Inteligente y conectado: así es el mundo que construye Huawei
Huawei es uno actores más relevantes en el mundo de las redes digitales y los dispositivos de comunicación, y puntero indiscutible en el desarrollo de la tecnología 5G: la médula de aplicaciones de avanzada como el internet de las cosas y la inteligencia artificial. En entrevista con Comercio Exterior, Carlos Funes, vicepresidente de Relaciones Institucionales nos comparte un perfil de la compañía, así como su experiencia y planes en México.
Por: Karina Almaraz

Huawei es una empresa asociada generalmente a los teléfonos celulares, pero su actividad abarca una extensa gama de productos y servicios, ¿cuáles son sus principales líneas de negocio?

En efecto, a nivel de mercado masivo se nos conoce por los teléfonos celulares. No obstante, el origen de la empresa se encuentra en la infraestructura de telecomunicaciones. Es decir, todo lo que se necesita, precisamente, para que funcionen los dispositivos. Lo que hay detrás: redes fijas, móviles, fibra óptica, 3G, 4G, 5G, cómputo, nube y soluciones verticales, ya sea para empresas o para gobierno; ese es nuestro espectro completo.

Trabajamos en cuatro grandes divisiones. Primero, la infraestructura, donde vemos principalmente al sector de operadores de telecomunicaciones. La siguiente, por su tamaño, es la de dispositivos, donde están los teléfonos inteligentes, las tabletas y las laptops. Una división más, también muy importante en el proceso de desarrollo, es la de soluciones verticales para empresas y gobierno, aquí contamos con soluciones de punta a punta para el sector de la salud, el financiero, el de las manufactureras y prácticamente para cualquier actividad que requiera algún proceso de digitalización. La más reciente es la de servicios en la nube e inteligencia artificial, que es una división que se perfiló a nivel mundial en los últimos tres años y ya está presente en América Latina.

En HUAWEI CONNECT 2020 presentaron cinco campos tecnológicos que son parte de las investigaciones de la empresa: la conectividad, la nube, la inteligencia artificial, la computación y las aplicaciones industriales. ¿Qué aplicaciones pueden surgir de estas áreas y cómo se van a reflejar en la vida del usuario?

Nuestra visión es acercar la digitalización a cada hogar y a cada organización para lograr un mundo totalmente conectado e inteligente. Nuestro portafolio de soluciones busca identificar y satisfacer las necesidades del usuario, ofrecer alternativas a los operadores para mejorar la calidad de sus servicios y trabajar de la mano de los desarrolladores para que sus aplicaciones cubran las expectativas de los usuarios en un mundo que ser renueva día tras día.

La base de todo esto es la conectividad, y un enfoque muy importante para su desarrollo es el paso cero. Además, ponemos una atención particular en la banda ancha porque el acceso al internet básico no es suficiente. Para una verdadera digitalización se requiere ampliar el ancho de banda —ya sea fija, móvil o convergente—, y a este propósito dirigimos buena parte de nuestros esfuerzos y de las soluciones que ponemos a disposición del mercado. Las restricciones a la movilidad impuestas por las autoridades sanitarias para frenar el avance de la covid-19 están acelerando la tendencia a la digitalización.

HUAWEI TIENE PRESENCIA EN 170 PAÍSES

 

Las generaciones de red anteriores, de alguna manera, impactaron el modo de vida de cada una de las personas. Todos los que tenemos un dispositivo de conexión inteligente lo aprovechamos de muchas maneras. Sin embargo, no siempre valoramos la utilidad e importancia de la banda ancha. La mayoría de nosotros no podría salir a la calle sin el celular; podemos olvidar la cartera, pero no el celular: mediante este dispositivo se tiene acceso a transacciones bancarias, a medios de transporte, a compras y, por supuesto, a una comunicación constante.

Lo que esperamos es que la nueva generación de redes revolucione a la sociedad en su conjunto, en particular a las industrias verticales, con base en ciertas características técnicas muy particulares: un incremento importante en la capacidad de las redes, un aumento relevante en la cantidad de dispositivos conectados, la masividad de las conexiones y una disminución en el retraso de las señales al mínimo posible. Con esto, veremos que las industrias verticales se van a potenciar, empezaremos a ver fábricas inteligentes, por ejemplo. También podemos perfilar algunos rasgos del mundo hiperconectado: en las ciudades, los servicios de videovigilancia incidirán cada vez más en la seguridad ciudadana; el grueso de actividades en los aeropuertos, desde el registro de pasajeros hasta el movimiento de los aviones incrementará su eficiencia, y se elevará la productividad en las distintas industrias verticales.

¿Qué oportunidades tienen los gobiernos y las empresas para crecer con estas tecnologías? Y de esos campos, ¿cuáles están desarrollando ustedes?

