los lazos entre México y Francia mediante un diálogo que permita identificar y proponer oportunidades de negocios y proyectos de cooperación que redunden en beneficio para ambos países.

 

¿Nos puede hablar de la presencia de empresas mexicanas en Francia, así como de las inversiones francesas en México?

La inversión francesa se está forjando un lugar clave en la economía mexicana. De 1999 a 2015, la inversión extranjera directa (IED) acumulada de Francia en México fue de 2 mil 224 millones de dólares, situando a Francia en la novena posición como mayor inversionista en México a nivel global y la quinta entre los países europeos. No obstante, esta cifra es considerablemente mayor, ya que una parte del capital invertido en México se lleva a cabo en triangulación, a través de filiales francesas en otros países. La Embajada trabaja de la mano con ProMéxico para promover la inversión y la implantación de un mayor número de empresas francesas. 

Los mandatarios han expresado su voluntad para generar una verdadera asociación estratégica mediante la cual Francia se convierta en la puerta de entrada de México a Europa y, a su vez, México lo sea para Francia en el continente americano

 Asimismo, la inversión francesa se concentra, principalmente, en las in-dustrias manufactureras, el comercio, los transportes y los servicios financieros. Existen alrededor de mil 600 empresas con participación gala que, mayormente, se ubican en Nuevo León, Tamaulipas, Querétaro, Distrito Federal, Coahuila, Estado de México y San Luis Potosí. Entre las principales empresas en el país se encuentran AXA, Danone, Valeo, L’Oréal, Saint-Gobain, Sanofi y Alstom, aunque destaca la creciente presencia de gigantes del sector aeronáutico como Airbus, Dassault Aviation y Safran.

La industria automotriz y de autopartes en México que ha atraído más de 33 mil millones de dólares de IED en los últimos 15 años también ha capturado la atención de la industria francesa. Los intercambios entre la Industria Nacional de Autopartes A.C. y la Fédération des Industries des Equipements pour Véhicules se han multiplicado en los últimos dos años. Cada vez más empresas de autopartes francesas, como Lisi Automotive, Valeo y Faurecia, reconocen a México como principal proveedor de autopartes del mercado norteamericano y octavo productor de vehículos en el mundo.

Por su parte, y pese a ser más moderada, la IED en Francia experimenta un incremento sostenido y un acelerado desarrollo. Según los datos del Banco de Francia, la inversión directa de México en este país ascendió a mil 800 millones de euros entre 2001 y 2012. Por ser más reciente, esta se ha dado por medio de fusiones y adquisiciones. La principal inversión mexicana es la de Cemex, segundo productor de concreto premezclado y el quinto productor de agregados en Francia, que emplea a unas 2 mil personas. Otras empresas mexicanas presentes en Francia son Sigma Alimentos —que llegó al mercado francés con la adquisición de Campofrío (española)— y Mexichem, la cual cuenta con tres centros de producción de tuberías de PVC tras la adquisición de la holandesa Wavin. Una inversión un poco más modesta, pero cuyo simbolismo no pasa desapercibido, es la presencia de Chateau Fonchereau, una vitivinícola mexicana, en la región de Burdeos.

 

¿De qué manera la industria aeroespacial y su potencial de crecimiento pueden repercutir en beneficios para México?

México es, hoy por hoy, un importante centro logístico y de manufactura aeroespacial. Esta industria ha tenido un crecimiento anual de alrededor de 19%, desde 2004. Existen más de 300 empresas del sector aeroespacial instaladas en nuestro país, por lo que se ha convertido en el 14º proveedor de componentes aeronáuticos en el mundo y el primer destino mundial de IED en el sector aeronáutico. Además, se posiciona entre los 10 principales exportadores de la industria aeronáutica para 2020 y se espera que antes de 2018 llegue al mercado el primer avión con piezas totalmente manufacturadas en México. Si bien 80% de las exportaciones mexicanas en este sector se destinan a Estados Unidos, las transacciones hacia Francia se situaron en alrededor de 200 millones de dólares en 2013, con una tasa media de crecimiento anual de 13.5%, entre 2009 y 2013.

