La manufactura como motor del crecimiento
Gracias a su ubicación estratégica, y a partir de un trabajo de planeación inteligente y sostenido, San Luis Potosí se ha consolidado como un importante productor y exportador de manufacturas. Para ello, ha sido crucial la cooperación entre instituciones educativas, empresas y organismos del sector privado, así como la creación de novedosos incentivos. En esta entrevista, el secretario de Desarrollo Económico del estado nos comparte la experiencia potosina y destaca las claves de su éxito.
Por: Guillermo Máynez Gil

¿Cuáles son las actividades productivas más relevantes de San Luis Potosí? ¿Qué rasgos lo diferencian del resto de los estados de la República?
San Luis Potosí viene eminentemente de una tradición minera, pero hoy incorporamos otras actividades productivas, como la química, la alimentaria y la manufactura, que han crecido. Ahora los sectores más relevantes del PIB estatal son el comercio y los servicios, que aportan 51% del total y se apoyan en el crecimiento del sector industrial, que contribuye con el 46%.
El resto corresponde a la agricultura y ganadería que, aun con una participación pequeña, exhibe incrementos por encima del 11 por ciento.
Desde 2015, hemos estado entre las seis economías más dinámicas del país; eso permitió que, en 2018, el PIB de San Luis Potosí se posicionara en el cuarto lugar nacional en materia de crecimiento y en el primero del Bajío. Si hoy dividiéramos todo el PIB, las manufacturas serían el principal componente, con 27%, luego el comercio, con 16.7%, y después los servicios inmobiliarios, la construcción y los transportes. Todo esto ha crecido de la mano de la manufactura. Actualmente, una de cada cuatro habitaciones de hotel se ha construido durante estos tres años; dentro de 20 meses, al terminar la administración del gobernador Juan Manuel Carreras, una de cada tres habitaciones de hotel se habrá construido durante su gubernatura.

¿Qué sectores son los más importantes en materia de exportaciones y cuál es su contribución al comercio exterior del país?
El año pasado llegamos a casi 15 mil 200 millones de dólares en exportaciones, cuando en 2016 eran un poco más de 9 mil millones; es decir, crecimos casi 60% en ese lapso. 2019 cierra con cerca de 16 mil 300. Hay empresas como BMW, que está arrancando actividades este año e irá creciendo en la producción de vehículos ligeros, al igual que GM, que se consolida, así como las empresas de autopartes. En el caso específico de lo exportado, la mayoría es fabricación de equipo y transportes (76%), maquinaria y equipo (5%), accesorios y aparatos eléctricos (4%); en cuanto a la industria metálica básica, plástico y hule, y la de alimentos aportan 3.0 y 1.7 por ciento, respectivamente.


GUSTAVO PUENTE OROZCO

¿Cuál es el comportamiento reciente de la inversión extranjera directa que llega al estado? ¿Cómo se distribuye sectorialmente?
En esta administración se han generado un poco más de ocho mil millones de dólares, sin tomar en cuenta la inversión prometida, o sea, aquella que no se ha concretado en propuestas específicas. De hecho, estamos trabajando con la Secretaría de Economía para determinar cómo homologar las cifras. Nosotros tenemos la inversión concertada, aquélla de la que sabemos cuándo va a llegar y cuál va a ser el monto, así como cuántos empleos va a ir generando. Esta inversión concertada es más grande de lo que registra la Secretaría de Economía, que incluye remesas y reinversiones. Como decía, en esta administración se han generado 8 mil 200 millones de dólares, 97% de ellos en el sector manufacturero. En el sexenio anterior se concertaron 7 mil 200 millones de dólares. Nosotros hemos superado esta cifra en cuatro años y dos meses. Hace dos sexenios fueron 3 mil 500 millones de dólares. Esperamos cerrar este sexenio con 10 mil millones. Desde luego, nuestro crecimiento está basado en el esfuerzo de los gobiernos anteriores, que pusieron infraestructura y atrajeron empresas ancla; hoy cosechamos estos frutos.

