Cuba está de moda. Lo dicen las encuestas, los catálogos turísticos, los análisis de poderosos think tanks y hasta los oráculos y profecías. Los ojos del mundo se posan sobre la controversial y diminuta isla semejante a la figura de un caimán, que en sí es un archipiélago compuesto también por la Isla de la Juventud y más de 4 mil islotes y cayos adyacentes, con una población de 11.2 millones de habitantes. A poco más de 144 kilómetros de Estados Unidos e históricamente muy cerca del México lindo y querido.
Cuba, el único vestigio en el hemisferio occidental de aquel socialismo abortado en Europa, empeñada en “actualizar” su socialismo tropical y adecuarlo a las reglas de este mundo. Cuba, siempre desafiando la lógica, los prejuicios y guiones preestablecidos con sus paradojas de país pobre y, a la vez, señero en lo social. Carencial y solidario, deficitario y culto. Digno y a la vez urgido.
Cuba ha estado siempre ahí, con sus virtudes y defectos, con sus luces y sombras. Y ahora, con su resistencia, ha logrado restablecer relaciones con Estados Unidos después de 55 años de inamistoso trato entre ambas naciones, y de un bloqueo económico comercial impuesto por el poderoso, que sigue vigente a pesar de tantas flexibilizaciones y acercamientos.
Redescubrimiento
Hay una especie de redescubrimiento de Cuba a partir del entendimiento cauteloso y recíproco con Estados Unidos. Comienzan a caer vendas e inhibiciones desde uno u otro confín, y aflora la verdad escondida: una pequeña nación, con una historia fecunda de grandezas épicas y figuras descollantes. Una riqueza cultural fascinante que ha abrevado de disímiles fuentes, con vocación de universalidad. Un deslumbrante patrimonio histórico y cultural, tangible e intangible, y el don de la belleza natural. Pero su principal tesoro es el cubano: cálido, sentimental y alegre a la vez, generoso y hospitalario. Instruido y con una alta calificación.
El mundo vibra con el tesoro musical de Cuba. El son, la rumba y el guaguancó, el mambo y la guaracha son paroxismo. Y la canción, ya bolero, ya trova, nos transporta en su poética intimidad. La Isla es también un surtidor incesante de ballet puntero, danza y baile popular, frenesí de cuerpos. La poesía y el teatro, el cine y demás vertientes culturales son un imán para el visitante sensitivo y vivaz.
Han trascendido fronteras sus pintores, entre ellos Wilfredo Lam, quien tiene obras en las colecciones del Museo de Arte Moderno de Nueva York y en el Reina Sofía de Madrid. Pero están en la eternidad plástica René Portocarrero, Amelia Peláez y Carlos Enríquez. Y no cesan de crear los indetenibles Tomás Sánchez, Humberto Jesús Castro García, José Bedia, Arturo Cuenca, Nelson Domínguez, Roberto Fabelo, Alexis Leyva (Kcho), Esteban Machado Díaz y otros reconocidos del arte cubano.
Cuba es el país del Caribe insular que posee más bienes reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, con un total de nueve sitios. De ellos, siete son bienes culturales y dos naturales: La Habana Vieja y su sistema de fortificaciones (1982), Trinidad y el Valle de los Ingenios (1988), el Castillo de San Pedro de la Roca en Santiago de Cuba (1997), el Parque Nacional Granma (1999), el Valle de Viñales (1999), el Paisaje arqueológico de las primeras plantaciones de café en el sudeste de Cuba (2000), el Parque Nacional Alejandro de Humboldt (2001), el Centro Histórico Urbano de Cienfuegos (2005) y el Centro Histórico de Camagüey (2008). En una encuesta realizada en 2014, La Habana fue elegida entre las siete ciudades consideradas como maravillas del mundo moderno.
Paradojas
Otro rasgo insólito del país es que, teniendo una economía pobre y aún muy vulnerable, paradójicamente, Cuba ha privilegiado con grandes esfuerzos el desarrollo social de su población con un sistema de salud universal —que muestra indicadores similares a los del mundo desarrollado— y un sistema nacional de enseñanza gratuito e inclusivo —que ha ensanchado la instrucción e inteligencia colectivas. En mayo de 2008, Cuba figuró en primer lugar entre los países de América Latina y el Caribe en el informe sobre Educación para Todos realizado por la Unesco, y ocupó el puesto 23º en la clasificación global, liderada por Noruega.
El vertiginoso interés por Cuba en los últimos meses tiene también un componente económico y mundano. Las posibilidades se abren y se constata más libertad y desprejuicio que en las reformas emprendidas a partir de 1990 en el país —aceleradas con mayor calado a partir de 2008 con el presidente Raúl Castro. Estas pueden ser una oportunidad insoslayable, el anticipo optimista de lo que podrá ser Cuba en los años venideros con la presencia de inversionistas estadounidenses y empresarios de ese país junto a los del resto del mundo.