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La industria aeroespacial francesa, que emplea a más de 134 mil 700 personas, es uno de los principales líderes mundiales del sector. En su esfuerzo por diversificar sus fuentes de abastecimiento de partes y componentes, los grandes grupos como Airbus, Safran y Dassault, así como pequeñas y medianas empresas francesas, buscan establecerse en México como plataforma para abastecer al mercado norteamericano. En este sentido, nuestro país ofrece una infraestructura industrial y logística de primera categoría, acceso a las cadenas de valor de Norteamérica y mano de obra calificada.

Varias entidades ya han aprovechado el crecimiento exponencial de esta industria y las sinergias con Francia. Destaca el caso de Querétaro y su campus aeronáutico, inaugurado en abril de 2014, donde los proyectos de producción se acompañan de un importantísimo componente de formación, capacitación, investigación y transferencia de tecnología con la participación de empresas, cámaras industriales, centros de investigación e instituciones académicas. Además, este crecimiento acelerado ha permitido el desarrollo de un tejido industrial de primera categoría, perfectamente acoplado con las cadenas de valor de Norteamérica y el mundo, atrayendo cada vez más inversiones de empresas del sector como Airbus, mbda, Dassault Aviation, Astrium, Thales, Aerolia, Nexter Systems, Socata, Safran, Snecma, Messier-Bugatti-Dowty, Zodiac, Labinal Power Systems y Latécoère.

Como ha venido haciendo desde 2011, el Gobierno de México estuvo en la 51° edición del Salón de la Aeronáutica y el Espacio de Le Bourget, el pasado junio. La participación de México en este evento adquiere particular relevancia pues ocurre tras la exitosa organización de la primera Feria Aeroespacial México 2015, la cual congregó a los más importantes representantes comerciales del ámbito aeronáutico civil y militar en la Base Aérea Militar No. 1 de Santa Lucía. Ejemplos como estos ilustran cómo México se posiciona para convertirse en uno de los primeros 10 países del sector aeronáutico en 2020.

 

Al llegar como embajador a Francia en 2013, ¿qué fue prioritario, activar o dar continuidad?, ¿dónde se necesitaba trabajar con mayor concentración?

A mi llegada a la Embajada de Francia, el canciller José Antonio Meade me encomendó como prioridad impulsar el relanzamiento de la relación bilateral en todas sus aristas. Así, desde la visita a México del ministro de Asuntos Extranjeros y Desarrollo Social de Francia, Laurent Fabius, en julio de 2013, durante la cual se conformó el CEFM como herramienta fundamental de la relación bilateral, los encuentros entre representantes de Gobierno, legisladores, empresarios, personalidades y miembros de la sociedad civil de ambos países se han intensificado en los últimos dos años. La Embajada de México en Francia, tomando la estafeta del excelente trabajo realizado por el ahora subsecretario de Relaciones Exteriores, embajador Carlos de Icaza, ha facilitado dichos encuentros, abriendo nuevas perspectivas de cooperación y concertando alianzas con diversos actores en Francia y México para profundizar y potenciar la relación de ambos países.

Los logros arriba mencionados han sido posibles pese a un entorno económico poco favorable, resultado de la crisis financiera de 2008. Aunque ya muestra signos de recuperación, Francia mantiene niveles de crecimiento económico moderados e intenta paliar el enorme reto del desempleo, que tanto afecta a los jóvenes y a las familias más desfavorecidas. El mercado europeo, en términos generales, sigue lidiando con las dificultades financieras de algunos de sus miembros. Por su parte, México se mantiene como una nación con estabilidad macroeconómica, con finanzas públicas sanas, con una política monetaria autónoma, un tipo de cambio flexible y un sistema bancario sólido. Ello facilita la labor cotidiana de esta Embajada de promocionar a México como un destino atractivo para las inversiones directas y como importante socio estratégico, pese a los retos que presenta el actual entorno económico mundial.

