Una mirada a sus impresionantes construcciones, entre las que se cuenta la más alta del mundo, demuestra la pujanza de las monarquías musulmanas establecidas en el Golfo Pérsico. Esos edificios expresan la confianza que tienen en un futuro de preeminencia en todos los órdenes en el mundo moderno, como centros financieros, ejes de comercio internacional, focos de atracción turística y, para sorpresa de muchos, eventual ubicación de industrias a escala mundial, instituciones de educación superior y para el cuidado del medio ambiente, además de museos, como la extensión del Louvre.
Salvo en los contados casos en que empresarios mexicanos visionarios se adelantaron a realizar las operaciones que ahora se promueven, aún no acabamos de explorar el potencial que encierran los intercambios entre nuestro país y los países árabes.
Las naciones del Golfo Pérsico son de particular interés para el comercio exterior de México. No se detiene aquí su atractivo como potenciales socios comerciales o inversionistas. Además de surtir sus mercados internos, debemos ver a esos países como plataformas para, junto con ellos, atender las demandas de sus vecinos. Sus imponentes fondos financieros ya están apoyando en nuestro país algunas actividades sociales, académicas y culturales.
La entrada de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) a las grandes corrientes comerciales del mundo es relativamente reciente y las inmensas inversiones provenientes de sus ingresos petroleros son solo parte de la historia. La visión de largo plazo, trasladada a valientes decisiones, se debe a los emires gobernantes.
El viaje del presidente de México a los EAU en enero de este año y la firma de una serie de convenios reafirmaron nuevas puertas y formas de cooperación con esos países.
Como Estado, los EAU nacen a partir de la salida negociada de Gran Bretaña del Golfo Pérsico en diciembre de 1971. Los siete emiratos que formaron ese grupo fueron: Abu Dabi, Dubái, Ajmán, Fuyaira, Ras al-Jaima, Sharjah y Umm al-Qaywayn.
Los EAU son monarquías constitucionales federales regidas por el Consejo Supremo, el Consejo de Ministros, el Consejo Federal Nacional y el Tribunal Federal. Cada uno de los siete integrantes está encabezado por un emir que forma parte del Consejo Supremo.
El empeño de otros Estados por fortalecer la unidad árabe de la región llevó a la creación, el 25 de mayo de 1981, del Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo con el fin de diseñar, decidir y ejecutar la colaboración en campos económicos, financieros, científicos y culturales. El Consejo fue constituido por Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita y los EAU, reuniendo así a todos los Estados musulmanes ribereños del Golfo Pérsico, salvo Iraq.
Además de surtir sus mercados internos, debemos ver a esos países como plataformas para, junto con ellos, atender las demandas de sus vecinos
En lo internacional, pertenecen a organizaciones como la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el Banco Árabe y entidades de las Naciones Unidas como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Internacional del Café (OIC), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (unctad), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El territorio de los EAU suma 83 mil kilómetros cuadrados, una pequeña porción de la península arábiga, de más de 2 millones de kilómetros cuadrados. El 97% es desierto y la superficie arable es solo el 0.6%, donde se riegan 920 kilómetros cuadrados. Los EAU cuentan con plantas desalinizadoras semejantes a las que ya funcionan en Bahréin, Omán, Qatar y Arabia Saudita.
Su población de 9.5 millones, mayoritariamente joven y de los que solo 1.4 millones son de nacionalidad emiratí, crece a un ritmo de 2.7% anual. El índice de alfabetización es de 80%. El 85% de la fuerza laboral, de 5.1 millones, es extranjera. El 76% de la población es musulmana, con una minoría shiíta. Los cristianos son el nueve por ciento.
Las leyes de los Emiratos derivan del código civil ajustado conforme a la ley de la sharia. Sus normas son de estricta aplicación en asuntos de comportamiento personal. Ordenan el respeto al emir, al Estado y a los valores familiares. Los castigos son severos, desde azotes hasta, en algunos casos, pena de muerte por adulterio y tráfico y consumo de narcóticos, incluyendo su uso recreativo o terapéutico. Se castiga la homosexualidad y está prohibido importar pornografía.
