El ingreso de México por remesas familiares registró en 2014 y 2015 un repunte significativo, con incrementos respectivos de 6 y 4.8%. Tal evolución se presentó luego de varios años en que había mostrado debilidad, acompañada de altibajos. No obstante la mejoría, al cierre de 2015 el ingreso proveniente del exterior todavía no había superado el pico alcanzado en 2007, de 26 mil millones de dólares.
Si se mide en pesos constantes, es decir, en función del poder de compra obtenido por los hogares receptores, el crecimiento del ingreso por remesas en 2015 resulta todavía más elevado: 21.9%. Esto se debió a que al aumento de las remesas medidas en dólares se adicionó la depreciación cambiaria del peso con relación al dólar, la cual no se transmitió a los precios al consumidor. Lo anterior favoreció que aumentara el gasto de los hogares mexicanos receptores y contribuyó a que el crecimiento del consumo privado superara al crecimiento del PIB del país.
El comportamiento positivo de las remesas familiares provenientes del exterior en 2014 y 2015 respondió principalmente a dos factores vinculados. Por un lado, en esos dos años, en Estados Unidos (país de donde provino en 2015 el 95.6% del ingreso de México por remesas), el empleo, las remuneraciones medias y consecuentemente la masa salarial de los trabajadores inmigrantes de origen mexicano registraron un avance significativo que propició el mayor flujo por remesas para nuestro país. Por otro lado, en 2013 y 2014 se observó de nuevo un flujo migratorio mexicano positivo hacia Estados Unidos. En general, los aumentos del ingreso por remesas de los países receptores tienden a nutrirse de mayores flujos migratorios al exterior.
En los últimos meses de 2015 el dinamismo del empleo de los trabajadores mexicanos inmigrantes se atenuó de manera significativa
El avance del empleo en Estados Unidos de los trabajadores mexicanos inmigrantes resultó en 2014 y 2015 de 277 mil y 403 mil personas, respectivamente. Asimismo, abarcó a los trabajadores de género tanto masculino como femenino, y fue más vigoroso en las ocupaciones de tiempo completo que en las de tiempo parcial. Ese aumento del empleo propició que se redujera la tasa de desempleo de los trabajadores mexicanos inmigrantes y que fuera en 2015 muy cercana a la observada en el conjunto de la fuerza de trabajo de ese país.
La mejoría en la composición de los empleos de los mexicanos inmigrantes hacia una mayor participación de los de tiempo completo propició que aumentara la remuneración media de dichos trabajadores. Ello debido a que las remuneraciones en ocupaciones de tiempo completo prácticamente duplican a las observadas en los empleos de tiempo parcial.
A pesar de este escenario positivo, en los últimos meses de 2015 el dinamismo del empleo de los trabajadores mexicanos inmigrantes se atenuó de manera significativa, lo que a su vez podría conducir en los primeros meses de 2016 a una desaceleración del ingreso de México por remesas.2
Durante 2014, el ingreso de México por remesas familiares registró un crecimiento muy significativo, de 6% (ver gráfica 1). Asimismo, en 2015 su incremento anual también fue elevado, de 4.8%, con aumentos en los cuatro trimestres del año. A pesar del repunte que registró el ingreso de México por remesas en 2014 y 2015, en 2015 dicho ingreso todavía se ubicó 4.9% por debajo de su máximo registrado en 2007.
El monto de las remesas familiares que recibe México y el ingreso neto por remesas (deduciendo las remesas al exterior) son elevados si se comparan con otros renglones de ingreso de la balanza de pagos. En 2015, el ingreso neto por remesas fue equivalente al 128% del valor de las exportaciones de petróleo crudo, al 137% del ingreso por viajeros internacionales (turismo, transacciones fronterizas o excursionistas y cruceros) y al 326% del ingreso neto por viajeros internacionales.
El crecimiento anual que en 2015 registró el ingreso de México por remesas familiares resultó muy elevado en pesos constantes, es decir, medido por el aumento del poder de compra que obtuvieron los hogares receptores. En 2015, el incremento de ese ingreso fue de 4.8% medido en dólares, pero resultó de 21.9% en pesos constantes. Tal diferencia se originó por una depreciación del tipo de cambio del peso mexicano, la cual no se transmitió a los precios al consumidor en México. De hecho, sobresale que en diciembre de 2015 el ingreso por remesas medido en dólares cayó 1.2% en su comparación anual, pero en pesos constantes se incrementó 13.8 por ciento.
En 2015, el ingreso por remesas familiares medido en dólares corrientes mostró aumentos anuales en 28 de las 32 entidades federativas del país, pero esa mejoría fue mucho más significativa en pesos constantes. De hecho, en 15 estados el incremento de las remesas medido en pesos constantes superó el 25%, lo que contribuyó mucho al gasto de consumo en tales entidades.