¿Qué programas tiene el gobierno del estado para apoyar la actividad de las empresas exportadoras?  
Hemos trabajado con el COMCE para, entre capital pú­blico y privado, apoyar a mipymes que pretenden exportar. Ahora que desaparecen algunos pro­gramas federales como el Fondo Nacional Emprendedor, del Inadem, nosotros hemos hecho un paquete de apoyos para emprendedores y mipymes. Esto incluye programas para estimular y capacitar a quienes quieran exportar ya que, a diferencia de las empresas grandes y medianas, las segundas no tienen departamentos específicos para la exportación. Les brindamos apoyos para que adapten sus productos a los requerimientos de otros mercados, y luego trabajamos con Relaciones Exteriores para vincularlos con empresas exportadoras mediante la plataforma. De hecho, 2020 es el año en que se relanza la plataforma, con el propósito de vincular las necesidades de productos y relacionar a las empresas micro y pequeñas con las medianas y grandes, de manera que puedan exportar indirectamente. Eso nos va a permitir extender la actividad exportadora a más municipios.
Los apoyos no se limitan a capacitación y consultoría, sino que incluyen también financiamiento. Tenemos un sistema estatal, llamado Sifide, a través del cual podemos conseguir tasas y garantías competitivas. Hemos apoyado al Fondo de Garantías; esto permite que una empresa micro o pequeña, que ha superado las etapas iniciales y cuyo proyecto sea viable, pueda tener un crédito sin presentar una garantía, o bien, el estado se la brinda. Hay también un Premio Estatal de Exportación, un estímulo más que otorgamos junto con el comce.

¿Cuáles son las fortalezas de San Luis Potosí para la instalación de empresas innovadoras y exportadoras? ¿Hay programas específicos para atraerlas?
En cuanto a la atracción o los incentivos, no distinguimos entre quien quiere exportar y quien quiere vender en el mercado interno. Nos importa saber si se van a instalar en la zona metropolitana o en el interior del estado, porque eso nos da distintas opciones de apoyo. Trabajamos muy de cerca con los cabildos y los presidentes municipales para apoyarlos en términos de licencias, usos de suelo y permisos de construcción. Dependiendo del rubro de la empresa, podemos buscar también apoyos en efectivo, aunque esto es poco representativo, o becas de capacitación por medio de la Secretaría del Trabajo estatal. Tenemos también un fideicomiso con el que, según el giro, podemos apoyarlas.
De manera natural, estar en San Luis Potosí te permite una cercanía con el Golfo de México, con el Pacífico y con la frontera norte. Tenemos comunicación ferroviaria por medio de Kansas City Southern, lo que nos permite estar en el triángulo, entre lo que llega de Asia y Sudamérica por el Pacífico, lo que llega de Europa por el Golfo, y la frontera norte. Esto, más la red carretera, están entre nuestros principales atractivos para las empresas exportadoras. Hay también recintos fiscales. Todo eso genera una comunidad de exportación muy dinámica, que mejorará con una aduana que estamos solicitando, adicional a la que ya tenemos en el aeropuerto con Estafeta, la cual nos permite ocupar entre el cuarto y el quinto lugar en carga aérea.


¿Qué hace el gobierno del estado para promover la colaboración entre empresas, universidades y centros de investigación?
La Secretaría de Desarrollo Económico participa en los consejos de las principales universidades, lo que nos permite comunicar las necesidades del sector empresarial. En prácticamente todos estos consejos hay representantes empresariales, tanto a nivel de cámaras como empresas individuales, y eso nos ha permitido ir cambiando algunos planes de estudio para adaptarlos a lo que necesita hoy el sector empresarial. Tenemos una universidad politécnica con once talleres logísticos y un área de manufactura, la cual trabaja con un programa único que empezó en San Luis Potosí hace seis años: el programa dual de origen europeo. Después de Estados Unidos, el principal país inversionista en el estado es Alemania.
Tenemos 64 empresas que están trabajando con siete instituciones educativas en este modelo dual. Al final de sus estudios, los jóvenes hacen prácticas profesionales en las empresas, lo que facilita que, cuando se gradúan, sean competitivos y tengan experiencia. Ha sido un gran semillero de profesionales para la industria. En el caso de la Universidad Tecnológica, 90% de los graduados ya tiene trabajo en empresas importantes a los seis meses de haber egresado o antes de ese tiempo. Cada día se incorporan más empresas.  

