Yucatán despega
En los últimos años, Yucatán ha sido una de las entidades de la república que más ha crecido, con aumentos en las exportaciones y mayor inversión. Esto se debe, en mucho, a ventajas como su posición geográfica y las condiciones de seguridad que ofrece. Comercio Exterior conversó con el secretario de Fomento Económico y Trabajo de Yucatán, Ernesto Herrera Novelo, sobre el desarrollo del estado y los importantes proyectos que se impulsan en él, como la zona económica especial (ZEE) de Progreso y el Tren Maya.
Por: Ariel Ruiz Mondragón

¿Qué hay detrás del desempeño tan dinámico que ha registrado la entidad en estos años?

Tenemos políticas públicas orientadas, en primer lugar, a la atracción de la inversión extranjera y nacional directa, sobre la base de principios como la certeza jurídica y la confianza en los réditos. Trabajamos en cuatro ejes.

Primero, la educación, que para nosotros es sinónimo de desarrollo económico. Nuestras nuevas generaciones están egresando con perfiles para la industria 4.0. Eso nos hace atractivos para el tramo secundario, la industria automotriz y la aeronáutica. El estado ofrece carreras como robótica, mecatrónica, ingenierías en logística y actuarías.

La segunda política es la inversión en infraestructura. Buscamos tener mejores carreteras en el estado y mayor conectividad aérea y marítima, con fines tanto turísticos como mercantiles. Desde el puerto de Progreso, queremos que el desarrollo económico llegue a toda la península. La tercera es la protección civil. Las empresas extranjeras siempre nos piden el protocolo de seguridad en caso de desastre natural porque buscan proteger los recursos humanos, que es lo más importante. La mayor amenaza en el estado son los huracanes, por lo que tenemos un plan muy estructurado. Finalmente, la seguridad. Como puede verse en los indicadores de la ocde, somos el estado más seguro, y Mérida es la ciudad con mejor calidad de vida en todo el país.

Bajo la visión del gobernador Mauricio Vila Dosal hemos definido agendas de trabajo con la iniciativa privada y la sociedad civil para generar un plan integral de crecimiento. El Gobierno quiere escuchar a esos sectores y hacer conjuntamente un plan estatal de desarrollo.

Eso es lo que está dando resultados positivos y atrayendo a muchas empresas importantes a Yucatán.

¿Qué puede decirnos de esas empresas?

El sector agroindustrial es importante. Hablamos de inversiones grandes de Grupo Kuo, empresa mexicana de Fernando Senderos que cotiza en la bolsa, y que en los últimos cinco años ha invertido unos 10 mil millones de pesos en Yucatán. Su división en Yucatán es Grupo Porcícola Mexicano, mejor conocido como Kekén. Se dedica a la crianza de cerdos, transformación de la carne y exportación a mercados como Corea, Japón, Estados Unidos y Chile. Su actividad ha colocado a Yucatán en el primer lugar nacional en exportación de carne de cerdo y cuarto en producción.

También está Bachoco, que ha hecho importantes inversiones en municipios fuera de Mérida, algo muy relevante. En Tekax, estableció una granja de huevo fértil, aunque también cuenta con incubadoras en Mérida, Kinchil, Samahil y, próximamente, Tizimín. Son inversiones muy buenas que pueden consultarse en la Bolsa Mexicana de Valores.

En agroindustria, Grupo Modelo abrió una planta en Hunucmá. La inversión, de 10 mil 200 millones de pesos, se refleja en las exportaciones de cerveza a Bélgica, Alemania y Sudáfrica. También tenemos empresas locales, como Agromaizza, que transforma los granos de soya y maíz en harina, y exporta hacia mercados de Centroamérica, Sudamérica y la Costa Este de Estados Unidos.

En manufactura automotriz, tenemos empresas que venden a Nissan, General Motors y Volkswagen. También han llegado compañías como Leoni, de Alemania. Produce arneses para automóviles y su segunda planta abrirá en marzo de 2019. Le ha ido muy bien en el estado, por lo que muy pronto decidió construir otra fábrica, para atender a Mercedes-Benz, Volvo y BMW. En el sector aeronáutico, PSC hace partes de avión. Recientemente duplicó su capacidad productiva y su fuerza laboral. Este tipo de empresas genera empleos con elevados estándares de preparación y, por tanto, mejor remunerados.

