La cara oculta del comercio de México con Estados Unidos
Entender la dinámica que sustenta el comercio entre México y Estados Unidos es un ingrediente esencial de cualquier estrategia exitosa de diversificación de mercados. En este artículo, el autor explica dicha dinámica a partir del valor agregado y la fragmentación internacional de los procesos productivos. La cara oculta del comercio bilateral.
Por: Óscar Rodil Marzábal

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Introducción

La irrupción del discurso neoproteccionista al otro lado de la frontera norte de México se ha apoyado en argumentos y referencias al voluminoso déficit comercial que Estados Unidos mantiene con su socio del sur en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte(TLCAN). No obstante, sin negar la existencia de dicho déficit, debe advertirse que este considera los flujos comerciales en bruto, sin que se preste atención al componente de valor agregado en cada territorio. Lo anterior implica una visión miope del comercio que ignora que los intercambios comerciales conllevan una amalgama de valores de origen diverso, lo cual es propiciado por la cada vez más extendida fragmentación de los procesos productivos a escala global. Dicha visión supone adoptar un enfoque equivocado de lo que realmente ocurre en el trasfondo actual de las relaciones económicas internacionales. Este trabajo aporta luz a esta cuestión, al abordar el estudio del comercio entre México y Estados Unidos desde la doble perspectiva del comercio en valor agregado y las cadenas globales de valor (CGV).

La miopía del comercio en bruto: la realidad aparente

El estudio del comercio ha estado centrado desde sus inicios hasta la actualidad en una perspectiva ajena a la fragmentación productiva internacional. En este sentido, la mayoría de los estudios han tenido como punto de referencia para el análisis a los países, asumiendo que los intercambios comerciales responden a salidas y entradas netas de valor generado en su interior. De este modo, la medición del comercio ha girado en torno a los flujos brutos de comercio, bajo la premisa de que dichos flujos representan valor generado en cada país con destino final en el país receptor. Sin embargo, esta perspectiva constituye un marco interpretativo insuficiente para comprender los cambios que en las últimas décadas afectan al proceso de creación de valor de los bienes y servicios exportados. Estos cambios vienen marcados fundamentalmente por la fragmentación de los procesos de producción a escala internacional, desplazando el punto de interés hacia las CGV que, bajo la gobernanza del capital transnacional, dejan a los países en un segundo plano.

 

Bajo la gobernanza del capital transnacional, las cadenas globales de valor dejan alos países en un segundo plano

Las dos principales industrias exportadoras de México —automotriz y de electrónica y computación— actúan fundamentalmente como portadoras de valor agregado foráneo

 

Cgv y comercio en valor agregado: la revelación de la cara oculta del comercio

En el estudio de la configuración actual del comercio, adquiere cada vez mayor relevancia el concepto de cgv, entendido como el conjunto de fases de generación de valor a lo largo de un proceso productivo, que se ubican en diferentes países y culminan con la elaboración de un producto final. Con la irrupción de las cgv asistimos a un fenómeno que traspasa las fronteras de los bloques regionales, que se venían caracterizando por actuar como ejes centrípetos de las relaciones económicas de sus países miembros. De la emergencia y consolidación de las cgv se derivan importantes implicaciones para los países participantes. En primer lugar, los países que permanecen fuera de su ámbito de actuación corren el riesgo de experimentar un menor dinamismo de su sector exterior y, por ende, de su crecimiento económico. En segundo lugar, permea la lógica de que para lograr ser un gran país exportador es cada vez más necesario ser también un gran país importador de insumos intermedios, lo que relativiza el objetivo de una balanza

comercial superavitaria. De lo anterior se deriva una tercera implicación de carácter normativo, que tiene que ver con la dirección de la política comercial. En concreto, las medidas de carácter proteccionista pueden volverse contra los propios intereses nacionales, debido a que las barreras a las importaciones (insumos) acaban trasladándose y afectando a las exportaciones. A nivel metodológico, la existencia de cgv hace necesario un cambio en la medición del comercio que evite el sesgo de la doble contabilización presente en las mediciones del comercio en bruto. Al margen de otras estrategias metodológicas, destaca la medición del comercio en valor agregado, que se basa en la descomposición del comercio en flujos de valor agregado. De este modo, además de sortear el sesgo de la doble contabilización, la medición del comercio en valor agregado permite capturar la forma e intensidad con que la fragmentación productiva internacional afecta al comercio de los países participantes. En este sentido, se observa que el superávit comercial de México en el contexto del TLCAN disminuye al pasar de las mediciones de comercio en bruto a las mediciones en valor agregado (ver la Gráfi ca 1). En otras palabras, el aparente superávit comercial (en bruto) de México con sus dos socios comerciales del norte en realidad sobrevalora el saldo neto en términos de intercambio de valor agregado. Se han propuesto diversos indicadores para el estudio de la participación de los países en las cgv. El índice de participación hacia atrás expresa qué porcentaje del valor exportado bruto corresponde al valor generado en otros países. El índice de participación hacia delante expresa qué porcentaje del valor exportado bruto corresponde al valor agregado doméstico incluido en las exportaciones de otros países. A partir de la suma de los dos índices anteriores se calcula el índice de participación total, que mide la importancia conjunta de los encadenamientos productivos de un país en el marco de las cgv. Por último, el índice de posición, el cual se obtiene al restar al índice de participación hacia delante el índice de participación hacia atrás, indica qué tipo de encadenamiento predomina en la inserción del país en las cgv.