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En reuniones con empresarios franceses, sobre todo aquellos que no conocen nuestro país, siempre subrayo cinco grandes ventajas que lo distinguen: 1) México es un destino confiable para invertir; 2) cuenta con una mano de obra calificada; 3) tiene una ubicación geográfica estratégica; 4) nuestros tratados comerciales nos acercan a millones de potenciales consumidores, y 5) tenemos un mercado interno de más de 100 millones de personas. Asimismo, destaco las reformas estructurales emprendidas por el Gobierno del presidente Peña Nieto para aumentar la productividad, el crecimiento económico y el empleo en beneficio de la sociedad mexicana, mismas que abren un nuevo abanico de posibilidades para atraer inversiones que tocan sectores estratégicos como las telecomunicaciones y la energía.

 

¿Actualmente, en qué sectores trabaja la Embajada para fortalecer el intercambio comercial y de inversiones entre ambas naciones?

En materia comercial, se han identificado varios nichos para productos mexicanos en sectores y mercados tan variados como el agroalimentario, las industrias creativas (cine, animación, juegos por computadora), el automotriz, el textil o el calzado, por citar algunos. El año pasado, el mercado de preparación de legumbres, hortalizas y frutas en Francia ascendió a 6 mil 157 millones de dólares. Se estima que esta cifra tendrá un crecimiento anual de 3.5% en el periodo 2014-2019. Precisamente, las exportaciones mexicanas de estos productos a Francia, entre 2012 y 2014, presentaron un crecimiento anual promedio de 52%, alcanzando un monto de 1.4 millones de dólares durante el último año. Por lo que, en junio de 2015, una delegación de empresarios mexicanos del sector agroalimentario realiza una visita a París, acompañados por ProMéxico.

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Del mismo modo, una delegación de empresarios del diseño textil visitará Francia para evaluar opciones de negocios y tendrán la oportunidad de entrevistarse con directivos del Instituto Francés de la Moda. De manera complementaria, y con el fin de mostrar sus productos, se instalará una tienda conceptual o Pop-up Store de junio a julio de 2015 en el emblemático barrio de Le Marais, en París. Este será el primer establecimiento mexicano en su tipo en el mundo, un proyecto piloto para promover y vender artículos de moda, hogar, diseño textil, joyería y accesorios, a través del cual se detonará la demanda de productos mexicanos en el mercado francés, y contará con la participación de 30 diseñadores nacionales de excelencia.

Finalmente, cabe destacar las oportunidades de inversión en materia de energía renovable. Francia es el segundo país con mayor capacidad instalada en centrales eólicas y solares para la generación de electricidad en Europa. En 2012 se ubicó entre los primeros cinco lugares en producción de etanol y biodiesel. Se trabaja actualmente para atraer empresas francesas que desarrollen nuevas tecnologías y proyectos del sector solar fotovoltaico, ya que México cuenta con factores de competitividad que lo hacen atractivo para que empresas del sector inicien o amplíen sus capacidades de producción en este país.

 

¿Qué destacaría de la agenda de la visita de Estado del presidente Peña Nieto en el mes de julio?

Esta visita estará cargada de simbolismo para ambas naciones: México será, por primera vez, invitado de honor en el desfile conmemorativo de la toma de la Bastilla; cadetes mexicanos del Heroico Colegio Militar, de la Heroica Escuela Naval Militar y de la Gendarmería Nacional desfilarán por los Campos Elíseos. Su participación en el desfile es una muestra simbólica de fraternidad y un testimonio de los lazos de cooperación entre México y Francia en materia de seguridad, lucha contra el terrorismo y el crimen organizado.