También tenemos el turismo de convenciones. La conectividad nos ha permitido desarrollar este sector de manera eficiente. Desde 2014, registra un crecimiento de 25% anual. Hemos invertido en infraestructura y se terminó el Centro Internacional de Congresos en Mérida. Samsung nos apoya como patrocinador. El vínculo con ellos se ha dado de manera paulatina y positiva. En algunas convenciones, hemos logrado albergar a más de 6 mil personas, todas ellas trabajando al mismo tiempo en los salones. Esto también representa una muy buena derrama económica para el sector hotelero.

Asimismo, trabajamos en el turismo médico. Próximamente se inaugurarán dos hospitales: el Faro del Mayab, que es una coinversión con Médica Sur, y el Orientación, con certificación de la joint comission. Se busca hacer de Yucatán un polo médico muy dinámico para atraer a gente que requiera atención.

De esta forma, hay crecimiento en los tres sectores de la economía. En el sector primario, el agroindustrial, tuvimos un crecimiento de 15% en el segundo trimestre de 2018, un valor altísimo. En el sector industrial, crecimos 5.1%, que es muy bueno, y en comercio, 5.7%. En el ramo inmobiliario, somos el cuarto destino con mayor inversión.

En los tres ejes de la economía hay resultados positivos. Esto ha permitido que Yucatán crezca de manera sostenida: llevamos cuatro años con un aumento promedio del PIB de 3.6 por ciento.

¿Cuál ha sido la evolución de las exportaciones en los últimos años?

Hay indicadores que nos muestran que el sector exportador va muy bien. En textiles, las maquiladoras establecidas en el estado producen marcas deportivas conocidas, ropa y trajes de lujo, cuyo destino final son los mercados de Estados Unidos y Europa.

En el sector joyero, tenemos más de 6 mil familias que viven directamente del montaje de diamantes y la fabricación de anillos de oro mediante maquiladoras, incluso para marcas icónicas de Estados Unidos. Los anillos de la Serie Mundial de béisbol y del Supertazón también se hacen en Mérida.

Gran parte de nuestras exportaciones va a Estados Unidos. Importamos mucho grano de allá, y aquí lo transformamos en carne y lo reexportamos. A eso hay que agregar lo que hace en Tekax la empresa Valle del Sur, que exporta 2 mil 500 contenedores de verduras cada año a Miami. El movimiento total de contenedores en Puerto Progreso entre 2016 y 2018 se incrementó en 90%, aún faltando el dato de diciembre de 2018, lo que nos permite proyectar un crecimiento de más de un 100% en tan solo dos años.

¿Cuáles son las principales ventajas que ofrece el estado de Yucatán para el intercambio internacional de bienes y servicios?

La posición geográfica, que es estratégica: es una plataforma natural para interconectar el mercado de Estados Unidos. De puerto Progreso tenemos que por barco hacemos 40 horas a Panamá City, 48 a Mobile, Alabama, y Houston, Texas; a Cuba, menos de 24 horas, 36 a Dominicana y 72 al Canal de Panamá. Por ello han llegado nuevas líneas alemanas, holandesas, israelíes y chinas.

En Alabama existen varias plantas ensambladoras de autos, como Hyundai, Mercedes-Benz y Kia, y hace unos días se anunció que Mazda y Toyota va a destinar cuantiosos recursos para la edificación de una planta. De Mobile a puerto Progreso es una distancia muy corta, y el transporte marítimo es el flete más barato que existe en el mercado.

Por avión tenemos conectividad con Miami, Houston, Cuba, Belice y Canadá, con vuelos directos.

Eso nos permite distribuir de manera más eficiente los productos que se elaboran en la península de Yucatán. La logística y la posición geográfica que tenemos permiten, a quienes producen, llegar de manera más rápida a los mercados.

Esa infraestructura necesita inversión; como puede observarse que alrededor de puertos como los de Singapur, Amberes, Algeciras y Pontevedra hay actividad y crecimiento económico. Siempre se tiene que invertir en mayores dragados y mejores posiciones para que barcos más grandes lleguen y los fletes cada vez sean más baratos.

Hemos hecho inversiones en infraestructura, que muchas veces no se ven, pero sí cuando dan resultados, como cuando llega una empresa y genera empleos mejor pagados para la región.

¿Cómo apoya el estado a las empresas exportadoras?

Hay oportunidades, como la zona económica especial (ZEE) que promovió el estado para la innovación de desarrollos tecnológicos en Progreso.