El presidente cubano Raúl Castro Ruz ejerce oficialmente desde 2008 y sus resultados pueden catalogarse de positivos, a pesar de que encontró un país con muchos problemas económicos heredados y adquiridos después de la desarticulación del bloque socialista del cual formaba parte esta nación antillana. Desde el inicio de su mandato, el presidente llamó “problemas estructurales” a todos aquellos elementos que resultaban un obstáculo para una senda de desarrollo sostenible y viable.
Erradicar esos problemas es muy complejo. El horizonte para cumplir esa meta no es a corto ni mediano plazos, es un esfuerzo de largo aliento y los cambios tienen que darse con decisiones aún más radicales.
El país tiene una estructura del Producto Interno Bruto (PIB) sostenida principalmente en los servicios, especialmente los profesionales, mientras que la agricultura y la industria se mantienen rezagadas o con baja prioridad, dado que ambas actividades sufren un prolongado proceso de descapitalización.
Cambia, todo cambia
A partir de 2011, el Gobierno cubano comenzó a poner en práctica reformas económicas previstas en una guía conocida como “Lineamientos de la política económica y social del Partido de la Revolución”, aprobada en abril de 2011 por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba. Como parte de las mismas, se han tomado un sinnúmero de medidas para destrabar las ataduras del sistema económico imperante.
Así, las tierras ociosas del Estado se le entregaron a personas interesadas en hacerlas producir. En octubre de 2013, alrededor de un millón 588 mil hectáreas estaban en régimen de usufructo, es decir, 25% de la superficie agrícola del país.
Se le dio un impulso al trabajo privado con la aprobación de 201 actividades con muchas facilidades para su desarrollo. Ya en 2014 lo ejercían unas 507 mil personas, casi 12% de la población económicamente activa.
Otra de las medidas puestas en vigor fue la implementación de las cooperativas no agropecuarias. En diciembre de 2014 operaban 314 de estas cooperativas en actividades económicas que, en su mayoría, antes eran estatales. Se han hecho esfuerzos por desregular las empresas estatales y conferirles un mayor grado de autonomía, con nuevos atributos y descentralización en la toma de decisiones. Aunque los resultados aún no son los deseados.
En 2013 se anunció la aprobación de un cronograma para iniciar el proceso de reunificación monetaria del país, con vistas a eliminar la dualidad monetaria y cambiaria que tanto distorsiona la medición y el análisis de los resultados económicos. Se aclaró que se trata de un proceso gradual que tomará tiempo en completarse.
A la inversión en la terminal de contenedores del Mariel —culminada en enero de 2014— se sumó, en septiembre de 2013, el decreto-ley No. 313 que regula todo lo concerniente a la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM). Esto implica un relanzamiento de la inversión extranjera directa en Cuba al ofrecer ventajas adicionales en el régimen especial de la zona.
En marzo de 2014 se aprobó la ley No. 118 de la Inversión Extranjera en Cuba, la cual modifica a su antecesora, la 77, de 1995. El andamiaje legal que acompaña a esta nueva ley favorece que la economía cubana reciba unos 2 mil 500 mdd anuales por dicho concepto, cifras mínimas si se aspira a que el país avance hacia el desarrollo económico. Y se espera que esta vez se alineen en el país todas las instituciones que deben permitir ese acceso de capitales externos.
También deben sumarse nuevas medidas para el perfeccionamiento del sector estatal empresarial, y otras relativas a la erradicación de prohibiciones que tenía el ciudadano cubano: la liberalización de las compras de bienes raíces, una nueva ley migratoria mucho más flexible y crecientes facilidades para el uso de la telefonía celular e internet, entre otras.
Crecimiento económico
Aunque el ritmo de crecimiento económico cubano muestra resultados favorables, las tasas aún son bajas para las condiciones de la Isla. Al menos un soplo de esperanza proporciona la estimación de incremento de más de 4% del PIB para 2015. La estructura del Producto Interno Bruto manifiesta una tendencia a la reducción del peso relativo en la composición de los sectores de bienes manufacturados y la agricultura, y destaca un incremento importante de los “otros servicios”, especialmente los de salud y comercio. En general, los servicios aportaron al PIB 81% en 2014 (ver gráfica 1).
El déficit fiscal está presente en el balance presupuestal del país, pero con cifras manejables por el Estado, que lo cubre con emisión monetaria sin generar, aparentemente, presiones inflacionarias. El déficit presupuestario fue de 2.5% sobre el PIB al cierre de 2014.
