México y Cuba: Fortalecimiento de nuestros lazos económicos
El relanzamiento de la relación con Cuba ha sido una de las prioridades en materia de política exterior de la presente administración. Esto sucede en un momento clave de desarrollo de oportunidades en ambos países. El trabajo que realiza ProMéxico está enfocado en aprovecharlas al máximo para expandir el comercio y las inversiones nacionales en la Isla.
Por: Francisco N. González Díaz

Una de las primeras decisiones que el presidente Peña Nieto tomó en materia de política exterior fue apoyar el relanzamiento de la relación con Cuba. Fue a finales de enero de 2013 —apenas dos meses después de haber iniciado su administración—, cuando viajó a Santiago de Chile para participar en la Primera Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea. Durante los trabajos de la misma, el presidente Peña Nieto se reunió con el presidente Raúl Castro y fue entonces cuando acordaron relanzar a la brevedad la relación bilateral.

Desde ese momento, México y Cuba han empezado a escribir una nueva página en la historia de sus lazos económicos. Esta visión le ha permitido a nuestro país ir a la cabeza en materia de comercio e inversión con Cuba. Una muestra clara es que el proyecto de una empresa mexicana fue el primero en ser aprobado para la Zona Especial de Desarrollo Mariel.

El relanzamiento se está desarrollando en un momento clave en el que las economías de nuestros países se están transformando para ser más competitivas. Por un lado, México está percibiendo los primeros resultados de una de las agendas de cambios estructurales más profundas de su historia como nación independiente. Cuba, por su parte, decidió dar una actualización a su modelo económico y está realizando cambios históricos, entre los que destacan la creación de la Zona Especial de Desarrollo Mariel y la expedición de una nueva Ley de Inversión Extranjera. Los cambios impulsados por ambos países nos permitirán ser cada vez más relevantes en los flujos mundiales de comercio e inversión y, si logramos sinergias relevantes, podremos gozar de frutos compartidos en un futuro cercano.

En ese contexto, y con el fin de facilitar los negocios entre México y Cuba, nuestros países han logrado importantes avances, fundados en tres pilares.

Primeramente, han avanzado en la facilitación del entorno de negocios, ofreciendo mayor certidumbre y beneficios recíprocos. Con ese fin, concluyeron las negociaciones para la ampliación del Acuerdo de Complementación Económica (ACE 51), el cual incorporó 3 mil 625 fracciones arancelarias nuevas y la profundización en otras 214, lo cual expande el universo de productos que se pueden comerciar entre nuestros países con preferencias arancelarias. La ampliación y profundización del ACE 51 se realizó a través de la suscripción de dos protocolos: uno sobre acceso a mercados y otro que incluye el régimen de solución de controversias —sección particularmente importante para la comunidad empresarial.

 

La oficina de ProMéxico en Cuba tiene como objetivo ofrecer asesoría y orientación a los empresarios mexicanos que deseen incursionar en el mercado cubano y a los cubanos que deseen invertir en México

 

El segundo pilar es la apertura de la oficina de ProMéxico en Cuba, cuyo objetivo es ofrecer asesoría y orientación a los empresarios mexicanos que deseen incursionar en el mercado cubano y a los cubanos que deseen invertir en México.

En este contexto, se desarrolló en mayo de 2014 una misión de México a este país del Caribe, conformada por 68 empresarios. Asimismo, se firmó el Acuerdo de Cooperación entre ProMéxico y el Centro de Promoción del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba (CEPEC) en el mismo año, el cual nos está permitiendo una colaboración más cercana entre ambas agencias.

Más adelante, durante la Feria Internacional de la Habana en 2014, las autoridades cubanas presentaron una cartera de cerca de 250 proyectos y oportunidades de negocios en su país. Como ha ocurrido desde 2009, México contó con un pabellón nacional organizado por ProMéxico en el que la mitad de las empresas participaron por primera vez y en áreas prioritarias para Cuba —energías renovables, por ejemplo.

Como parte de sus esfuerzos para incrementar el comercio, ProMéxico identificó los productos mexicanos que más se exportan a Cuba, así como los que cuentan con oportunidad de incrementar su participación en ese mercado —entre los que destacan los de sectores de la construcción, agroalimentario, embotellado, biotecnología y dispositivos médicos—, con el fin de promover la exportación nacional a este país.

El tercer pilar es el impulso de los negocios y la inversión mexicana en Cuba. Este país representa un mercado de 11 millones de personas que tendrán acceso gradual a una mayor variedad de bienes y servicios. Además, la Zona Especial de Desarrollo Mariel ofrecerá oportunidades de negocios y servicios logísticos —como la recepción de buques Postpanamax—, que sin duda serán de interés para muchos empresarios mexicanos.

El número de casos de éxito de empresas mexicanas con inversión en Cuba se ha incrementado rápidamente. Nueve empresas mexicanas han presentado proyectos de inversión en la Zona Especial de Desarrollo Mariel. De estos proyectos, dos han sido aprobados: como se mencionó anteriormente, el primer proyecto de inversión extranjera autorizado correspondió a una empresa mexicana, Richmeat de Cuba; el siguiente es un proyecto de fabricación de pinturas: devox Caribe. Existen otros 15 proyectos de inversión de empresas mexicanas en otras áreas de Cuba derivados de la misión de ProMéxico a este país en 2014.

 

Como parte de sus esfuerzos para incrementar el comercio, ProMéxico identificó los productos mexicanos que más se exportan a Cuba, así como los que cuentan con oportunidad de incrementar su participación en ese mercado

 

Con el objetivo de seguir promoviendo oportunidades de inversión para empresas mexicanas, ProMéxico —en coordinación con la Secretaría de Turismo— organizó una misión empresarial a La Habana, del 2 al 4 de septiembre del presente año. El enfoque principal fue el sector turismo, ya que esta es la actividad prioritaria en la generación de divisas de Cuba y ocupa un lugar primordial en la nueva política de inversión extranjera de dicho país. Asimismo, esta misión buscó fortalecer la presencia de compañías mexicanas en otros sectores, como el financiero, de servicios y telecomunicaciones, por nombrar solo algunos.

En conclusión, la presencia de empresas mexicanas ha crecido rápidamente en menos de dos años y se multiplicará, sin duda, gracias a que nuestra política de estrechamiento de relaciones con dicho país mantiene un curso promisorio. Tengo la certeza de que través de los apoyos y servicios de ProMéxico y Bancomext, sustentados en los tres pilares mencionados, expandiremos el comercio y las inversiones de México en Cuba, sobre todo en este contexto donde nuestros lazos económicos juegan un papel protagónico.