Cada uno de los miembros de los EAU tiene sus propias características. Predomina el emirato de Abu Dabi, capital del grupo, que ocupa el 86% del territorio, con sus inmensas reservas y producción petrolera, y que aporta el 60% del PIB. Dubái, por su parte, se distingue por su actividad turística y cientos de hoteles con una oferta de 94 mil cuartos; aporta 26% de los ingresos de los EAU. Sharjah sobresale por su actividad cultural y administrativa, y por su aeropuerto.
Los EAU se cuentan entre los cinco países con mayor ingreso per cápita del mundo. La PPP de los EAU fue de 596 mil millones de dólares en 2014, y de 641 mil 900 millones de dólares en 2015, lo que los coloca en el lugar 33 en la economía mundial. Con una tasa bruta de ahorro en 2014 de 27% del PIB. El consumo, por su parte, fue de 55% del PIB.
Con el fin de corregir la excesiva dependencia en el petróleo, los emires optaron por una estrategia gubernamental centrada en diversificar la economía e intensificar los programas de educación. Según el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce), mucho se ha avanzado, aunque alrededor de 25% del PIB de la zona sigue relacionado con el petróleo.
El crecimiento del PNB fue de 4.6% en 2014, y bajó a 3% en 2015. La industria aportó el 12% del PNB de los Emiratos; los servicios, 55%, y la agricultura, menos del 1%. De acuerdo con Comce, 86% de las inversiones proceden de fuentes locales, 11% de inversión extranjera y 3% de los países del Golfo.
Las principales industrias no petroleras, concentradas en Abu Dabi, Dubái y Sharjah, producen artículos de aluminio, químicos, plásticos y textiles.
En diciembre de 1950, se perforó en Abu Dabi el primer pozo petrolero, originando con ello un drástico cambio en la fisonomía socioeconómica y cultural de todos los emiratos, que pasaron de una etapa pastoril y de buceo de perlas a su destacada posición actual en el mundo.
En Abu Dabi se encuentran los mantos más importantes: 10% de las reservas mundiales de petróleo y 5% de las de gas. Su nueva y casi incalculable riqueza llevó a una acumulación desproporcionada de capitales respecto a la muy escasa población.
La producción actual de los Emiratos se acerca a los 3 millones de barriles diarios (The Economist), de los que exportan 2.8 millones. Los EAU reúnen reservas petroleras probadas por 97 mil millones de barriles (estimación de 2015), y la producción de gas fue equivalente a 54 mil millones en 2013. El petróleo y el gas forman el 45% de las ventas al exterior. En 2009 Japón fue su mayor cliente.
Los EAU se cuentan entre los cinco países con mayor ingreso
per cápita del mundo
Los dirigentes emiratíes han optado por depender económicamente menos del petróleo diversificando actividades e invirtiendo en infraestructuras, mientras aumentan el gasto en educación y en cultura. Este propósito es oportuno dado el número de petroleras que están recortando drásticamente su personal para ajustarse a los bajos precios actuales del mercado. La consultoría Deloitte afirma que un tercio de las compañías está en serios peligros de quebrar. El acuerdo reciente entre Rusia y Arabia Saudita de poner un freno a la producción para detener la caída del precio es un signo alentador, pero hay que esperar que tal medida se traduzca en hechos.
En congruencia con lo anterior, los Emiratos se han recetado una vigorosa política de atracción de inversiones extranjeras mediante una fuerte promoción de las zonas libres, complementada con la tradicional ausencia de un impuesto sobre la renta.
Los emiratíes prefieren hacer sus compras en hipermercados y supermercados por la variedad de artículos que ahí encuentran. Las compras pequeñas se hacen en misceláneas o minimercados.
La vía más cómoda para introducir los productos mexicanos al mercado doméstico de los EAU es a través de agentes importadores o distribuidores locales. Estos deben pertenecer enteramente a un emiratí o ser una sociedad de responsabilidad limitada con un 51% emiratí.
Las grandes cadenas de supermercados e hipermercados conocidas internacionalmente suelen importar directamente sus productos. Las cooperativas canalizan 30% de los alimentos que se comercian en los EAU; con subsidios del Gobierno, atienden al sector socioeconómico medio y bajo, pero progresivamente van absorbiendo los estratos más altos. A las redes antes mencionadas le siguen las pequeñas tiendas locales.