En la actualidad, Cuba tiene dos monedas en circulación: el peso cubano (CUP) y el peso convertible (CUC). Las autoridades bancarias nacionales elaboran propuestas para la unificación pero se trata de un tema complejo que se relaciona directamente con la necesidad de un mayor avance en la esfera productiva de la economía, donde es vital destrabar, con medidas más radicales, nudos que frenan el desarrollo del país.
La duplicidad del tipo de cambio del peso cubano es el principal factor que ha complicado la eliminación de la doble moneda en la economía cubana. Para las personas naturales, 24 pesos cubanos equivalen a 1 peso convertible, mientras que para las empresas e instituciones 1 peso cubano equivale a 1 peso convertible. Por tanto, la principal medida que deberá tomar el Banco Central para eliminar la doble moneda y la duplicidad del tipo de cambio será comenzar con la devaluación del peso cubano en el sector empresarial.
La deuda externa asciende a 16 mil 620 millones en moneda convertible, y honrar las deudas pendientes es de las más altas prioridades del Ejecutivo. No obstante, en diciembre de 2013, Rusia condonó 90% de la deuda cubana de la época soviética, al igual que lo hicieron Japón y México con montos significativos.
Comercio exterior
El desbalance comercial de bienes tipifica el desempeño del comercio exterior cubano. Las exportaciones no crecen con el dinamismo necesario por la caída de las producciones, especialmente del producto típico cubano: el azúcar. Aunado a ello, las importaciones se mantienen elevadas —sobre todo la cartera de alimentos— por las dificultades e incapacidades de la agricultura nacional. Así, en 2014 el déficit comercial de bienes fue de 11 mil 19 millones; las exportaciones alcanzan los 5 mil 532 mdd, mientras que las importaciones ascienden a 16 mil 551 mdd.
En 2013, la mayor parte del intercambio comercial de bienes se realizó con Venezuela, China, Canadá, España, Brasil, Holanda, México y Estados Unidos (este último por la venta autorizada de alimentos a Cuba, aunque aún subsiste el bloqueo económico y comercial). (Ver tabla 1.)
El desempeño de la economía cubana durante los últimos años evidencia que es muy complejo recuperar, en el corto y mediano plazos, las exportaciones. No obstante, el aprovechamiento al máximo de las potencialidades del sector exportador tradicional, conjugado con otras reservas existentes en otras ramas productivas, pudieran ser decisivos en el relanzamiento de una economía que intenta transformarse cualitativamente y dejar atrás tantos fardos inhibitorios que la han caracterizado. Y, sobre todo, decidirá la propia autosustentabilidad de ese proceso de cambio.
Razones de naturaleza estructural, unidas a prioridades de política económica, han determinado que los alimentos, medicamentos, combustibles y una amplia variedad de bienes intermedios hayan mantenido una participación superior a 60% en el total de las importaciones, sin posibilidad de cambiar esa estructura en el corto plazo.
Una tendencia del sector externo de la economía cubana en los últimos años es el peso mayoritario de los servicios en el intercambio comercial del país. En consecuencia, los déficits acusados en la balanza comercial de bienes se cubren hasta el superávit con la inclusión de servicios. Este sector se mantiene como el primer generador de ingresos a partir de 2004. Lo interesante es que los servicios en conocimiento han desplazado al sector turístico como máximo generador de ingresos. Cabe destacar que más de 50% de las exportaciones de servicios corresponden a servicios profesionales, especialmente médicos y paramédicos (ver gráfica 2).
México, aparte de las convergencias culturales e históricas que ha tenido con la nación caribeña, ha sido un socio tradicional de Cuba en la región, incluso en la época en la que el intercambio con América Latina correspondía a menos de 4% debido a las relaciones económicas que mantuvo la Isla con el antiguo bloque socialista. En la actualidad, México es nuestro tercer socio comercial en América Latina y el Caribe, ocupa el séptimo lugar en el intercambio de Cuba con el mundo y el sexto como proveedor, al tiempo que operan en el país 36 oficinas de representación de empresas mexicanas.
En 2013, las exportaciones cubanas a México superaron los 22 mdd, pero las ventas mexicanas a Cuba superaron los 492 mdd.
En 2014, se realizó la Primera Misión Empresarial en el marco del relanzamiento de las relaciones bilaterales entre México y Cuba. Se contó con la participación de 68 empresarios mexicanos en representación de 48 empresas, más funcionarios y representantes de organismos empresariales. El alto número de participantes reflejó el interés que existe en México por las oportunidades de negocios en Cuba en la actualidad. En esta Primera Misión se inauguró la Consejería Comercial de ProMéxico en la Isla.
Cabe resaltar que en la edición de 2014 de la mayor feria internacional que realiza Cuba anualmente —conocida como la “Feria Internacional de La Habana” (FIHAV)— ProMéxico contó con un Pabellón Nacional con 24 empresas. Otras 14 participaron en otros pabellones, para un total de 38. El 50% de las empresas mexicanas asistieron por primera vez en áreas detectadas como prioritarias para Cuba: servicios logísticos y aduanales, maquinaria agrícola e industrial y energía no renovable, entre otras.
La normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos implicará en adelante medidas de especial trascendencia por parte del presidente del país norteamericano, aun cuando permanezca el bloqueo. Y los mexicanos, que nunca aceptaron presiones en cuanto a sus vínculos con Cuba, deberán seguir muy de cerca este proceso para estimar con mayor precisión la profundidad de los cambios y los efectos que tendrán en la economía cubana y las empresas de otros países.
Cabe la posibilidad de que se eliminen aspectos negativos de la aplicación de leyes como la Helms-Burton aun antes de ser abrogadas. México debe observar el interés de las empresas de otras naciones por aprovechar oportunidades para tener presencia en el desarrollo de la economía cubana. El empresariado azteca debe calibrar el proceso que se avecina y aprovechar oportunidades. Hoy, 90% de dichas empresas han sido atendidas por Proméxico, pero en adelante la competencia internacional será mayor para las empresas mexicanas.
Lo positivo es que Cuba ha iniciado una apertura económica gradual, y es un proceso irreversible. También se ha recobrado el entendimiento político entre México y Cuba. Es vital lograr un posicionamiento en un mercado emergente que apunta a ser el más dinámico del Caribe. Se considera que la normalización de las relaciones entre Cuba y eu superará el impasse político y eventualmente se eliminará el bloqueo a Cuba.
Esta previsión no significa que México pueda ser desplazado, ya que hay amplias oportunidades para este país en el comercio exterior de la Isla. Por supuesto, como decía Luis Cabrera, representante de ProMéxico en Cuba, estaremos en presencia de una competencia creciente y hay que conseguir financiamiento para las exportaciones mexicanas. Por la parte cubana, deben resolverse los problemas de liquidez que retrasan los pagos y, sobre todo, evitar la lentitud en la toma de decisiones que desalientan al empresariado. Pero México puede recuperar el terreno perdido en Cuba si aprovecha el marco jurídico que ofrece la reciente ley de Inversión Extranjera.
Turismo
A comienzos de los años 90, Cuba tomó una decisión estratégica para desarrollar el turismo empujado por la coyuntura económica que sumió al país en una profunda crisis. La opción estaba sustentada en la búsqueda de divisas a corto plazo ante la caída de las exportaciones y no en la necesidad de garantizar empleo. La estrategia se basó en la concepción de un modelo de desarrollo del turismo internacional en condiciones de economía socialista centralizada y con un mínimo de impactos sociales negativos. Fue posible a partir de la construcción acelerada de grandes hoteles de categoría cuatro y cinco estrellas, la constitución de empresas mixtas con capital extranjero y contratos de gestión con cadenas hoteleras internacionales, principalmente españolas.
El turismo, como actividad económica, ha tenido buenos resultados en indicadores como arribos de visitantes internacionales y en la construcción de capacidades habitacionales. En 2014, los visitantes ascendieron a 3 millones y los ingresos fueron de 2 mil 546 mdd.
El mayor emisor de turistas a Cuba es Canadá, que ha mantenido sus crecimientos anuales, aunque siempre han estado marcados por una fuerte estacionalidad, ya que visitan la Isla en época de invierno y la demanda está enfocada al turismo de sol y playa en modalidad de all-inclusive. Al mismo tiempo, se va observando una concentración de la oferta en unos pocos operadores turísticos que dominan los principales mercados emisores: Canadá y Europa.
A partir de 2008, el sector turístico cubano comenzó a considerar como estrategia de complementación la ampliación de la oferta y la introducción de políticas comerciales dirigidas a los cubanos residentes en el país con capacidad económica para pagar en cuc. En estos años, el crecimiento del turismo nacional ha evidenciado su notable capacidad para elevar las tasas de ocupación hotelera e ingresos turísticos del sector estatal en temporada baja. En 2014 hubo más de 1 millón de turistas nacionales, frente a unos 80 mil en 2008.
A estos resultados se añade el crecimiento en el número de visitantes cubanos residentes permanentes en el exterior, el segmento de los emigrados. En los últimos años, 80% de las llegadas se concentran en 10 mercados principales y, de estos, los dos primeros contribuyen con 51% del total de visitantes internacionales: los canadienses con 31.6% y los cubanos residentes en el exterior con 18.5 por ciento.
México es un país que tiene un elevado dinamismo en la emisión de turistas hacia Cuba. En 2009 recibimos a 61 mil 487 mexicanos y en 2014 fueron 82 mil 820, un incremento de 34 por ciento.