Aunque se escucha un poco trillado, las oportunidades son prácticamente infinitas. Nos enfocamos especialmente en el impulso de nuevas tecnologías habilitadoras de la economía digital. También tenemos que hacer hincapié en la 5G, en la nube, en el internet de las cosas o en la inteligencia artificial.

No vemos a la 5G como una nueva generación de tecnología móvil, sino como una plataforma habilitadora de estas tecnologías emergentes, que son las que nos darán la base para la inserción de cada uno de nosotros a la economía digital. El ejemplo básico actual es la pandemia y el relevante acceso al teletrabajo y a la teleducación ante las restricciones a la movilidad impuestas por la autoridad sanitaria. Adicionalmente, estas tecnologías nos ayudan a enfrentar mejor la pandemia, ya sea mediante la detección oportuna del virus, el monitoreo remoto para disminuir el riesgo de contagio entre los profesionales de la salud o, inclusive, en temas más sofisticados como el uso de algunas aplicaciones de inteligencia artificial para entender el desarrollo de la pandemia en diferentes grupos de la sociedad o en algún individuo en particular. Con el cúmulo de información generada en estos meses y el uso de la tecnología de macrodatos, ciencia de datos e inteligencia artificial, podemos tener una mejor aproximación al problema y actuar en consecuencia.

El gobierno puede y debe ser uno de los principales detonadores de la democratización de la economía digital y favorecer el acceso de la población a un abanico más amplio de aplicaciones digitales. Servicios básicos como los trámites ciudadanos y transacciones mediante firma electrónica podrían ser un muy buen punto de partida para extender el uso de la economía digital.

La ampliación de la red de videocámaras en las ciudades constituye otra vertiente para la masificación de los servicios digitales. Además de mejorar la seguridad ciudadana y la circulación de personas, pueden utilizarse también para el monitoreo de la temperatura de los individuos o para el manejo de tráfico. Entonces hay una infinidad de aplicaciones que pueden derivar de una ciudad inteligente; en ese sentido, insisto en que el gobierno puede ser el detonador más relevante de la hiperconectividad.

¿Cómo decidieron llegar a México y qué ventajas encontraron en nuestro país?

Tenemos un poco más de 20 años en el país. Huawei tiene presencia en 170 países y México no podía ser la excepción; representaba en su momento un mercado con un potencial de desarrollo muy importante y se ha consolidado durante todo este tiempo. Huawei tiene poco más de tres décadas de existencia; en la segunda década decidió salir al mundo y, para ello, elegimos los mejores mercados. México es uno de los destinos elegidos para nuestra expansión internacional, entre otras razones, por su posición geográfica privilegiada, por su apertura comercial —una de las más desarrolladas en el mundo— y por su atractivo potencial de desarrollo; un gran ejemplo es la reforma en telecomunicaciones de hace cinco años.

Háblenos del capital humano de Huawei, ¿a cuánta gente emplean en México y en qué áreas?

Huawei genera alrededor de seis mil 500 empleos, en su mayoría indirectos. Tenemos una oficina comercial para atender el mercado local, también, un corporativo latinoamericano basado en México. Adicionalmente, una planta de suministro de productos y de última manufactura en Guadalajara y un centro de atención técnica global en Querétaro. Recientemente, abrimos un centro de datos para ofrecer servicios en la nube en el estado de México. En Ciudad de México, tenemos un OpenLab que, bajo la directriz de nuestro corporativo, nos permite adaptar las aplicaciones y soluciones desarrolladas en distintas partes del planeta a las necesidades mexicanas. Con esto, tenemos relación comercial en el país, pero también puntos de atención global a todos los desarrolladores: desde Querétaro y desde Guadalajara repartimos equipos a todo el hemisferio.

¿Cuáles son sus planes en el país?

Huawei tiene un compromiso de largo plazo y pretendemos seguir acompañando el desarrollo del mercado con un importante impulso a la digitalización. Además de los dispositivos, buscamos posicionarnos como una empresa líder en la industria de la información y las comunicaciones. Creemos que podemos seguir aportando al incremento de la conectividad de banda ancha mediante soluciones de fibra óptica, en conjunto con los operadores de telecomunicaciones nacionales. Además, podemos ofrecer soluciones para las industrias verticales o el gobierno, y seguiremos lanzando dispositivos de la más alta tecnología.

México se ha reafirmado como un mercado muy atractivo para el lanzamiento de nuestros teléfonos inteligentes, y muy relevante para nuestra tienda de aplicaciones appGallery. Por cierto, esperamos que esta se convierta pronto en la tercera más grande del mundo: cada mes incorporamos a esta tienda entre cinco mil y siete mil aplicaciones.

CÉSAR FUNES

 

 ¿Cuál es la propuesta de Huawei para el desarrollo de su capital humano?

