La actividad turística en el país se ha consolidado como un importante motor para la economía mexicana y como una de las principales fuentes de divisas para nuestro país. Con una participación de 8.5% en el PIB nacional, el potencial que ofrece el turismo a México es enorme, ya que es un sector intensivo en mano de obra y con una gran derrama económica a lo largo del país. Se estima que el sector emplea a alrededor de 9 millones de personas de manera directa e indirecta. Además, es el primer empleador de jóvenes, y las mujeres constituyen la mayor parte de su fuerza laboral.
El turismo en México está pasando por su mejor momento. Desde 2014, el país se encuentra entre los 10 destinos más visitados a nivel mundial, y el año pasado recibió una cifra récord de 32.1 millones de turistas internacionales que generaron también un máximo histórico de captación de divisas, de alrededor de 17 mil 500 millones de dólares.
Por su parte, el turismo doméstico representa poco más del 80% del consumo turístico que se realiza en México y es el principal responsable de los altos niveles de ocupación hotelera que se han registrado en el país en estos últimos años.
La buena dinámica del turismo refleja el esfuerzo realizado para aumentar la competitividad de nuestros destinos a través de acciones en materia de infraestructura, inversión, promoción, innovación y diversificación de la oferta turística.
Con el fin de comprender la forma en que el turismo impacta la economía y transforma la vida de millones de mexicanos, a continuación se presenta la evolución de los indicadores más relevantes del sector.
Turismo se refiere a todas las actividades que realizan las personas durante sus viajes a lugares distintos a su entorno habitual. Para que un individuo sea considerado como turista debe realizar un viaje con una duración de por lo menos una pernocta y menor a un año, y no debe realizar actividades remuneradas en el lugar visitado.
Las principales razones por las que se realizan actividades turísticas son: esparcimiento, reuniones de negocios, convenciones, congresos, actividades relacionadas con el deporte, operaciones médicas, visitar conocidos, creencias religiosas, realizar compras o estudios.
Los viajes de características turísticas pero con duración menor a un día, sin pernocta, son viajes de excursionismo. Al viajero que sale de la ciudad donde vive, visita una localidad cercana para comer los alimentos típicos del lugar, atender una cita de negocios o realizar compras, y regresa el mismo día, se le conoce como excursionista.
La cantidad de actividades económicas que participan en el turismo es muy grande, ya que los viajeros requieren transporte, alimento, hospedaje, servicios de comunicación, esparcimiento y servicios médicos, entre otros.
Lo anterior habla de un carácter transversal de la industria turística, la cual integra una gran variedad de servicios y productos ligados a otros sectores y actividades económicas, con un importante impacto en la economía nacional, en la generación de empleos y en el bienestar de la población.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) estima que la actividad turística aporta 10% del PIB global y genera 1 de cada 11 empleos en el mundo (ver gráfica 1).
La OMT señala que en 2014 viajaron mil 134 millones de turistas internacionales. Para ponerlo en perspectiva, el Banco Mundial registró en 2014 una población en América Latina y el Caribe de 626 millones de personas, y de 508 millones en la Unión Europea. Además, la OMT calcula que el turismo representa el seis por ciento de las exportaciones mundiales, con una derrama estimada de 1 billón 250 mil millones de dólares. En los últimos 14 años, el ingreso de divisas por la actividad turística internacional ha registrado una tasa compuesta de crecimiento anual de alrededor de casi siete por ciento (ver tablas 1 y 2).
En la mayoría de los países, el turismo doméstico es el más representativo y el que tiene una mayor incidencia en la actividad económica. El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (wttc, por sus siglas en inglés) estimó que 72.5% de la contribución al PIB turístico mundial se debió al gasto del turismo doméstico en 2014.
En México, los viajeros nacionales son los que tienen un mayor impacto en el PIB turístico debido a que superan por mucho la cantidad de viajeros extranjeros. En 2014, casi 442 millones de viajeros recorrieron el país, de los cuales 360.8 millones fueron nacionales y 81 millones extranjeros. De los viajeros nacionales, 204.9 millones pernoctaron por lo menos una noche, por lo que se contabilizaron como turistas.
De esos 204.9 millones de turistas nacionales, 80.7 millones se hospedaron en hotel y 124.2 millones eligieron algún tipo de oferta extrahotelera, es decir, durmieron en casas de familiares, en segunda vivienda, o eligieron rentar una propiedad (ver diagrama).
De acuerdo con el inegi, del total del consumo turístico en México, el 81.4% lo realizan los mexicanos al interior del país y el 11.2% los extranjeros. El 7.4% restante lo realizan mexicanos fuera del país. Si únicamente se toma en cuenta el consumo turístico que se realiza dentro del país, alrededor de 90% corresponde a los viajeros nacionales (ver gráficas 2 y 3).
La actividad turística relacionada con los visitantes extranjeros es sumamente relevante, ya que representa la cuarta fuente de divisas del país y existen localidades altamente dependientes del turismo internacional. Adicionalmente, el flujo de divisas debido al turismo es menos volátil que el de otras fuentes, como el petróleo o la inversión extranjera. En los últimos 30 años, por ejemplo, el ingreso de divisas por turistas internacionales se incrementó seis por ciento en promedio anual. En 2015, la balanza turística en México registró el mayor superávit de la historia, con 7 mil 357 millones de dólares.
En México, existen destinos cuya economía depende mayoritariamente del turismo internacional, como la Riviera Maya, donde los turistas extranjeros representan 98% en promedio anual de los huéspedes en los hoteles, mientras que en Los Cabos y Chichén Itzá es de 74 por ciento.