¿Cómo se promueve la participación de los organismos em­presariales y de las organizaciones de la sociedad civil?
Tenemos el Sistema de Ciencia, Tecnología e Inno­vación del Estado de San Luis Potosí (Siciti), del que forman parte empresas y cámaras, y participan en la toma de decisiones de los distintos consejos. Hay un Consejo Estatal de Desarrollo Económico y Sustentable y también consejos regionales en algunas cabeceras municipales. Lo mismo en foros y planes estatales de desarrollo. El Premio Estatal de Calidad de San Luis Potosí, en colaboración con la Canacintra, es único y tiene 26 años; se caracteriza por ser solo para empresas con la certificación ISO 9001, lo cual estimula a los posibles participantes para obtenerla. Esto nos ha permitido contar con un número enorme de empresas con esta certificación. Tenemos un Premio de Innovación y Tecnología, así como el clúster automotriz y el logístico. Estamos desarrollando clústeres de alimentos, plásticos y uno médico, y es justamente a través de estos agrupamientos como estamos vinculando al sector académico con las empresas y con el gobierno, para tomar decisiones en conjunto.

¿Cuáles considera que son los principales logros de la entidad en materia de formación de recursos humanos? ¿Cuáles son los desafíos más relevantes?
Hace un año y medio, el gobernador propuso la creación de una universidad tecnológica, que se inauguró el año pasado: es bilingüe, sustentable y metropolitana; la única con estos atributos, justamente al lado de una zona industrial muy grande, lo cual fortalece la vinculación directa. Los jóvenes graduados salen con un traje a la medida de lo que está pidiendo la industria. Ocupamos entre el séptimo y octavo lugar entre las entidades que más gente emplean en la manufactura; sector que aporta 33% de los empleos formales del estado. Eso ha llevado a las instituciones educativas a adaptar sus planes de estudio, desde los Conalep hasta los Cobach.
Promovemos convenios entre empresas e institucio­nes educativas. Goodyear y bmw, por ejemplo, se involucran con las universidades para presentar la oferta laboral de la empresa y de esa manera hacemos ferias de empleo, tanto dentro como fuera de las universidades.
Muchos centros de investigación han venido a San Luis Potosí; tenemos abb, el Centro México de 3M, el de Cummins y el de BMW. Hemos trabajado de la mano de otros corporativos, como el de Honeywell, que emplea a muchos jóvenes potosinos. Es un esfuerzo coordinado para migrar de la manufactura a la mentefactura e incorporar valor agregado de mayor calidad a las actividades productivas del estado.

Recientemente se ha anunciado el lanzamiento de un programa Industria 4.0. ¿Cómo integra a la academia y a otras organizaciones en este esquema?
Veíamos que había muchos actores; las universidades, por ejemplo; con esfuerzos aislados o algunas empresas que estaban buscando crecer en Industria 4.0 por sí solas o colaborando con algunos centros educativos. Lo que hemos hecho ahora con este programa es justamente darle un sistema lo menos burocrático posible. Lo que hemos hecho es juntar a las principales empresas relacionadas con industria 4.0, a las universidades y al gobierno, así como a los sindicatos, para armar una política estatal que, en conjunto con la Secretaría de Educación del estado, brinde incentivos que nos distingan de otros estados e, incluso, de otros países.

También se ha anunciado un nuevo parque industrial en La Pila. ¿Cómo participará el sector académico en esta iniciativa?
Recientemente nos reunimos con la Secretaría de Educación, el Siciti y dos universidades para establecer los objetivos de este parque tecnológico. Tiene casi doce hectáreas en el corazón de la zona industrial. En esta primera etapa, por la vocación natural del terreno, que está junto al Instituto Tecnológico, la idea es que el parque se vincule directamente con el sector manufacturero; ya hay por lo menos tres empresas que están levantando la mano para participar. Nosotros aportaríamos la infraestructura del parque, seguramente la donación del terreno, y generaríamos los espacios para la colaboración entre la academia y las empresas. Estamos buscando que Robert Bosch instale su centro de innovación aquí; además, hay interés de otras empresas medianas dedicadas al desarrollo de software. Queremos abrir opciones similares para la agroindustria y la minería, pero este parque tendrá una vocación eminentemente manufacturera.