Adicionalmente, la visita de Estado comprende una importante agenda de trabajo y diversos entregables de beneficio mutuo en materia de cooperación académica y científica, salud, cultura, cooperación descentralizada, comercio e inversiones. Tendrá lugar el segundo Foro Económico Franco-Mexicano, que contará con la presencia de representantes de grandes, medianas y pequeñas empresas, y donde se abordarán temas de productividad, competitividad y panorama financiero de México.

Asimismo, se expondrán oportunidades para el desarrollo conjunto de cadenas de valor en industrias prioritarias como la aeronáutica y automotriz, así como oportunidades en sectores clave como la infraestructura, el transporte, el tratamiento de agua, la energía y el turismo. En este marco se celebrará un foro dedicado integralmente a la reforma energética en México, en el que se presentarán las oportunidades de negocio para la IED y el marco regulatorio para operadores internacionales que busquen alianzas estratégicas en nuestro país. Este foro será el escenario propicio para el intercambio de mejores prácticas con los grupos privados y entidades del sector energético francés, quienes compartirán su experiencia en materia de gestión y transición de entidades públicas e inversión en dicho sector. En este sentido, se expondrá el tema de migración de contratos de servicios y se analizarán las necesidades de la cadena de suministro del sector energético.

 

¿El TPP supone una amenaza para Francia en la competencia por mercados europeos?

Autoridades y empresarios franceses siguen con interés el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), que constituye una pieza clave en la estrategia comercial de nuestro país con una de las regiones más dinámicas y de mayor crecimiento en el mundo. Nos permite también fortalecer
los lazos intrarregionales con nuestros socios latinoamericanos que miran al Pacífico: Chile y Perú. Francia y México se reconocen a sí mismos como jugadores de peso en el escenario comercial del siglo XXI: Francia por ser un motor del bloque comunitario europeo y el segundo país con el espacio marítimo más extenso del mundo al tener fronteras marinas con 30 países; México por su red de tratados comerciales y por su posición geográfica estratégica entre América del Norte, América del Sur, el Atlántico, el Caribe y el Pacífico.

La visita de Estado estará cargada de simbolismo para ambas naciones: México será, por primera vez, invitado de honor en el desfile conmemorativo de la toma de la Bastilla, cadetes mexicanos desfilarán por los Campos Elíseos

En este escenario global, los bloques comerciales son flexibles en su gobernanza interna y cuentan con instancias de diálogo informales, por lo que se trata de una respuesta congruente de los Estados a la globalización. Los gobiernos de México y Francia identifican puntos de convergencia que benefician a ambos países. Es el caso de la actualización del acuerdo global entre México y la Unión Europea, que busca poner al día el marco jurídico, el diálogo y la cooperación en temas tan variados como comercio e inversión, energía, agenda digital, derechos humanos, desarrollo sostenible y terrorismo, por citar algunos. En esta negociación, la posición de México se fortalece precisamente gracias a su inserción en el mercado global por medio de mecanismos tales como el TLCAN, la Alianza del Pacífico y el TPP.

 

¿Considera que México podría adoptar una estrategia de promoción integral de la “Marca México”, replicando lo que Francia ha hecho?

El ejemplo de Francia es valioso y sirve a nuestro país para fortalecer el alcance y éxito del uso de la “Marca México”, así como para dar a conocer al mundo su sobresaliente diversidad natural, gastronómica, arquitectónica y cultural. Son notables los esfuerzos realizados por distintas instancias del Gobierno —en especial del Consejo de Promoción Turística de México, que cuenta con una representación en Francia— para promover y renovar la imagen del país en el extranjero. Recordemos que en 2010 la tradición gastronómica mexicana fue inscrita por la Unesco en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, al mismo tiempo que la gastronomía francesa. La “Marca México” nos ayuda, entonces, a plasmar el significado de esta amplia riqueza en una marca identificable a nivel nacional e internacional, en particular como logotipo de la experiencia que tienen los extranjeros que visitan nuestro país y los nacionales que añoramos México cuando estamos lejos.