¿Cuáles han sido las etapas más relevantes en el proceso de industrialización de Aguascalientes?
Básicamente han sido dos. La primera ocurre a principios del siglo XX, con la llegada de los talleres de reparación de ferrocarriles [Talleres Generales de Construcción y Reparación de Máquinas y Material Rodante], para lo cual se aprovechó la situación geográfica que tiene el estado. Al establecer los talleres en Aguascalientes, hicieron que la fase de industrialización pasara necesariamente por aquí, dado que las vías férreas eran las que comunicaban hacia el norte. Nos pusieron en el centro de las comunicaciones entre el altiplano y el norte de México.
La segunda se debe a la presencia de la fundidora [Gran Fundición Central Mexicana], propiedad de Solomon Guggenheim. Ello ocasionó la fusión de culturas, la presencia de inversión extrajera y de técnicos e ingenieros del exterior. Empezó así el desarrollo de una fuerza laboral calificada en el ramo de la fundición, que podríamos decir que es el principal antecedente de la industria metal-mecánica. Una tercera etapa sería lo que es actualmente Aguascalientes.
¿Cuáles son los sectores más importantes de esta tercera etapa?
El principal es el de la industria automotriz y de autopartes. Es el de desarrollo más fuerte dentro del estado, básicamente a través de las dos plantas de Nissan, que es una coinversión entre Francia y Japón. Una nueva inversión, japonesa-alemana, entre Nissan y Daimler AG, llamada Compas [Cooperation Manufacturing Plant Aguascalientes] se ocupará de producir los modelos de lujo de Nissan, como las camionetas Infinity, y los Mercedes Benz Clase A —autos compactos—, lo que les permitirá a la vez compartir sus plataformas tecnológicas. A nosotros como estado, esto nos da una gran ventaja. Esa nueva coinversión está consolidando a Aguascalientes dentro del sector.
Frente el futuro, la estrategia del gobierno del Estado busca la diversificación a otros sectores, aprovechándonos de la experiencia que se tiene en las manufacturas. Vamos hacia el sector aeronáutico; muchas de las piezas para la fabricación de un avión son muy similares a las que se requieren para fabricar un vehículo automotor. Lo que requerimos es conducir a las empresas locales hacia la certificación internacional para que puedan ser proveedoras de este sector.
Para alcanzar la certificación, ¿fomentan los vínculos entre Gobierno estatal, academia y empresas?
Los fomentamos, así es. Incluiría también a los centros de investigación. En la actualidad tenemos en el estado ocho centros de investigación de Conacyt, uno de los estados con mayor concentración per cápita. Esto nos da la posibilidad de desarrollar innovación y tecnología para alcanzar las certificaciones de las agencias aéreas norteamericana o europea, donde los estándares de calidad son muy altos.
Tenemos además universidades y empresas que están implementando el modelo dual alemán. En este esquema, los estudiantes de último año están en las empresas en prácticas para luego volver a la universidad a culminar sus estudios.
¿Cómo lo logramos? Formalizando la relación de trabajo. Se tiene un contrato formal con los muchachos por parte de la empresa y el Gobierno del Estado aporta, a través del Sistema Nacional de Empleo de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, becas para complementar los ingresos de los estudiantes. De esta manera tienen la responsabilidad de un trabajo formal.
La intención es aprovechar este tipo de modelo para incorporar también a los centros de investigación de la entidad y poder entonces pasar de la investigación orientada a las publicaciones a la investigación aplicada al sector productivo. Vamos entonces hacia un modelo de cuatro hélices: Gobierno, empresas, academia, centros.
El propósito, naturalmente, también es que quienes están estudiando puedan encontrar alternativas en el mercado laboral formal que les permitan tener un nivel de vida adecuado para ellos y sus familias.
Además del aeroespacial, ¿qué otros sectores tiene en la mira el Gobierno de la entidad?
Dentro de la manufactura e investigación aplicada, nos dirigimos al sector médico en dos vertientes. Una es la robótica humana, para que aprovechemos lo que ya se ha desarrollado en robótica y mecatrónica pero ahora aplicadas a la parte humana. La otra es la farmacéutica. Estamos ampliando las relaciones con países como Francia, que es uno de los más adelantados en estos dos sectores, y buscamos concretar vinculaciones con empresas y universidades. Queremos ahondar en ese modelo de desarrollo que integra la educación, la práctica y el crecimiento de empresas locales.
