La relación comercial entre México e India ha crecido en los últimos años. ¿A qué atribuye este comportamiento?
El comercio entre India y América Latina ha aumentado sustancialmente de 1.8 mil mdd en 2006 a casi 6 mil mdd en 2015. Por vez primera, México ha sobrepasado a Brasil como el primer destino de las exportaciones de India a América Latina. En cierta forma, la localización estratégica de México y su desarrollada infraestructura lo han vuelto una puerta de entrada sumamente interesante para los mercados de América del Norte y América Latina. De igual forma, el atractivo mercado y el crecimiento de India están llamando cada vez más a las empresas mexicanas. Las economías emergentes comienzan a verse cada vez más entre sí y a reconocer el potencial de su colaboración. El crecimiento de la relación comercial puede atribuirse en parte a los esfuerzos diplomáticos y de promoción, así como a la complementariedad entre las economías. Sin embargo, la razón más importante es también la más simple: las empresas encuentran cada vez más rentable el comercio con la región asiática y concretamente con India. Las empresas siempre estarán orientadas a maximizar sus utilidades y siempre irán a donde sus negocios puedan prosperar. En este sentido, el comercio con India ha sido sui generis porque se ha construido sobre una base de pura perseverancia y competitividad, y esta es una de las razones que hace pensar que la tendencia de crecimiento continuará en el futuro.
India ha reportado un crecimiento económico sostenido por más de 10 años. ¿En qué se ha basado este crecimiento?
India es una democracia con instituciones sólidas y, a pesar de su tamaño y diversidad, suele elegir gobiernos estables. Esta estabilidad política y social es uno de los factores que ha mantenido el interés del consumidor y de los inversionistas en India desde que el país liberalizó su economía en 1990.
Otros factores como la demografía y la mano de obra económica y calificada, así como el dominio del inglés de la población joven, han vuelto a India uno de los mercados más competitivos para atraer inversión extranjera directa (IED) tanto en manufactura como en servicios. Junto a la atracción exitosa de IED, se pueden considerar la inversión masiva en infraestructura y otras iniciativas del Gobierno, como Digital India y Make in India. Además, India acaba de aprobar una ambiciosa reforma tributaria. Todos estos elementos están creando un ambiente propicio para atraer inversiones directas y hacer que las empresas locales se vuelvan más competitivas.
Por otro lado, es importante destacar que India es un país que emergió de la crisis económica global relativamente inafectada. Es un importador neto de hidrocarburos, por lo que la caída de los precios internacionales del petróleo favoreció su balanza comercial.
India requiere hidrocarburos para mantener su crecimiento. ¿Qué papel han jugado las exportaciones petroleras en la relación de India con México?
En efecto, para mantener sus niveles de crecimiento y cubrir las necesidades de su enorme población, India deberá poner su seguridad energética como máxima prioridad. Los hidrocarburos son esenciales en la relación comercial bilateral. México provee 2.7% del petróleo que se consume en India. El petróleo representa 80% de las exportaciones de México a la India, y a su vez, India es el tercer comprador de petróleo mexicano en el mundo. Esto demuestra la importancia que debemos dar a India si deseamos una economía más diversificada, además del enorme potencial de esta relación.
A India se le reconoce como país exportador de servicios. ¿Qué políticas públicas ha aplicado para lograr este desarrollo?
Desde la liberalización de su economía a principios de los noventa, el sector de tecnologías de la información ha jugado un papel importante en el crecimiento económico y ha dado a India una nueva narrativa. Para promover este sector, el Gobierno indio eliminó las tarifas de importación sobre los productos de tecnología, relajó el control sobre las inversiones y promovió una serie de medidas fiscales para las empresas de tecnologías de la información (TI) con el fin de volverlas mundialmente competitivas.
Para promover las exportaciones, el Gobierno lanzó el Software Technology Park Scheme en 1991 y las Special Economic Zones en 2005. Los dos programas están 100% orientados a la exportación de servicios, con ventajas fiscales, como exención de impuestos de servicios, de ventas y de importaciones, entre otros. Otra fortaleza ha sido la formación de recursos humanos: 98% de las escuelas y centros de educación superior ofrecen programas de TI y el Gobierno sigue expandiendo la inversión en educación mediante asociaciones público-privadas de investigación y desarrollo.