Ciertos agentes operan exclusividades por marcas o por regiones y surten a hospitales, empresas, cafeterías, universidades, colegios o cárceles. Siendo pequeño su margen, sus precios son muy competitivos.
Las bebidas alcohólicas deben canalizarse vía importadores y minoristas autorizados, y pueden adquirirse en hoteles, aeropuertos y ciertos supermercados.
Las exportaciones de los EAU en 2015 equivalieron a 323 mil millones de dólares. Los principales productos exportados fueron petróleo crudo, nafta y gas de petróleo, perlas, piedras preciosas y semipreciosas, barras de oro, desperdicios de papel, sulfuro, piritas de hierro, chatarra y químicos. Estas ventas se dirigieron principalmente a Japón (17.1%), India (13.6%), Irán (6.9%), Corea del Sur (6.1%) y Tailandia (5.1%).
Las importaciones en 2015 fueron de 248 mil millones de dólares y consistieron principalmente en maquinaria, químicos y alimentos provenientes de la India (17.5%), China (14%), Estados Unidos (7.7%), Alemania (5.6%) y Japón (4.82%).
En 2014, el comercio de los EAU con más de 60 países produjo un superávit de 24 por ciento.
El Corán, al igual que la Torá, prohíbe cobrar intereses (riba) en los préstamos. En los países musulmanes, para respetar las reglas de la sharia, las operaciones financieras se realizan mediante instrumentos crediticios conocidos en Europa desde el siglo xiii, como cartas de crédito, letras, cheques, fideicomisos y otros.
Riba es un término que significa ‘adición’ o ‘exceso’ y corresponde a ‘interés’. Hay que distinguir entre una usura “ilegítima”, con fines de consumo, y el interés “legítimo”, destinado a la inversión comercial. Algunas autoridades aceptan como legítimo el cobro hecho por la asociación entre el que aporta capital y el que aporta conocimientos con fines de lucro.
El primer banco musulmán moderno se fundó en Pakistán en 1950; otorgaba préstamos sin interés. En Egipto hay bancos que siguen la sharia, como los Nasser Social Banks. En 1975 se fundó el Banco Islámico de Desarrollo y en 1979 el Banco Islámico de Dubái, hoy considerado un banco moderno. El empresario mexicano no notará diferencia práctica al operar dentro de dichas reglas.
El microcrédito se extiende en los países islámicos. El Banco Grameen, fundado en Bangladesh por Muhammad Yunus, declara que sus operaciones son consistentes con el Corán, ya que su financiamiento no requiere garantía prendaria ni el cobro de un interés “excesivo”.
La Bolsa de Valores de Bahréin fue creada en 1989. Está vigilada por su Banco Central y ligada a la Federación Internacional de Bolsas de Valores. Las emisiones registradas funcionan conforme a la ortodoxia y suelen estar asociadas a empresas turísticas y hoteleras de la región.
Del total de nuestras exportaciones de casi 400 mil millones de dólares en 2015, solo destinamos el 0.1% a los EAU. Hay, pues, un amplio campo para corregir este desaprovechamiento de oportunidades. Las posibilidades para los productos y servicios mexicanos están en artículos de consumo, especialmente los alimenticios, y artículos domésticos que se distribuyen por las redes comerciales profesionales antes descritas. Los productos de las empresas inscritas en la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, A. C. (ANTAD) son un buen ejemplo de lo que primero habría que promover. También hay posibilidad de competir con éxito en el ramo de electrodomésticos fabricados en México, siempre y cuando se considere la atención posventa de los artículos ofrecidos.
Dada la extrema escasez de áreas de cultivo agrícola o pastizales para el ganado en los EAU, los productos agropecuarios frescos y procesados resultan de particular interés. En este rubro existe una gran demanda por parte no solo de la población nativa de altos ingresos, sino también de los cientos de miles de trabajadores y empleados extranjeros. De acuerdo con Comce, los Emiratos importan 40% para el consumo local y 60% para reexportar a los países de la región.