El fondo habitacional hotelero del país pasó de 41 mil 49 habitaciones, en 2004, a 63 mil 229 al finalizar 2014. El 67.4% de los hoteles ostentan la categoría de cuatro y cinco estrellas; 49.6% de las instalaciones concentran 71.6% de las habitaciones que se dedican al turismo de sol y playa.
Al total de estas capacidades del sector estatal hay que sumar las 19 mil 890 habitaciones del sector particular; distribuidas por todo el país, esta opción complementa la oferta de alojamiento. Es curioso observar que 13 ciudades cubanas están en la lista de servicios de renta de alojamiento por internet en Airbnb.
El país tiene 12 proyectos inmobiliarios asociados a campos de golf. De ellos, cinco son de alta prioridad: Carbonera, Bellomonte, Camarioca, El Salado y Punta Colorada —de los cuales dos son empresas mixtas: Carbonera S.A., con una sociedad Inglesa, y Bellomonte S.A., con una sociedad China.
En 2015, existían 26 empresas mixtas constituidas en China, incluida Shanghai-Sun-Cuba. De ellas, 13 ya ejecutaban inversiones para 5 mil 906 habitaciones operando en 15 hoteles bajo esta modalidad de inversión. Están en funcionamiento 69 contratos de administración hotelera con 18 cadenas extranjeras; sobresale la empresa Sol Meliá con 29 hoteles cubanos bajo su administración. Estos contratos comprenden un total de 36 mil 48 habitaciones que representan 58.1% del total de las existentes en el país y 85.5% de todas las habitaciones son cuatro y cinco estrellas.
Las cadenas internacionales que tienen acuerdos de administración con hoteles cubanos son Meliá, Iberostar, Blue Diamond, Blau, Occidental, Roc Hotels, Accor, SuperClubs, H10 Hotels, Be Live, Riu, Barceló, Hotusa, Husa, BlueBay, Pestana, nh y Kempinski Hotels.
Durante 2014, la llegada de estadounidenses al Caribe fue de 9 millones 226 mil 135 turistas. Pero al Caribe mexicano, ya que la Riviera Maya es el destino de mayor afluencia. Allí se reciben 3 millones 351 mil 878 turistas, más de los que visitan Cuba, y de ellos 46% viene de Estados Unidos. Ese destino por sí solo cuenta con 42 mil habitaciones. Es significativo que a Cozumel llegan 3 millones 404 mil 500 visitantes en cruceros.
Lo anterior indica que, en el futuro, el desarrollo turístico cubano debe estar dirigido a la complementariedad y no a la competencia, y prever un plan donde se ubique a la Isla en las rutas de cruceros. Cuba aún no cuenta con la infraestructura que le permita recibir a una mayor cantidad de viajeros, ya que solo tiene capacidad para recibir un poco más de 3 millones de turistas, y la mayoría en modalidad de sol y playa. Por ahora, las grandes ciudades se encuentran en un plan de remodelación para hacerlas más atractivas para los turistas.
En los últimos años se han realizado estudios para determinar las potencialidades de desarrollo turístico de los territorios cubanos, teniendo en cuenta los atractivos y los recursos naturales y culturales. En los próximos 15 años la construcción de nuevas capacidades de alojamiento podrían alcanzar las 135 mil habitaciones, lo cual significaría la creación de unos 90 mil nuevos empleos directos en el sector de servicios. No obstante, la heterogeneidad de los territorios y el vertiginoso envejecimiento demográfico de la mayor de las Antillas podrían entorpecer un desarrollo acelerado de la infraestructura turística, por escasez de recursos humanos en territorios de preferente uso turístico.
No podemos olvidar que Cuba cuenta con recursos naturales, históricos y culturales. Que, además de los sitios patrimoniales, posee 257 monumentos nacionales y 332 museos; 400 playas, 241 en la costa norte y 172 en la sur, que suman 500 kilómetros de litoral arenoso. Asociado a los destinos de playa, cuenta con 108 puntos náuticos, siete marinas y 733 atraques. La nueva Marina Gaviota Varadero tendrá mil 200 atraques. El destino cuenta con 39 centros de buceo, 955 puntos de inmersión y 36 zonas protegidas. El plan de desarrollo contempla 28 marinas internacionales y 22 bases náuticas, hasta completar 8 mil atraques. Y para el disfrute del turismo ecológico, ofrece 253 áreas protegidas, tres reservas naturales, 14 parques nacionales, 20 reservas ecológicas, 10 sitios naturales destacados, 12 reservas florísticas, 23 refugios de fauna, ocho paisajes naturales y 13 áreas protegidas de recursos manejados.
La inversión extranjera directa
Como un nuevo paso en la ruta emprendida por el Gobierno cubano en cuanto a reformas económicas, se aprobó el relanzamiento de la inversión extranjera como una vía para obtener acceso a tecnologías de avanzada, métodos gerenciales, diversificación y ampliación de los mercados de exportación, financiamiento externo a mediano y largo plazo y promover la creación de zonas especiales de desarrollo.