Por otro lado, hay una oportunidad que nos está dando el propio mercado, y es el sector agroindustrial. Si bien Aguascalientes es un estado pequeño, se ha desarrollado mucho la tecnología para la producción agrícola, a través de macrotúneles e invernaderos, orientados a productos como las frutillas —las fresas, moras y zarzamoras—, que tienen una alta demanda en los mercados tanto europeos como asiáticos. Somos también uno de los productores más importantes de pollo, lo que nos coloca en la posibilidad de exportar a Asia. Crear una zona libre de problemas sanitarios de carne de puerco nos da asimismo otra ventaja para exportar a los países asiáticos, de donde hemos estado atrayendo a compradores e inversionistas.
¿Aguascalientes tiene mano de obra calificada?
Esa es otra ventaja que también tiene Aguascalientes. En el estado tenemos 30 universidades —públicas y privadas, grandes y no tan grandes— donde se está realizando la capacitación de los jóvenes. Más de la mitad de la población de Aguascalientes es menor de 35 años. La mayoría de los jóvenes participan dentro de las universidades y el 52% de la población estudiantil son mujeres, que están incursionando precisamente en áreas como tecnologías de la información y desarrollo de software para la tecnificación de la producción agrícola. Esto nos va a brindar una nueva manera de producir en el campo, no basada nada más en la agricultura protegida o por contrato, sino en la mejora de los rendimientos a través del uso de tecnología en la producción.
¿Son las Pymes una alternativa para los jóvenes de la entidad?
Si bien ha sido muy importante la inversión extranjera en esta etapa de crecimiento del estado, esta administración va a dar muchísimo impulso a las empresas locales. De hecho, se ha generado un distintivo llamado “Hecho en Aguascalientes”, cuyo eslogan es “Elaborado localmente, con calidad global”, y hemos comenzado a cumplir con certificaciones tanto de empaque como de embalaje y sanitarias, para poder exportar alimentos procesados a mercados tan exigentes como Francia.
Lo que buscamos es que las empresas locales puedan aprovechar también los centros de investigación de la entidad, y la innovación y la tecnología aplicadas, para que tengan la posibilidad de llegar a esos nuevos mercados donde hay demanda de productos como los nuestros.
Eso es parte de lo que consideramos debemos hacer ahora: acrecentar y consolidar la productividad, y alcanzar las certificaciones para las empresas locales de distintos sectores, a fin de que puedan ser competitivas en cualquier parte del mundo.
La políticas planteadas por el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ¿impactan la inversión extranjera en Aguascalientes?
Si bien es cierto que los mercados, sobre todos los financieros, estuvieron sumamente nerviosos al inicio de la administración del nuevo presidente de Estados Unidos, también se nos presentó la gran oportunidad de dirigir nuestra visión hacia otros mercados a los que antes, por confort, no veíamos, pues teníamos mucho más cerca el mercado norteamericano.
¿Qué está pasando ahora? Tenemos mercados tan atractivos como China y el sudeste asiático, con un potencial de compradores cuya capacidad económica es similar a la de la clase media norteamericana. Si miramos a Europa, los alimentos que nosotros consideramos “de diario”, como los nopales y el cuitlacoche, son allá altamente apreciados como alimentos gourmet. Lo que necesitamos es saber cuáles son sus requerimientos, cómo quieren que se les envíen los productos y cuáles son los mejores mecanismos de exportación.
La planta automotriz, que no se ha movido de Aguascalientes, ha visto que el propio mercado interno es un motor que pueden aprovechar de mejor manera, para sustituir las exportaciones al mercado norteamericano, en caso de que se diera algún frenón importante.
También tenemos a Centroamé-rica, Sudamérica y los países que expresaron su intención de formar parte del tpp que no se ha dado, como Australia, Nueva Zelanda y Vietnam, entre otros. A estos países podemos orientar nuestra producción local de vehículos con los modelos que se fabrican en la actualidad.
Digamos entonces que si bien al principio hubo cierto nerviosismo y precaución para continuar con las inversiones, en estos momentos ya se tienen alternativas que nos permiten asegurar que las inversiones continúan y que la producción local tiene ya lugar en mercados alternos al norteamericano.
¿Cuáles son entonces las inversiones más importantes que quedan confirmadas? ¿Tienen un monto estimado total?