En total, México recibió en 2015 a 87.2 millones de visitantes internacionales, de los cuales 32.1 millones fueron turistas y 55 millones excursionistas. Del total de excursionistas, 6 millones llegaron en cruceros y 49 millones fueron fronterizos.
La mayor derrama generada por turistas internacionales corresponde a aquellos que llegaron por avión, cuyo gasto promedio fue de casi 900 dólares. Los turistas internacionales por vía aérea presentaron un crecimiento anual de 13.3% en 2015, al superar los 15.2 millones de personas.
Estos resultados hablan del esfuerzo que se ha realizado en el país para aumentar la competitividad de nuestros destinos a través de acciones en materia de infraestructura, inversión, promoción, innovación y diversificación de la oferta.
De igual manera, hay que reconocer que la actividad turística está ligada a lo que sucede en otras economías y se encuentra plenamente integrada a nuestro contexto económico y social. En ese sentido, la profunda transformación que viene experimentando nuestro país en los últimos años ha tenido un impacto positivo en el sector.
Así, por ejemplo, en lo que tiene que ver con el contexto internacional ha influido la recuperación de nuestro principal mercado, que es Estados Unidos, en el que se han generado más de 13 millones de empleos desde la crisis de 2009, lo que repercute en un mayor poder adquisitivo de sus familias. Desde 2013 hemos incrementado nuestra participación en el mercado turístico estadounidense, y en 2015 captamos a casi 18% de los turistas de ese país que salieron por vía aérea, lo que corresponde a la cuota de mercado más grande de la historia. En 2015, los visitantes vía aérea de nacionalidad estadounidense registraron un aumento de 17.1%, sumando 8.4 millones de pasajeros.
En cuanto a nuestro contexto social, un aspecto relevante es la disminución en los índices de violencia y la mejora en la percepción de seguridad en muchos de nuestros destinos. La incidencia criminal en México relacionada con delitos de alto impacto ha disminuido sustancialmente desde los niveles del 2012. El tema de la seguridad es de gran impacto, requiere de una tarea permanente y todavía hay retos puntuales que resolver. Sin embargo, se han tenido avances considerables que inciden en las decisiones de viaje de los turistas.
Los esfuerzos realizados para estar más conectados con el resto del mundo han sido esenciales para aumentar los flujos turísticos y captar el incremento en el número de personas que desean visitar el país
De la misma forma, los esfuerzos realizados para estar más conectados con el resto del mundo han sido esenciales para aumentar los flujos turísticos y captar el incremento en el número de personas que desean visitar el país. Los arribos de vuelos internacionales a México aumentaron más de 10% en 2015, para llegar a 164 mil. Desde 2012, han crecido poco más de 23%. Esto significa también nuevas rutas aéreas internacionales: en 2015 se abrieron 35 nuevas rutas, lo que está alineado con nuestra estrategia de diversificar nuestros mercados.
Además de estar más conectados, mejoramos las conexiones ya existentes. Este año aterrizó por primera vez en la Ciudad de México el avión más grande del mundo, el A380 de Air France, que permitirá extender hasta 20% la capacidad de asientos en la ruta París-Ciudad de México. Somos el primer país en Latinoamérica en recibir vuelos regulares de este tipo.
México también apuesta por el uso de la tecnología y la colaboración internacional para hacer más rápido y amable el ingreso al país a través de programas que facilitan los viajes.
A nivel mundial, existen varios ejemplos de que el turismo se ha constituido como un verdadero motor económico. En España, por ejemplo, el PIB turístico representa 11% del PIB nacional, y en Francia, el principal destino del mundo, alcanza el 9.5 por ciento.
En México, existe una capacidad importante para incrementar la participación del turismo en la economía. El clima, la cultura, la ubicación geográfica y la industria turística robusta de nuestro país, así como la actual diversificación de líneas de negocio, constituyen solo algunas de las fortalezas con las que contamos para consolidar el sector.
A nivel internacional, es prioritario fortalecer aún más la conectividad del país, intensificar nuestros esfuerzos de promoción, continuar mejorando el clima de seguridad y seguir diversificando la oferta turística. De esta forma, atraeremos a un número cada vez mayor de visitantes de todo el mundo y aumentaremos la derrama económica de la industria turística en nuestro país.
No obstante, es igualmente importante enfocarnos en impulsar el turismo nacional. A pesar de la gran cantidad de visitantes domésticos en México, existe una gran oportunidad para impulsar el crecimiento económico por medio del turismo interno, ya que se encuentra muy concentrado en temporadas específicas a lo largo del año. En enero, mayo, junio, septiembre y octubre la ocupación hotelera es baja.
La Encuesta Nacional de Gasto Turístico en los Hogares publicada en 2014 reveló que 40% de las familias mexicanas no tienen la oportunidad de viajar y disfrutar de su propio país.
Hay una restricción económica, por supuesto, que limita las oportunidades de ocio y recreación a través del turismo. No obstante, hay otras limitaciones relacionadas con falta de tiempo, la estructura de los periodos vacacionales o la falta de oferta. Por ello, de acuerdo con la instrucción del presidente Peña Nieto, uno de los principales proyectos que se impulsará durante los próximos años a través de la Secretaría de Turismo es precisamente una estrategia nacional para que todos puedan tener acceso a mejores condiciones para viajar por el país.
De esta forma, será a través del viaje y del disfrute de nuestros destinos que incrementaremos la participación del turismo en la economía nacional y generaremos las oportunidades de empleo bien remunerado que detonen un mejor nivel de vida para todos los mexicanos.