Era imprescindible atraer recursos externos en la cantidad necesaria para una mayor liberalización y una nueva ley de inversión extranjera que otorgara mayores incentivos al capital foráneo. En la propia área de negocios, como los de la infraestructura, que tienen extensos periodos de recuperación del capital invertido, era necesario implementar políticas de exención fiscal durante un tiempo definido y extenso, y que fueran empresas cien por ciento extranjeras.
El 23 de septiembre de 2013 la Gaceta Oficial de la República de Cuba, en su edición Extraordinaria No. 26, publicó el decreto-ley No. 313 “De la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM)” del Consejo de Estado.
Como parte integrante de esa zona especial se inauguró una moderna terminal de contenedores en el Puerto del Mariel, uno de los mayores proyectos inversionistas de Cuba que está siendo administrado por la empresa psa de Singapur y fue construido por la firma brasileña Odebrecht. Este proyecto se enmarca en un contexto más amplio de reconfiguración internacional con un elevado alcance; la eventual participación de Cuba en ella formaría parte de una dinámica central de acumulación de capital, algo esencial para el futuro de la Isla.
Era evidente la estratégica posición geográfica de esa zona en la costa norte del país y la ventaja que adquirirá cuando se concluya la nueva esclusa del Canal de Panamá, que dará paso a la generación de buques portacontenedores de la serie Ultra Postpanamax, los cuales podrían entrar al Puerto del Mariel, que cuenta con 15 metros de profundidad gracias a las labores de dragado que se realizaron.
En general, la documentación legal aprobada y el interés gubernamental en que esta ZEDM se desarrolle puede atraer al inversionista por las ventajas que se ofrecen, especialmente para los estadounidenses en el futuro inmediato, ya que será una zona muy atractiva por las facilidades de transportación que tendrá.
En marzo de 2014 se aprobó la nueva ley No. 118 de la Inversión Extranjera. Se identificaron aspectos favorecedores y coadyuvantes, como el Proceso de Actualización del Modelo Económico en curso, la estabilidad política y social, la formulación de políticas sectoriales y la apertura en nuevos sectores, la reorganización de las entidades de promoción para la asistencia al inversionista extranjero, la existencia de oportunidades de negocios y los recursos humanos calificados.
Las principales garantías que se ofrecen a los inversionistas en ese cuerpo legislativo es que gozarán de plena protección y seguridad y no pueden ser expropiados, salvo por motivos de utilidad pública o interés social, en concordancia con la Constitución, los tratados internacionales suscritos por Cuba y la legislación vigente, con la debida indemnización por su valor comercial establecido de mutuo acuerdo.
También se garantiza la libre transferencia al exterior en moneda libremente convertible, sin pago de tributos u otro gravamen, de los dividendos o beneficios que obtenga el inversionista extranjero, de tal forma que este puede vender o transmitir sus derechos al Estado, a las partes en la asociación o a un tercero, previa autorización gubernamental. Las nuevas regulaciones se aplican a la inversión extranjera que se establezca en las zonas especiales de desarrollo, con las adecuaciones que dispongan las normas especiales que para ellas se dicten y siempre que no se opongan a su funcionamiento.
Como resultado, se ha incrementado el interés de compañías de gran prestigio internacional en el mercado cubano. Hasta julio de 2015 se habían presentado 400 proyectos para invertir en la Zona del Mariel, y un interés menor en el resto del país, aunque se divulgó una cartera de 246 proyectos con un valor superior a los 8 mil 700 millones que debe conducir a aumentar el interés por los negocios en diversas entidades o zonas del país.
Estados Unidos-Cuba: ¿se abren las compuertas?
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, el 17 de diciembre de 2014, y la reapertura de la embajada norteamericana en La Habana, el 14 de agosto de 2015, deberán llevar a una gradual normalización de las relaciones económicas entre ambos países. Esto ha provocado un amplio debate entre los empresarios y en los medios acerca de las posibles condiciones en que se desarrollarán los vínculos económicos entre ambos países de ahora en adelante.
Cuba ha mantenido relaciones económicas con Estados Unidos en varias direcciones durante los últimos 14 años, especialmente a partir de 2000. A pesar del bloqueo, Estados Unidos ha jugado un papel nada despreciable en la economía cubana, por lo que se estima que esa importancia aumente en el futuro cercano.
Cabe mencionar que esas relaciones están basadas en las cada vez más frecuentes visitas de estadounidenses a este país, en las remesas que se reciben de la comunidad cubana que vive ahí y en las compras de productos agrícolas que la Isla ha realizado en ese mercado, entre otros elementos.