Por medio de sus programas insignia, como Digital India y Start-Up India, el Gobierno actual ha relajado las normas de capital privado y de capital de riesgo en las empresas. En el año fiscal 2015-2016, se destinaron 16.5 mdd para promover nuevas startups de TI.
El mercado interno de India y la existencia de empresas competidoras a nivel mundial representa una alternativa para las empresas mexicanas. ¿Se ha aprovechado esta oportunidad?
México es el mayor inversionista de América Latina en India, con un total de 800 millones de dólares. Tenemos 12 empresas mexicanas operando en diversos sectores, entre los que podemos destacar autopartes, TI, energía, alimentos procesados y productos industriales. Una historia de éxito interesante es la de las empresas de entretenimiento que han encontrado en India un terreno fértil. Cinépolis tiene en India una de sus mayores inversiones. Recientemente adquirió la empresa DT Cinemas. Por su parte, KidZania ha invertido en dos parques de diversiones en Delhi y Mumbai, y ahora está por abrir una tercera localidad en el sur de India.
¿Qué otros aspectos relevantes de la relación bilateral México-India nos puede comentar?
La relación entre México e India se ha caracterizado por ser amistosa y carecer de conflictos. México fue el primer país de América Latina en reconocer a India como un país independiente. La Embajada de México en India se abrió en 1950 y, para mostrar la importancia que el Gobierno de México dio a la nueva relación, designó como primer embajador a Emilio Portes Gil, expresidente del México revolucionario. Por supuesto, destaca la labor del embajador Octavio Paz y de muchas otras grandes figuras que han trabajado por estrechar los lazos entre ambos países. Actualmente, parece que México e India tienen un interés romántico entre sí, basado en la grandeza pasada, como la de los Vedas o las culturas prehispánicas. Incluso se le presta gran atención a la historia diplomática, los grandes embajadores y la colaboración en iniciativas como el Movimiento de Países No Alineados. Sin embargo, lo que necesitamos y estamos tratando de hacer en la Embajada es traer la relación al siglo xxi: vincular a las enormes poblaciones jóvenes en ambos países y sus preocupaciones actuales, incorporar la tecnología, enfrentar retos globales juntos y aprender más de nuestras realidades contemporáneas.
¿Cómo ve el futuro de esta relación y qué aspectos se deben considerar para fomentarla?
Estamos en un proceso tanto de profundización como de ampliación de los ámbitos de la relación. En los siguientes años, la relación deberá fortalecer los temas de comercio e inversión aún más. La distancia no ha sido un obstáculo para llevar nuestro intercambio comercial a casi 6 mil mdd y ampliar la inversión en áreas como las industrias automotriz y farmacéutica. Sin embargo, considerando el tamaño de ambas economías, este número significa que apenas estamos explorando la superficie y debemos incrementarlo. El ámbito energético también es esencial y México puede ser un socio clave para la seguridad energética de India, ya que producimos el tipo de petróleo que India consume y refina. Como uno de los grandes retos del futuro, queremos trabajar con India para identificar y usar fuentes limpias de energía. Ambos países hemos hecho compromisos ambiciosos en este ámbito, incluida la ratificación del Acuerdo de París. Otro sector que será icónico de esta relación es ciencia y tecnología. Continuaremos fomentando los programas conjuntos de investigación en nuestras áreas estratégicas actuales: agua, biotecnología, energía solar y sismología. También esperamos colaborar en más áreas y continuar los intercambios entre estudiantes y profesores. Tenemos muchos planes en materia de cooperación espacial, que es una de las áreas más exitosas de la relación. La Agencia Espacial Mexicana y la Organización de Investigación Espacial de India están en contacto constante para eventualmente desarrollar programas de observación de la Tierra y lanzamiento conjunto de satélites. Por supuesto, queremos que todo sea vea fortalecido por un intenso intercambio cultural y promoción turística. Este es un momento clave para que México utilice la diplomacia cultural para involucrarse con India y tenga como socio clave a esta futura potencia asiática.