 

México muestra crecientes dificultades para mantener su cuota de aportación de valor agregado a la demanda final de Estados Unidos

 

 

El espacio TLCAN desde la óptica del comercio en valor agregado

Cuando se analiza la evolución del origen geográfico del valor agregado correspondiente a la demanda final de Estados Unidos, se observa una progresiva pérdida de importancia del valor agregado de origen doméstico (estadounidense). Como contrapartida, gana peso especialmente China; mientras que México muestra crecientes dificultades para mantener su cuota de aportación de valor (ver la Gráfica 2). Si lo que se analiza es la demanda final de México, se observan dos tendencias contrapuestas: por un lado, la cada vez menor importancia del valor agregado de origen doméstico (mexicano) y también de origen estadounidense; y, por otro lado, el creciente peso de China como origen del valor agregado que nutre la demanda final mexicana, aunque todavía bastante alejada del peso de Estados Unidos (ver la Gráfica 3).

La participación de México en las CGV: una inserción asimétrica

México ha visto incrementada su participación total en las CGV en ocho puntos porcentuales desde 1995. Aunque este aumento se distribuye a partes iguales entre ambos tipos de encadenamientos, predominan los encadenamientos hacia atrás en la inserción de México en las CGV (ver el Cuadro). De ello se desprende que el comercio exterior de México opera más como portador de valor agregado con origen en otros países que como engranaje del propio valor agregado doméstico hacia etapas siguientes en el marco de la fragmentación productiva internacional. En perspectiva comparada, cabe destacar el contraste existente entre los perfiles de inserción de México y de Estados Unidos. Este contraste se manifiesta con claridad al comparar su índice de posición, que muestra un predominio de los encadenamientos hacia atrás en el caso de México, al contrario de lo que sucede en el caso de Estados Unidos (ver la Gráfica 4).

 

 

 

En clave de valor agregado, el tamaño del superávit comercial de México con Estados Unidos es más aparente que real 

 

Los principales sectores exportadores de México desde la óptica de las CGV: la trampa de las apariencias

Resulta de interés analizar la participación de México en cgv relativa a las industrias automotriz y de electrónica-computación, sectores que concentran cerca de la mitad de sus exportaciones manufactureras. Ambas producciones tienen como principal destino el mercado estadounidense, aunque presentan dos diferencias destacables. La primera es que el sector de vehículos de motor exhibe una cuota de valor agregado de origen mexicano en la demanda final de Estados Unidos notablemente superior a la del sector de electrónica-computación (12% frente al 2% respectivamente en 2011). La segunda diferencia es que ambos sectores presentan tendencias contrapuestas en su penetración en el mercado estadounidense: creciente en el caso de la industria automotriz y estacionaria (decreciente si se compara con el año 2000) en el caso de la industria de electrónica-computación (ver las gráficas 5 y 6). 

Sin embargo, estos dos sectores exhiben un perfil semejante en su inserción en CGV, al destacar ambos por su alto índice de participación, especialmente en el sector de  electrónica-computación, con el 66% de sus exportaciones vinculadas a la fragmentación productiva internacional (55% en el caso de los vehículos de motor). Pero lo que todavía resulta más revelador es el fuerte predominio de los encadenamientos productivos hacia atrás que presentan ambos sectores (ver las gráficas 7 y 8). Este resultado revela que las dos principales industrias exportadoras de México actúan fundamentalmente como portadoras de valor agregado foráneo, teniendo una importancia significativamente menor en términos de valor agregado doméstico de la que supuestamente se desprende de su peso comercial bruto. Esto último ayuda a entender, en clave de valor agregado, por qué el tamaño del superávit comercial de México con Estados Unidos es más aparente que real.

 

Reflexiones finales

Del análisis realizado se desprende la urgente necesidad de acometer investigaciones más profundas de las relaciones comerciales de México desde la emergente perspectiva del comercio en valor agregado y de su participación en CGV. La consideración del origen de los flujos de valor agregado proporciona una mayor riqueza analítica, lo que permite capturar la realidad oculta del comercio de México con el exterior. La inserción comercial de México con Estados Unidos ha experimentado notables dificultades en las últimas décadas en cuanto a la aportación de valor, con especial incidencia en sus principales sectores exportadores (automotriz y electrónicacomputación). Dos factores influyen en esta dirección: la creciente fragmentación productiva y el avance de economías emergentes como la de China. Dichos factores no resultan neutrales en la medida en que México se incorpora a estos procesos con un perfil de predominancia de los encadenamientos hacia atrás, actuando como portador de valor generado en el extranjero. Los resultados muestran, además, un perfil de inserción en cgv de claro contraste entre México y Estados Unidos, con predominancia de los encadenamientos productivos hacia atrás en el caso de México y de los encadenamientos productivos hacia adelante en el caso de Estados Unidos. A la luz de estos resultados, México necesita avanzar en el diseño de una estrategia de alcance que haga posible el escalamiento (upgrading) productivo y tecnológico en el marco de la fragmentación productiva internacional. 

 

México requiere una estrategia de alcance que haga posible el escalamiento productivo y tecnológico en el marco de la fragmentación productiva internacional