La más importante es la Compas, de Nissan con Daimler, de dos mil mdd y una generación de más de cuatro mil empleos en su primera etapa. Esto va a atraer empresas filiales del grupo Daimler, que se convierten en sus proveedoras y que a su vez nos permiten desarrollar convenios para la transferencia de tecnología alemana a empresas locales.
Otro aspecto importante de las inversiones se deriva de la reforma energética y la apertura de los mercados. A la fecha, Aguascalientes es el único punto en el país donde confluyen Kansas City, South West y Ferromex. En la entidad se está desarrollando un ferropuerto de hidrocarburos para almacenar gasolinas y diesel. Esto permite dar sustentabilidad energética tanto a las empresas locales —lo cual es un atractivo adicional para las inversiones— como a la región.
A las inversiones extranjeras se les garantiza el éxito con este tipo de infraestructura productiva y con facilidades de tipo fiscal, como contar con una aduana interior y la zona industrial de puerto seco en Veracruz. A través de los recintos fiscalizados, se ofrece una ventaja fiscal tanto para las importaciones temporales como para las exportaciones. Estas son ventajas que nos distinguen de los alrededores y nos permiten garantizar ese flujo de inversión.
Quizá nos alarmamos de más; si una empresa extrajera se ha instalado en México, lo ha hecho porque hay diversos elementos favorables, como los que usted menciona, más las cadenas de valor. No se van a ir de un día para otro nada más porque sí.
Esa es una de las razones. Al abordar el tema con las armadoras locales, veíamos también que las empresas armadoras en Estados Unidos seguirían dependiendo de las autopartes que fabricamos aquí en el país. Si alguna de las empresas decidiera cerrar parte de su manufactura final, tendría que seguir comprando las autopartes en México para exportarlas a Estados Unidos. No les queda de otra, por competitividad de precios y sobre todo por la calidad de las piezas. En los últimos años, el sector automotriz y de autopartes ha desarrollado una muy buena cadena de valor, tanto de proveeduría como de investigación y desarrollo de nuevos productos aplicados a los automóviles, que nos colocan como el cuarto país en el mundo. Eso también lo evalúan las grandes armadoras con apellido norteamericano, y no es tan fácil, como bien dices, tomar la decisión de cerrar aquí para irse a fabricar todo a Estados Unidos. Es parte de lo que ellos han estado analizando también.
Esta es entonces la tercera fase histórica del desarrollo industrial de Aguascalientes.
Así es. Lo que debemos hacer es transitar —precisamente por ser un estado pequeño, con no muchos recursos naturales— hacia el diseño y lo que se ha llamado mentefactura o economía del conocimiento. Es por eso que insistimos tanto en el desarrollo de los centros de investigación. Este 2017 tendremos dos más del Conacyt: el Centro de Innovación y Transferencia de Tecnología Automotriz, Autopartes y Electrónica, y el Centro de Innovación y Trasferencia de Tecnología Agroindustrial. Esto nos permitirá generar ese conocimiento aplicado para que podamos exportar hacia otros estados del país y, por qué no, a otros países, para generar la economía del conocimiento que debe ser la ruta de Aguascalientes en los próximos años.
El hecho de que la inseguridad no sea una problemática en la entidad, ¿es un atractivo más para las inversiones extranjeras?
Definitivamente. Al ser un estado pequeño, es más fácil de controlar y vigilar. Adicionalmente, aun con buenos indicadores en seguridad, el Gobierno del estado mantiene su preocupación para que no se deteriore el clima de seguridad tanto de las personas como de las inversiones. En la entidad se está desarrollando lo que se conoce como el C5, [programa en el que] junto a la comunicación y coordinación, se utiliza tecnología de punta, como las cámaras de reconocimiento facial. Asimismo, [usamos] estadísticas para identificar los focos rojos y prevenir situaciones que pudieran salirse de control, con el uso de la información que se genera aquí mismo en Aguascalientes, a través del Centro de Geomática del Conacyt. El reforzamiento de las fronteras con los estados de Jalisco y Zacatecas es parte también de la tarea. El Gobierno del estado busca la prevención del delito, en lugar de la corrección posterior de actitudes antisociales, y sigue muy ocupado en el desarrollo de buenos esquemas de seguridad para mantener la tranquilidad de las personas y de las inversiones.