Además de garbanzos, frijol, maíz, harina de pescado y miel de abeja, productos que ya exportamos, son atractivas nuestras frutas, nueces, hortalizas, legumbres frescas, secas, refrigeradas o congeladas, y los productos cárnicos, a excepción del cerdo.
Los productos alimenticios envasados o procesados son adecuados para los sistemas de distribución a través de agencias acreditadas. En estos rubros México tiene una larga experiencia de exportación a Estados Unidos, incluso de reexportación a Europa y Asia.
Debe mencionarse el Dubai World Central (DWC), que incluye el aeropuerto más grande del mundo, diseñado como eje logístico para Medio Oriente, África y el subcontinente indio
La creciente necesidad de productos alimenticios en la región es inevitable por razones demográficas. Los productores mexicanos, presentes en un número cada vez mayor de países, pueden responder a la demanda árabe empleando sistemas logísticos modernos. Por otra parte, el mercado también es firme para materiales de construcción, como recubrimientos de piedras naturales y pinturas.
Los EAU ofrecen posibilidades de contratación para arquitectos e ingenieros civiles y petroleros; especialistas en logística, servicios médicos y de salud, y diseñadores de modas. En administración hotelera y de restaurantes, sectores de fuerte crecimiento en los Emiratos, la experiencia mexicana es reconocida. De igual manera, las empresas mexicanas operadoras de salas de cine, centros de diversión y parques de recreo infantil tienen óptimas perspectivas.
El puerto de Jebel Ali en Dubái se anuncia como el más grande y activo del mundo. El de Rashid, también en Dubái, ocupa el sexto lugar entre los puertos marítimos más importantes del orbe. Construido sobre una bahía artificial, a su vez la más grande del mundo, cuenta con 102 muelles de gran calado, 10 para portacontenedores, y 23 grúas gigantes.
En Abu Dabi está el puerto Mina Zayed, y en Sharjah están Mina Khalid y Khor Fakkan. Las terminales de carga de los puertos de los Emiratos cuentan con los últimos adelantos logísticos, gracias a lo cual son los más eficientes en términos de tiempo de tránsito. En cuanto a desempeño logístico, los EAU ocupan la posición 27 entre 150 países.
Desde los aeropuertos internacionales de Abu Dabi, Dubái, Fuyaira, Sharjah y Ras al-Jaima parten las líneas aéreas nacionales Emirates y Etihad.
Debe mencionarse el Dubai World Central (DWC), que incluye el aeropuerto más grande del mundo, diseñado como eje logístico para Medio Oriente, África y el subcontinente indio. Este conjunto integrará siete sectores: residencial, comercial, logístico, aviación, humanitario, club de golf y salas de exhibición.
Hay varios parques industriales en operación: cuatro en Dubái, dos en Abu Dabi y uno en Sharjah. Proyectados para atraer inversiones comerciales, industriales y de servicios, desde ahí se distribuyen productos al mercado doméstico y a todo el mundo. Gracias a ellos, el productor mexicano no tiene que limitarse al simple comercio. Las zonas francas de los Emiratos pueden usarse para el armado y empacado de los artículos que desde México ofrecemos, y para ello basta firmar contratos con socios locales que aporten la participación accionaria que la ley dispone. ProMéxico puede orientar la acción correspondiente y reunir valiosa información sobre las características y modalidades de tales mercados.
La política de impulsar los grandes conjuntos inmobiliarios forma parte de la estrategia de posicionar a los Emiratos como dinamo del progreso global. Como resultado de ello, en las ciudades emiratíes se yerguen los edificios más altos del mundo: Burj Khalifa (828 m de altura), Marina 101 (427 m), Princess Tower (414 m), 23 Marina (392 m) y Burj Mohammed Bin Rashid (381 m).
Dubái cuenta con 18 rascacielos, desarrollos espectaculares y parques residenciales, como las notables islas residenciales Palm, desarrollo icónico conocido en todo el mundo y construido sobre islas artificiales. En esta ciudad están también el parque Wild Wadi, el parque Zabeel, el Jumeirah Beach Hotel y la Marina de Dubái. El World Trade Center de Abu Dabi es famoso.