México es el segundo país exportador de recursos humanos en el mundo, pero es el principal exportador neto, es decir, deduciendo a la población inmigrante en el país. El número total de emigrantes de origen mexicano supera al de países con poblaciones más elevadas, y en 2015 el 97.7% de los migrantes mexicanos se ubicó en Estados Unidos. De ahí que casi la totalidad de las remesas provengan de ese país.
El principal destino de los migrantes de México es Estados Unidos, seguido por Canadá. De acuerdo con estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas, en 2015 Estados Unidos representó el destino del 97.7% de la migración mexicana, así como el origen de un porcentaje muy elevado del ingreso de nuestro país por remesas (95.6% en 2015). Asimismo, esa nación constituyó el destino del 98% de la migración mexicana masculina y el 97.3% de la femenina.
En el periodo 2007-2012 no se observó un flujo migratorio neto positivo de México hacia Estados Unidos. Ahora bien, en 2013 y 2014 ese flujo migratorio mexicano resultó positivo. No obstante, en 2014 el número total de inmigrantes mexicanos en Estados Unidos fue ligeramente menor que el registrado en 2007.
La información censal de Estados Unidos y de la encuesta American Community Survey muestra que el flujo migratorio mexicano fue muy intenso de 1990 a 2007, periodo en el que 7 millones 440 mil 523 mexicanos emigraron a Estados Unidos (438 mil mexicanos en promedio cada año). No obstante, en el periodo 2008-2012 este movimiento se frenó bruscamente y, en promedio, fue negativo. En 2013 y 2014, volvió a ser positivo.
La debilidad en los años recientes del flujo migratorio mexicano hacia Estados Unidos ha sido el resultado neto de un flujo negativo en el caso de los hombres y positivo en el de las mujeres. Durante el periodo 2007-2014 se redujo en Estados Unidos el número total de inmigrantes mexicanos, pero ello fue resultado de una fuerte disminución del número de hombres y un aumento importante del de mujeres (ver gráfica 2).
En 2014 y 2015 en Estados Unidos, el nivel del empleo de los trabajadores inmigrantes de origen mexicano registró alzas respectivas de 277 mil y 403 mil personas. Ello tuvo como contrapartida una importante disminución de su tasa de desempleo y favoreció que aumentara su masa salarial, la que a su vez propició un incremento del ingreso de México por remesas familiares. El avance del empleo comprendió a los trabajadores mexicanos de género tanto masculino como femenino.
Durante la pasada crisis económica de Estados Unidos, hubo una fuerte disminución del nivel de empleo de los trabajadores mexicanos inmigrantes y un cambio en su composición, al reducirse la participación de las ocupaciones de tiempo completo. Por su parte, la mejoría en 2014 y 2015 de las oportunidades de empleo para ellos fue muy significativa en las ocupaciones de tiempo completo e implicó que algunos de los mexicanos que tenían empleos de tiempo parcial consiguieran ocupaciones de tiempo completo. Este cambio en la composición de los empleos propició un aumento en las remuneraciones medias del conjunto de trabajadores mexicanos inmigrantes y consecuentemente también de su masa salarial.
En 2015, el nivel de empleo en Estados Unidos de los trabajadores mexicanos inmigrantes mostró un dinamismo significativo, al incrementarse en 403 mil personas, con alzas de 268 mil individuos en el caso del género masculino y 135 mil para el femenino (ver cuadro 1). Un resultado muy positivo fue el fuerte incremento (441 mil trabajadores) en las oportunidades de empleo de tiempo completo, mientras que el número en ocupaciones de tiempo parcial presentó un descenso, tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres. De hecho, en 2015, en Estados Unidos el 85.5% de los mexicanos inmigrantes ocupados contaron con empleos de tiempo completo, luego de que en 2010 y 2014 dicha participación había sido de 81.8 y 84.1%, respectivamente. En 2015, el 91.6% de los trabajadores mexicanos de género masculino tenía ocupaciones de tiempo completo; el porcentaje fue de 73.2 para las mujeres.
El avance del empleo de los trabajadores mexicanos inmigrantes en Estados Unidos en 2014 y 2015, aunado a la mejoría en la estructura de dichos empleos, con el aumento de la participación de los de tiempo completo, donde se obtienen mayores remuneraciones, propició incrementos de su masa salarial de 14 y 23 mil millones de dólares, respectivamente. El aumento del ingreso de ese grupo migratorio en Estados Unidos es el factor que explica el repunte en esos dos años del ingreso de México por remesas familiares.