También, los beneficios fiscales estatales y locales se pueden “empaquetar” para las empresas. Lo que hacemos es facilitarles la vida: creamos una ventanilla única de atención al inversionista, y en una sola sentada las administraciones estatal, federal y municipal conocen el proyecto y se vinculan con el inversionista. Yucatán es hoy el quinto estado con mejora regulatoria certificada, y Mérida es, a nivel nacional, el mejor municipio en la materia.

Acompañamos al inversionista desde el primer día y hasta la inauguración de la planta o plaza comercial. Mauricio Leyva, entonces CEO de AB InBev, mencionó en su discurso de inauguración que, la planta de Cervecería Yucateca en Hunucmá, se construyó en un tiempo récord mundial (y eso que la multinacional tiene presencia en 140 países).

Ese acompañamiento que va de la mano del plan de trabajo que nos está marcando el gobernador Mauricio Vila Dosal, nos está dando una gran ventaja competitiva. Ha estado marcando la diferencia porque —además de respetar la sustentabilidad y procurar el equilibrio económico, ecológico y educativo— buscamos cómo hacer las inversiones.

 

“Hay oportunidades, como la zona económica especial (ZEE) que promovió el estado para la innovación de desarrollos tecnológicos en Progreso.”

¿Cómo ha sido el trato con las dependencias federales en estas labores?

Muy bueno, de respeto. Aunque sean autoridades federales, también viven en el entorno del estado, palpan las mejoras y la seguridad en Yucatán. Las autoridades federales han podido constatar en todo momento los resultados. Quienes sabemos dónde está el problema económico, los municipios más pobres, somos los que estamos en cada entidad, y compartimos esa información con las autoridades federales para que el presupuesto se oriente hacia esos lugares. Hemos trabajado muy bien con ellas.

¿Qué espera Yucatán de la ZEE de Progreso y del Tren Maya?

Con base en los estudios, se determinó que esta ZEE fuera un nicho para la innovación. Por ello, hemos tocado las puertas de centros de investigación y parques tecnológicos. Durante la misión de negocios por Asia, encabezada por el gobernador Mauricio Vila Dosal en la que se formalizó el establecimiento de Uchiyama en Yucatán, pudimos visitar la ZEE de Incheon, Corea del Sur, que es un modelo de éxito. Hace 40 años, la economía de ese país era poco desarrollada; hoy, gracias a esa ZEE, vemos empresas como Hyundai, Daewoo y Samsung, que innovan y crean tecnología que después se aplica en las fábricas. La planeación es lo que ha llevado a ese país a ser la décima economía del mundo.

 

“Tenemos políticas públicas orientadas, en primer lugar, a la atracción de la inversión extranjera y nacional directa, sobre la base de principios como la certeza jurídica y la confianza en los réditos. Trabajamos en cuatro ejes.”

 

 Esperamos ser un polo de desarrollo de la industria 4.0, para después usar el conocimiento en las fábricas que lleguen al estado. Primero puede tratarse de mano de obra calificada. Después, de industrias que utilizan ese desarrollo tecnológico. También trabajamos con investigadores: hay convenios con Texas A&M y las universidades de Miami y del Sur de California. Asimismo, tenemos vínculos con escuelas de Francia. Queremos adoptar las mejores tecnologías para desarrollarlas aún más y generar la economía del conocimiento, que es el siguiente paso. Otra ventaja competitiva es la tributaria.

El Tren Maya es un proyecto federal impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Todo lo que sea infraestructura y conectividad es bienvenido. Debemos usar ese derecho de vía para fibra óptica y tendidos de nuevas líneas de energía eléctrica, y lo más importante: en las estaciones del tren, desarrollar vertientes turísticas, de tal forma que la derrama llegue a la gente que más lo necesita.

¿Qué debe hacer el estado para aumentar las exportaciones y atraer más inversión extranjera?

Indudablemente, hacer el calado del puerto de Progreso y llevarlo a una profundidad de 13.5 metros, de modo que tenga más áreas de maniobra para el manejo de contenedores y la descarga de barcos graneleros y fluidos.

A su vez, la modernización de Progreso permitirá traer gas natural líquido por barco y disponer de un insumo más económico en la producción de energía. La energía más cara es la de la península, que proviene de fósiles. Tanto en el centro como en el norte del país, se genera energía con gas natural, lo que permite tener tarifas eléctricas más competitivas.

Hay que invertir más en el campo; hacen falta más hectáreas con riego inteligente. Y debemos, asimismo, cuidar en todo momento la sustentabilidad de las inversiones. En educación, seguir manejando un modelo dual, de teoría y práctica simultáneas, para que los jóvenes puedan trabajar en la industria cuando egresen del bachillerato.