La actividad inmobiliaria en los EAU ha tenido altas y bajas. El quebranto financiero de Dubái a fines de 2009 se resolvió con el urgente rescate de Abu Dabi, lo que afirmó al sector bancario como uno de los más destacados, con los correspondientes requerimientos de materiales y servicios profesionales que pueden surtirse desde México.
El turismo, importante fuente de ingresos para los Emiratos, se centra en Dubái y Abu Dabi, ciudades que promueven la construcción de grandes desarrollos hoteleros y servicios para el turismo recreativo y de salud.
En 2015, los Emiratos recibieron a casi 10 millones de turistas, 11% más que el año anterior, lo que representó ingresos por 11 mil 550 millones de dólares. En Qatar se celebrará la Copa Mundial de Fútbol en 2022, y habrá un estadio con aire acondicionado. Se piensa que la Feria Mundial proyectada para 2020 aumentará la participación de los EAU en los ingresos por turismo.
Las perspectivas actuales de los Emiratos anuncian un mayor papel en la región y en un mundo globalizado. Efectivamente, el área de influencia económica de los EAU abarca, en primer lugar, a Arabia Saudita, Kuwait y Qatar, países que, por cierto, están por conformar un nuevo grupo árabe.
La ubicación de los EAU les facilita aprovechar las rutas de transporte marítimo petrolero y de carga que pasa por el estrecho de Ormuz, pudiendo servir de trampolín para acceder a los mercados del Líbano, Jordania, Irán e Iraq, y a otros como Egipto y Turquía. El comercio de los EAU ya es activo con países más lejanos, como Pakistán, India y China, y podemos valernos de sus contactos. Por ejemplo, India es el socio comercial más importante de los Emiratos y viceversa.
En esta dinámica, el antiguo papel del comercio de simple entrepôt se amplía hacia la maquila y el ensamblaje de componentes de productos terminados. La aplicación de la logística moderna puede llevar a los EAU a ser un centro de servicios de inteligencia tecnológica.
La pujanza de los países emergentes está provocando un desplazamiento de los ejes comerciales y financieros hacia nuevos sitios. Los miembros de los EAU apuestan a ocupar su lugar al lado de los centros económicos tradicionales, como Londres, Frankfurt, Nueva York, Tokio o Singapur.
La ubicación estratégica de los Emiratos en el tráfico marítimo y aéreo, análoga a la que goza Singapur, los coloca en posición de ventaja como punto de distribución de productos. Debemos valernos de este factor para hacer llegar los artículos y servicios mexicanos al Medio Oriente.
Nuestro escaso comercio con los Emiratos y demás países árabes puede ampliarse exponencialmente partiendo de la lista de productos que compran. Su necesidad de artículos terminados constituye un mercado muy atractivo para el proveedor mexicano. Hay que actuar con prontitud. La sustitución de importaciones va adelante en los Emiratos y en la zona, y eso llevará a mercados aún más competidos que los actuales.
Dentro de la fluida e interconectada coyuntura económica mundial, las empresas mexicanas pueden encontrar en los Emiratos y otros países árabes del Golfo Pérsico un buen mercado para productos en cuya producción y exportación tienen amplia experiencia. Los Emiratos se ven a sí mismos como plataformas clave de enlace entre Oriente y Occidente.
Es el momento de actuar con decisión para aprovechar los apoyos que ofrecen Bancomext y ProMéxico a los exportadores.
Una muestra del optimismo con el que los EAU responden a los retos actuales es el primer lugar que obtuvieron entre los países árabes y el vigésimo a nivel mundial en el Informe Mundial sobre la Felicidad de la onu. Esta visión se confirma con la anunciada creación de los cargos de Ministro de Estado para la Felicidad, como parte de la “política para crear el bien y la satisfacción social”, y de Ministro para la Tolerancia, para “promocionar la virtud como valor fundamental”. Asimismo, está por instalarse el Consejo Nacional de la Juventud, que asesorará al Gobierno en asuntos de este sector, lo que confirma la inteligente visión con que los Emiratos anticipan un futuro cuyos éxitos podemos y debemos compartir.