Los visitantes provenientes de Estados Unidos —sin contar a los cubanoamericanos— pasaron de unos 52 mil 455 en 2009, a 912 mil 54 en 2014. Aunque no debemos pasar por alto que el turismo de Estados Unidos hacia Cuba aún está prohibido por ese país. Sin embargo, el Gobierno norteamericano mantiene 12 tipos de categorías factibles para viajar a la Isla.
Es sorprendente que en el primer semestre de 2015 el incremento de las visitas norteamericanas fue de 56% superior al mismo periodo de 2014, lo que hace pensar que este año termine con una estimación de incremento mucho mayor.
Resulta curioso a la vez observar que un grupo importante de estadounidenses se alojó en casas privadas a pesar de ciertas restricciones debidas al carácter de las visitas. Ello ha estimulado a ese incipiente sector privado inmobiliario cubano, con beneficios para sus ingresos personales. Las estadísticas muestran que 20% de los viajeros americanos utilizó esta opción.
Algunas estimaciones sobre las remesas a Cuba de la consultora Havana Consulting Group, de Miami —que incluyen todo tipo de envío, desde los paquetes de medicinas hasta las tarjetas para recargar el saldo de teléfonos celulares— refieren unos 2.77 billones de dólares en 2013, pero agregan, según sus métodos de cálculo, otros 3.5 billones en especie. Es decir, valoran lo que cada pasajero trae en los bultos o el equipaje de viajero. Son cifras significativas, teniendo en cuenta que esas son transferencias unilaterales, lo cual indica que las entradas de esos recursos son netas.
Las ventas de alimentos de Estados Unidos a Cuba necesitan una autorización específica del Departamento del Tesoro norteamericano con condiciones muy rigurosas: la forma de pago es por adelantado y en efectivo y no se puede realizar en la moneda de ese país, además, los productos deben transportarse en barcos contratados por los vendedores en eu, entre otras restricciones. A pesar de ello, a Cuba le ha resultado beneficioso comprar determinados productos como el arroz de alta calidad ya que, aunque tienen precios similares o superiores a los de otros mercados, el costo total resulta inferior por la cercanía entre los dos países, en comparación con otros mercados mucho más distantes, lo que abarata mucho el pago por fletes. Lo mismo sucedía con la compra de pollos, trigo, soya y cebada, entre otros productos. Las compras cubanas a productores agropecuarios de Estados Unidos alcanzaron, según estadísticas norteamericanas, unos 4 mil 981 mdd entre 2001 y 2014; las estadísticas cubanas son más altas porque se le agregan los fletes que hay que pagar.
También las instituciones de Estados Unidos pagaron a Cuba unos mil 610 mdd, entre 1995 y 2012, por concepto de servicios de telecomunicaciones.
Las nuevas medidas en el Congreso de Estados Unidos para favorecer el comercio, la inversión y la llegada de turistas a Cuba, sin duda ofrecen una oportunidad de negocios con la Isla que no escapa a la consideración de importantes empresas norteamericanas que ya se han pronunciado al respecto. Por otra parte, para Cuba los vínculos económicos con eu representan un potencial de negocios y un desafío de significativa importancia en una serie de esferas que tributan a la estrategia de desarrollo del país.
La reactivación de las relaciones comerciales y financieras entre Cuba y Estados Unidos muestra escenarios a corto y largo plazos en los que se pueden apreciar diferentes alternativas, aunque siempre corresponderá a los norteamericanos una mayor incidencia, tomando en cuenta sus propias restricciones. En este contexto, son numerosas las iniciativas presentadas al Congreso de eu recientemente y, si algunas de ellas prosperan, servirían de alivio a los intereses económicos de ambas partes.
De todas las dimensiones que entraña el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, resultan muy interesantes las posibilidades que se abrirían para la Inversión Extranjera Directa (ied) de la Unión Americana en la Isla, teniendo en cuenta escenarios de diversos plazos, tanto en la Zona de Desarrollo Especial Mariel como en el resto del país.
Los sectores de mayor interés a corto plazo para los empresarios norteamericanos son el turismo, la hostelería y los servicios de viaje; el transporte marítimo, las telecomunicaciones, la industria de los materiales de construcción y la agricultura.
En el ámbito del turismo resulta evidente la necesidad de ampliar la capacidad de alojamiento en La Habana y otras ciudades de provincia, incluyendo nuevas inversiones para la recepción de cruceros y ferrys —tal como lo hace la Oficina del Historiador en la bahía capitalina—, así como nuevos emprendimientos que permitan desarrollar rápidamente la industria cultural y de entretenimiento.
Otras potencialidades a considerar por Cuba se refieren a los productos farmacéuticos de la biotecnología, así como al trabajo de elaboración de software en las tic y la posibilidad de desarrollar exportaciones agrícolas de alta calidad para el mercado estadounidense, entre otros renglones.