En 2015, en Estados Unidos la masa salarial obtenida por los trabajadores mexicanos inmigrantes fue de 225 mil millones de dólares (ver cuadro 2). De ese ingreso, el 73.3% fue obtenido por hombres, el 92.6% se derivó de ocupaciones de tiempo completo y el 65.3% fue generado por trabajadores mexicanos que no contaban con ciudadanía, aunque la cifra correspondiente resultó de 68.6% para los hombres y 56.2% para las mujeres. Esto último refleja que un mayor porcentaje de mujeres que de hombres mexicanos cuenta con ciudadanía.
La mejoría en 2014 y 2015 del empleo de los trabajadores mexicanos inmigrantes en Estados Unidos se reflejó en una fuerte disminución de su tasa de desempleo. De hecho, al cierre de 2015 dicha tasa se ubicó en un nivel muy cercano al de la tasa del conjunto de la fuerza de trabajo de ese país. La disminución en 2015 de la tasa de desempleo de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos comprendió tanto a los nativos como a los inmigrantes. Un resultado notable es que en ese país la tasa de desempleo de los inmigrantes mexicanos se ubica por debajo de la de los nativos de origen mexicano.
En el segundo semestre de 2015, en Estados Unidos se presentó una significativa desaceleración del crecimiento del empleo de los trabajadores mexicanos inmigrantes: el incremento anual fue de 206 mil ocupaciones, luego de que en el primer semestre había promediado 600 mil. Dicha desaceleración comprendió tanto a los hombres como a las mujeres, pero fue más moderada en las ocupaciones de tiempo completo, mientras que se redujo en términos absolutos el nivel de empleo de dichos trabajadores en ocupaciones de tiempo parcial.
En 2015, el nivel promedio de empleo de los trabajadores mexicanos inmigrantes en Estados Unidos superó al registrado en 2007, año en que se observó el nivel histórico más alto del ingreso de México por remesas (ver gráfica 3). No obstante, el nivel de empleo de los inmigrantes de género masculino todavía permaneció por debajo del registrado en 2007, mientras que el de las mujeres presentó un repunte significativo. Por su parte, en 2015 la masa salarial en ese país medida en términos reales (en dólares constantes de 2007) de los trabajadores mexicanos inmigrantes fue ligeramente menor a la observada en 2007.
Durante 2015, el ingreso de México por remesas familiares mostró un avance significativo medido en dólares corrientes, pero esa mejoría fue mucho más elevada en pesos constantes, es decir, medida por el poder de compra que obtuvieron los hogares receptores, al resultar de 21.9%. Ese fuerte aumento favoreció al gasto de dichas viviendas receptoras y contribuyó a que el crecimiento del consumo privado superara al del PIB del país.
La mejora del ingreso de México por remesas en 2015 obedeció al desempeño positivo que presentó el mercado laboral en Estados Unidos, que propició que aumentara en 403 mil ocupaciones el nivel de empleo de los trabajadores mexicanos inmigrantes. De hecho, ese año el nivel promedio de ocupación de los mexicanos inmigrantes superó en 680 mil el registrado en promedio en 2013, y prácticamente en su totalidad ese aumento fue de empleos de tiempo completo.
Asimismo, en 2015 se observó en Estados Unidos un aumento de las remuneraciones medias de los trabajadores mexicanos inmigrantes, debido principalmente a que el avance del empleo se concentró en ocupaciones de tiempo completo, las cuales en promedio reciben remuneraciones que prácticamente duplican a las de tiempo parcial. De esa manera, la mejoría del empleo y de las remuneraciones medias implicó que aumentara la masa salarial obtenida por los trabajadores mexicanos inmigrantes en 23 mil millones de dólares corrientes. Del total de la masa salarial, el 73.3% fue obtenido por trabajadores mexicanos de género masculino (165 mil millones de dólares), y el restante 26.7% por mujeres (60 mil millones de dólares).
Cabe reconocer que, en 2015, el crecimiento anual en Estados Unidos del empleo de los trabajadores mexicanos inmigrantes fue más vigoroso en el primer semestre del año que en el segundo. Esa clara desaceleración en los últimos meses del año del crecimiento del empleo de dichos trabajadores podría propiciar que se modere el aumento del ingreso de México por remesas al menos en los primeros meses de 2016.
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1 Se agradece el apoyo de Denisse Jiménez en la elaboración de este documento.
2 La información utilizada para este estudio proviene principalmente del Banco de México y la Oficina del Censo de los Estados Unidos (United States Census Bureau), esta última para las estadísticas obtenidas de la explotación de la Current Population Survey (CPS), así como de la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense (American Community Survey, ACS).