Contamos con varios programas. Con el denominado Seeds for the Future, seleccionamos a un grupo de estudiantes de último semestre y les ofrecemos una especie de beca para conocer la tecnología y la misión de la compañía, así como la cultura de China. Este programa lo hemos instrumentado en México por más de ocho años y en cada una de sus ediciones participan entre 20 y 30 estudiantes. Otro programa es ICT Competition, aquí nuestros esfuerzos se centran en estudiantes de nivel medio superior quienes compiten globalmente en el desarrollo de algún proyecto de tecnología que patrocinamos, como el de la robótica. Algunos estudiantes mexicanos han conseguido avanzar a la fase mundial de nuestras competencias. El tercero es Huawei Academy, que ofrece información o contenido académico para cursos de tecnología. Esto lo hacemos en colaboración con universidades locales o con distintas autoridades educativas.

¿Se han acercado a alguna dependencias de gobierno?

Por la naturaleza de nuestro negocio, trabajamos con múltiples áreas de gobierno; podría resaltar las relacionadas con la regulación comercial o la de las telecomunicaciones. Asimismo, colaboramos con distintas dependencias públicas para impulsar la digitalización del país y promover las soluciones más adecuadas para mejorar la productividad de las instituciones y de los distintos sectores productivos del país. Con el conocimiento que hemos adquirido en más de 170 países, tratamos de proponer soluciones que han probado su eficacia en mercados similares al mexicano.

Sabemos que también están interesados en la industria automotriz, ¿en qué áreas específicas están invirtiendo?

Esta es un área fascinante. En Huawei llevamos tiempo desarrollando innovaciones y tenemos el compromiso de seguir haciéndolo en colaboración con otros actores relevantes de esta industria. Por ejemplo, trabajamos de forma importante en Alemania, cuya industria automotriz está totalmente desarrollada y sigue avanzando. Aprovechando nuestros conocimientos de telecomunicaciones y digitalización en la 5G, desarrollamos un sistema operativo para los autos del futuro, lo llamamos HiCar. Estos autos van a estar dentro del ambiente o el esquema de trabajo del estándar llamado internet de los vehículos (IoV, por sus siglas en inglés), porque los vehículos se van a conectar con el usuario transportado, pero también con el entorno en el que se están moviendo; así generarán información que compartirán con la ciudad para cuestiones de tráfico, o absorberán información, por ejemplo, los patrones de consumo de las personas a bordo.

La industria del auto conectado se está desarrollando de forma significativa. Tenemos acuerdos con alrededor de 30 fabricantes y hemos colaborado en Europa y Asia para poner al alcance de la industria automotriz nuestros avances en digitalización y conectividad. Desde 2017, hemos contribuido con alguna de estas fábricas alemanas; en el vehículo conectado e inteligente introdujimos nuestros módulos directamente, los cuales pueden identificar, por ejemplo, el desempeño del auto, mejorar los controles de manejo, conocer información de tráfico y compartirlo en tiempo real con la ciudad. En fin, múltiples funcionalidades para el entorno de los vehículos inteligentes, una vertical que adquirirá una enorme relevancia en los años por venir.

¿Cómo vislumbran el futuro en Huawei? El del mundo y el de la empresa.

Huawei es una compañía que enfrenta desafíos constantemente. Y como afirma nuestro fundador: “Ninguno de esos retos fue más fácil que el anterior, ni siquiera fue el mismo, pero de cada uno de estos momentos de crisis hemos salido fortalecidos”. No perdemos de vista nuestra principal motivación: los clientes, a quienes nos debemos por completo. Por supuesto, esto va acompañado de trabajo perseverante y de una memoria que nos permite atesorar las lecciones aprendidas y obtener, de cada una de ellas, el mayor partido. Así se pueden resumir los valores fundamentales que guían las labores cotidianas en Huawei.

Ciertamente el mundo evoluciona con la ayuda de la tecnología de la información y de la comunicación, pero a raíz de la pandemia la tendencia hacia la digitalización se ha acelerado en todos los sentidos. Estamos comprometidos con la innovación y el desarrollo de una oferta de soluciones digitales y de soporte que coadyuven a la recuperación de la actividad económica y de la convivencia social en la denominada nueva normalidad.

Estamos redescubriendo la importancia de la colectividad en nuestro trabajo y nuestras actividades cotidianas. Ese es un cambio importante: antes teníamos un grado muy alto de individualismo y no necesariamente positivo; ahora sabemos que impactamos en los demás, en nuestro entorno y, por supuesto, en el mundo. Seguiremos impulsando soluciones de tecnología que nos permitan un desarrollo sustentable, y continuaremos ofreciendo el máximo de nuestras capacidades para lograr un mundo totalmente conectado e inteligente