A ellos hay que sumar la industria y venta de materiales de la construcción, la transportación aérea de carga y de pasajeros, etcétera.
Retos y desafíos
Por supuesto, Cuba tendrá que enfrentar enormes retos que vienen acompañados de todas las ventajas y potencialidades que implica la posibilidad de la ied norteamericana. Y lo lógico es orientar acertadamente los proyectos a los objetivos nacionales de desarrollo, sin dejar de hacer atractiva y viable la inversión.
Recientemente, Jorge M. Pérez, director ejecutivo de la compañía constructora The Related Group, comentaba sobre las posibilidades que tiene el turismo de lujo en Cuba, el cual, en su opinión, podría desplazar a otros mercados en el Caribe si las compañías estadounidenses pudieran invertir en ese renglón.
La firma de bienes raíces Jones Lang LaSalle, que se especializa en el sector comercial y es una de las 500 compañías con mayores ingresos en Estados Unidos según la lista anual de Fortune, evaluó las oportunidades de negocios para Florida, que podría beneficiarse de la posible expansión de la demanda de oficinas para servicios financieros y legales que traten el tema cubano, en la medida en que las relaciones y el comercio entre ambas naciones avance.
El interés mostrado por parte del empresariado de Estados Unidos en tener presencia en Cuba se observa cuando se analizan las empresas que abiertamente anunciaron negocios con la Isla —por supuesto, no son todas:
1. American Express y Master Card comentaron que permitirían que las tarjetas de crédito de Estados Unidos fueran usadas en Cuba.
2. idt Corporation anunció un acuerdo con etecsa para establecer comunicaciones directas entre ambos países.
3. Netflix divulgó que empezaría a ofrecer sus servicios en Cuba.
4. Apple dijo que sus productos y software se venderán de manera oficial en la Isla.
5. American Airlines anunció vuelos directos.
6. Delta Airlines, United Airlines y Jet Blue Airways están interesados en vuelos comerciales (no charters) a Cuba.
7. Airbnb (portal web de alquiler de casas) está disponible en Cuba para viajeros norteamericanos.
8. Google anuncio interés en el país y sus directivos lo visitaron.
9. Compañías de ferrys fueron aprobadas por la Office of Foreign Assets Control para tener actividad en Cuba.
10. Una empresa de yates de lujo de Florida fue autorizada para tener presencia en la Isla.
11. Carnival, la operadora de cruceros más grande del mundo, recibió la aprobación del Gobierno de Estados Unidos para realizar viajes a Cuba, que comenzarían en mayo de 2016.
12. Priceline Group, la empresa de viajes por internet más rentable del mundo, evalúa las regulaciones que permiten a las empresas estadounidenses establecer cuentas bancarias y sucursales en Cuba.
También existen grandes empresas trasnacionales que han visitado Cuba en los últimos meses, con miras a conocer el mercado cubano. Solo a modo de ejemplo mencionaré a Caterpillar, Cargill, Google y las principales hoteleras: Marriot, Hyatt, Hilton, Carlson y Four Seasons, entre otras.
El empresariado latinoamericano, especialmente el chileno y el mexicano, han mostrado mucho interés en el mercado cubano. En particular destaco a México, ya que ha sido un país con un elevado dinamismo en las propuestas presentadas tanto en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, como fuera de ella, basado en la ley No. 118 de Inversión Extranjera. Existen nueve proyectos de inversión de ocho empresas aztecas en Mariel. Hay que destacar que el primer proyecto de inversión extranjera aprobado por Cuba fue de una empresa mexicana: Richmeat de Cuba S.A. (planta de elaboración de picadillo de cárnicos). Hay proyectos en etapa avanzada, uno de fabricación de pinturas y otro de productos de aseo, cuidado personal y hogar, sumado a seis proyectos en estudio y análisis en la ZED Mariel (producción de alimentos, productos químicos, láminas de acero, abate) y también 15 proyectos de inversión en otras zonas de Cuba: empaques flexibles, embotelladora de refrescos y bebidas, piensos agropecuarios, químico, alimentos balanceados para animales, entre otros.
Cuba atraviesa una nueva etapa en su desarrollo económico y social a partir de la combinación de dos procesos simultáneos: las reformas internas del presidente Raúl Castro y la normalización con Estados Unidos, incluido el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de ambas embajadas.
Hay, además, nuevos procesos internos para los próximos años en Cuba muy importantes, pues afianzarían el proceso de cambios sin rupturas traumáticas y con estabilidad y equilibrio: un nuevo Congreso del Partido en 2016, una anunciada Nueva Ley Electoral, una posible reforma en la Constitución del país y la conclusión del mandato presidencial de Raúl Castro anunciado por él mismo para 2018.
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